Editorial - Axxón 176

Con el tiempo uno aprende...
Por Eduardo J. Carletti, editor de Axxón


Estoy engripado, con pocas fuerzas y mucho por hacer. Siento cansancio en todo el cuerpo y al tipear me equivoco. Pero el Editorial debe salir, porque el número de Axxón debe salir, así son las cosas. Así que, echando mano a los trucos y recursos que un editor debe aprender, aprovecho y vuelco en este editorial un texto que me pasó un amigo. No estoy seguro de si es del autor que está a la firma... Pero si no lo es, igual vale...

No es ninguna primicia, se puede encontrar en muchos lugares de Internet. Y en muchas versiones...

Es un texto que a algunos le parecerá escrito para otros. Sin embargo, yo creo algún día a todos les llega. Como muchas cosas que pasan por ahí afuera, tiene mucho, pero mucho que ver con lo que nos pasa por dentro. ¿Por qué no ponerlo, si Dino (el amigo que me lo pasó) me lo pasó, seguro, porque el texto, junto a la música (de Piazzola) y a las imágenes (de Van Gogh), le pareció hermoso.

Y sí, opino igual...


Después de un tiempo uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma;

Y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender...

Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas; y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos.

Y uno aprende a construir sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes... y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.

Y después de un tiempo, uno aprende que, si es demasiado, hasta el calor del sol quema.

Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... con cada día uno aