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La revelación del género
Una conversación con Nancy Jane Moore

Cat Rambo

Nota de los editores:

Cat Rambo es una escritora de ciencia ficción graduada en el Clarion West Writers' Workshop y en el Johns Hopkins Writing Seminars. Vive con su encantador esposo y dos gatos, Taco y Raven, junto a un lago en el noroeste de los Estados Unidos. Su website personal incluye noticias, un blog, y muestras de lo que escribe.

Nancy Jane Moore vive en Washington, D.C., aunque nació en Texas, como sus padres, sus abuelos, sus bisabuelos y algunos de sus tatarabuelos. Se recibió de abogada y trabaja como editora de publicaciones de derecho. Se formó como escritora en el Clarion West writer's workshop de Seattle y es un miembro activo de la Science Fiction and Fantasy Writers of America. Además de escribir estudió artes marciales, empezando con el karate, y actualmente es cinturón negro de tercer grado en aikido. Junto con la escritura, el aikido forma una parte importante de su vida. Sus obras publicadas están en: http://home.earthlink.net/~nancyjane/biblio.html

Entrevista realizada el 29-07-06

La escritora Nancy Jane Moore habla sobre el arte de escribir y el feminismo, el arte de escribir y el activismo y sus proyectos actuales.

El libro más reciente de Nancy Jane Moore, Changeling (Aqueduct Press) ha sido descrito como notablemente satisfactorio, "una dulce y esclarecedora historia de una mujer en silla de ruedas que se desliza través de las paredes hacia una dimensión que frecuentaban sus padres cuando eran jóvenes". Esta extraña pero elegante confluencia es un buen ejemplo de la narrativa de Moore: sus temas abarcan desde rebeliones obreras hasta los derechos legales de los clones en el futuro.

Cat: Recientemente, Charles Coleman Finley ha propuesto, desde su blog, organizar en agosto un "bombardeo" de cuentos escritos por mujeres a "The Magazine of Fantasy and Science Fiction", lo que ha originado bastante controversia. ¿Qué piensas de dicha controversia? ¿Enviarás una historia?

Nancy: Pienso que el tema está mejor resumido en el comentario de Jenn Reese que Charlie Coleman Finlay citó en su blog. (Pueden leerlo en: http://ccfinlay.livejournal.com/59234.html). Eso es activismo, y es una cosa positiva, aunque no cambie la carrera de nadie. Apuntar a F&SF también es una buena idea, porque Gordon Van Gelder (director de The Magazine of Fantasy & SF) realmente ha pensado en el tema en algún momento; allí conseguimos las estadísticas que demuestran que sólo el 25% de los trabajos presentados en F&SF son de mujeres, y por lo tanto es más prometedor ver esta actitud con interés que ponerse a la defensiva.

La verdad es que la mayoría de los editores no creen realmente estar predispuestos en contra de las mujeres. Ellos, como la mayoría de la gente en USA, piensan que al dictarse leyes en contra de la discriminación sexual se terminó el sexismo (como creen que al dictarse leyes contra la discriminación racial se terminó el racismo). Y ahora no quieren seguir pensando en el asunto.

Parece ser que, en la ciencia ficción, el punto de vista general es que las mujeres no son lo suficientemente duras para enfrentar los rechazos. En realidad, ésta es una opinión dominante en la mayoría de los ámbitos: los hombres aprenden como ser duros y las mujeres no, entonces las mujeres están en desventaja cuando se encuentran en situaciones negativas. También encontré esa actitud como una explicación del por qué, por ejemplo, no hay más mujeres entrenando en mi dojo de aikido.

Hasta que leí el libro de Ana Fels, Necessary Dreams: Ambition in Women's Changing Lives, yo pensaba que el factor debilidad podía ser cierto. Pero en realidad, los hombres no son tan rudos. Lo que los hombres consiguen todo el tiempo, más que las mujeres, es reconocimiento. Y Fels (una psiquiatra) escribe que el reconocimiento es una parte crucial en el logro de las propias ambiciones. La edición impresa de Sueños... todavía se consigue. Todas las mujeres deberían leerlo.

En cuanto a si voy a unirme a la brigada de escritoras que "bombardee" la revista, sí, siempre que consiga terminar a tiempo una buena historia. Yo siempre envío las mías a F&FS y planeo seguir haciéndolo aunque Gordon continúe rechazándolas. La velocidad con que me responde lo autoriza a una rápida crítica a la mayoría de mis historias.

Cat: ¿Cuáles crees que son los hitos de la ciencia ficción sobre género que han seguido los pasos de The Left Hand of Darknes, de Ursula K. LeGuin? ¿Cuáles son los últimos libros clave pensados desde el feminismo?

Nancy: Son los sospechosos de siempre. El hombre Hembra, We who are about to y casi todo lo demás que ha escrito Joanna Russ (mi relato favorito es su cuento corto "Cuando todo cambió"); prácticamente todo lo de James Triptee, en especial "Houston, Houston, ¿me recibe?" y, por supuesto, "La mujeres que los hombres no ven"; la trilogía Native Tongue de Suzette Harden Elgin, la serie Holdfalts de Suzy McKee Charnas, The Gate to Women's Country de Sheri Tepper; los últimos trabajos de Ursula K. LeGuin. En realidad, siempre me ha impactado sobre todo una historia corta que ella ambientó en el mundo de La mano izquierda de la oscuridad, en la que utilizó títulos masculinos y pronombres femeninos para los personajes. Esto pone en evidencia que ellos no eran simplemente hombres que podían, de vez en cuando, tener hijos.

Estoy segura que hay muchos otros. A partir de 1970, muchas escritoras comenzaron a tocar temas feministas activamente. Acabo de leer y reseñar Daughters of Earth, una antología de la ciencia ficción feminista del siglo XX, editada por Justine Larbalestier, que incluye once historias, cada una de ellas acompañada de un ensayo, y ahora estoy convencida de que hay numerosos cuentos feministas que deberían ser reimpresos. (Mi reseña de Daughters of Earth está disponible en: http://sfrevu.com/Review-id.php?id=3719.)

Life, de Gwyneth Jones, es el principal ejemplo de ciencia ficción feminista avanzada. Trabaja sobre nuestra actual confusión acerca del estado de las cosas —ya que estamos tratando de comprender lo que significaría realmente un mundo con igualdad de géneros, mientras un gran porcentaje de gente está tratando de refrenar los cambios—, y agrega algunas ideas fascinantes acerca de la biología en el futuro cercano, vinculadas con la fertilidad humana y el género en sí mismo.

El Ciclo Marq'ssan, de Timmi Duchamp, es también una serie importante desde el punto de vista del género. Analiza en profundidad los problemas de clase y lo que podría pasarle al mundo si permitimos que los que están en el poder sigan controlando las cosas. Duchamp ha construido un mundo que nunca terminó de debatir las ideas feministas. (En realidad, es un mundo que parece encontrarse atascado en el análisis político representado por la actual Casa Blanca. Es un mundo totalitario, pero al mismo tiempo estancado). Eso es lo que sucede cuando dejas temas importantes sin resolver.

De hecho, casi todo lo editado por Aqueduct Press está en la línea de avanzada, tanto las obras feministas como las que tratan sobre política. Mindscape, de Andrea Hairston, me elevó a muchos niveles, especialmente al imaginativo, y todo Conversation Pieces proporciona varias cosas en qué pensar.

Cat: Timmel DuChamp ha reflexionado sobre el hecho de que la revelación del género puede ser un momento fundamental en un texto, y su ausencia puede hacer que el lector se enfoque en resolver el enigma de la pregunta de género. ¿Cómo te has manejado con los problemas de la necesidad de establecer el género en lo que escribes?1

Nancy: Un de mis cuentos favoritos es una historia en primera persona, narrada como una de las partes de un diálogo, en el que nunca identifico el género del protagonista. Mantuve el género fuera intencionalmente, porque realmente no sabía —y no sé— si el personaje es hombre o mujer. El tema de la historia es tradicionalmente masculino —mi personaje está atrapado en una sociedad muy segura y ordenada, y se está muriendo (casi literalmente) por la libertad de un camino abierto— y, sin embargo, me identifico tan completamente con el personaje que no puedo decir que sea un hombre. El problema de dejarlo indefinido que es que la mayoría de los lectores suponen que el narrador es un hombre —le vendí el cuento a una revista sobre motociclismo y sospecho que sus lectores son, en su mayoría, hombres— y ni siquiera se preguntan si una mujer podría tener el mismo tipo de sentimientos. Quiero decir que, tradicionalmente, las mujeres son las defensoras de la seguridad, de llevar el control de las cosas, mientras los hombres son supuestamente los que quieren "libertad". Por supuesto, si insisto en que el personaje es una mujer, a algunos lectores no les va a resultar creíble.

Pero existe la presunción de que un narrador en primera persona no identificado debe pertenecer al mismo género que el autor (por eso se supone que tenemos que identificar el género al iniciar el relato, para que nadie se confunda) y mi nombre es obviamente femenino. Espero que eso les dé a los lectores la misma distancia que yo tengo con la historia, porque aún no estoy segura a que género pertenece el personaje y pienso que eso es bueno para mí y para mis lectores. Se me ocurre que confundir a los lectores acerca del género del protagonista es probablemente algo bueno.

Cat: ¿Qué les dirías a los lectores de F&SF que dicen: "Yo no soy feminista pero...", lo que parece ser un comentario muy común en estos días? ¿Eres post-feminista?

Nancy: Yo soy feminista. No sé cómo alguien puede ser post-feminista, ya que los cuestionamientos planteados por el feminismo están todavía con nosotros. Quizá necesitamos una nueva palabra para reemplazar la expresión feminismo, aunque sea para dar un nuevo estímulo a los planteos críticos, pero no debería ser un término que implique que el feminismo ha terminado.

Mi reacción hacia los lectores de F&SF que dicen "Yo no soy feminista pero..." es la misma que respuesta doy a cualquiera que lo diga: "Si notas discriminación en contra de las mujeres, es tiempo de convertirte en feminista".

Cat: ¿Puede un escritor llegar a escribir algo que no esté, en mayor o menor grado, relacionado con problemáticas feministas?

Nancy: Probablemente no. Las problemáticas feministas subyacen hasta tal punto en lo que sucede ahora mismo en nuestra sociedad, que surgen a pesar de las intenciones del escritor. Lo mismo se puede decir de problemáticas relativas a clases sociales o a razas. Si dejas a las mujeres (o a los afroamericanos, los pobres, etc, etc), fuera del relato, la ausencia resulta obvia, aunque el escritor no haya pretendido sostener algo al respecto.

Cat: ¿Trabajas con un grupo de escritores cuyas críticas son modeladas por el feminismo? ¿Existe gente en la que confías especialmente para que te guíe cuando estás explorando problemáticas feministas en una historia?

Nancy: En realidad no trabajo con un grupo concreto de escritores, más bien solicito críticas de otros escritores, tanto hombres como mujeres, cuyas opiniones valoro. Generalmente, no pido comentarios directos sobre feminismo o sobre cualquier otra cuestión política en mi narrativa. He descubierto que si que estoy muy enfocada en temas feministas, alguien lo mencionará. Me inclino a confiar en mi propio juicio sobre los temas, y principalmente busco críticas para descubrir si he hecho lo que pensé que estaba haciendo.

Estoy más interesada en el análisis feminista de la pieza publicada, porque generalmente me muestra las cosas que yo no sabía que estaban en la historia y lleva a una nueva conversación. No estoy segura de que quiera saber todas esas cosas mientras todavía estoy trabajando en la historia; podría trabar la continuación del trabajo.

Cat: ¿Una escritora feminista, en sus textos, tiene obligaciones hacia el feminismo? ¿Con qué frecuencia se compromete, o debe comprometerse, con temas feministas?

Nancy: En materia de ficción soy una purista. Un escritor de ficción sólo está comprometido con la historia que narra. Pero no creo que las personas escriban en el vacío, en su escritura se refleja necesariamente quiénes son. Los escritores que realmente son~feministas, probablemente tendrán~que tratar las cuestiones planteadas~por el~feminismo aun cuando no hayan planeado hacerlo. Eso es particularmente cierto con las escritoras, para quienes el feminismo es al mismo tiempo algo político y personal. Evitar en forma consciente temas feministas, es una forma de compromiso. Temo que muchos escritores son muy poco sofisticados al tratar el feminismo en sus historias. En algunos casos, parece como si hubiera sido agregado para ser políticamente correcto. Tal vez esto suceda porque esos escritores piensan que estamos en una etapa post-feminista, y que todo lo que tienen que hacer para ser correctos en temas de género es ubicar a una mujer en el rol principal y proclamar a la sociedad como no sexista. Me da vergüenza ajena cuando leo libros, supuestamente ambientados cientos de años en el futuro, en los cuales el personaje femenino resulta tener las mismas inquietudes y preguntas de cualquier mujer que podrías encontrar hoy en día por la calle. No estoy segura de que esos libros sean un gran adelanto con respecto a las historias de la así llamada Edad Dorada, en las cuales los autores asumían que, no importaba cuantos siglos hubieran pasado, las relaciones entre ambos sexos no iban a cambiar. Las mujeres que realmente crezcan en una sociedad sin prejuicios de género, no van a tener las mismas problemáticas que tú y yo tenemos. Además, sospecho que vamos a terminar definiendo una variedad de géneros antes de que terminemos de hacer payasadas con el genoma y comprendamos lo que podemos cambiar. La actual dualidad quedará tan pasada de moda como la idea de que las mujeres no pueden cuidarse por sí mismas. Los escritores que dan más que un simple apoyo simulado al feminismo, probablemente se encontrarán lidiando con esas preguntas sin haber planeado realmente hacerlo.

Cat: ¿En qué estás trabajando ahora?

Nancy: Como siempre, estoy escribiendo de todo un poco. Sospecho que tendría una carrera más estable si actuara en forma más focalizada, pero no soy buena para eso. Siempre estoy escribiendo cuentos. Últimamente he escrito varios cuentos cortos y tengo media docena de historias a medio escribir, en las que tengo que volver a trabajar.

Estoy posteando regularmente sobre temas políticos en el blog "In This Moment". Eso lleva demasiado tiempo, pero evita que me la pase protestando sin alguien que me oiga. También me enseña muchas cosas sobre el hecho de escribir; encuentro que casi todos los tipos de escritura y de edición me enseñan algo más sobre como utilizar las palabras para decir lo que realmente quiero decir. Tengo una novela que estoy tratando de vender e ideas para varias más. Pero mi próximo gran proyecto va a ser de no ficción. Estoy trabajando en una propuesta para un libro provisoriamente titulado Taking Care of Ourselves: Self Defense as a Positive Way of Life. Dejará en claro que la lucha es sólo el uno por ciento de la defensa personal; las verdaderas claves para protegerse a sí mismo tienen más que ver con prestar atención y confiar en los propios instintos. No necesitas ser la heroína luchadora del día para cuidar de ti misma. Este libro es el resultado de mis años de entrenamiento en artes marciales, especialmente aikido, pero no será sobre técnicas. Es un libro sobre ideas.


Título original: The Revelation of Gender
http://scififantasyfiction.suite101.com/article.cfm/the_revelation_of_gender
Traducción del inglés: María del Pilar Jorge y Claudio Biondino.

Ilustrado por Valeria Uccelli
Axxón 171 - febrero de 2007

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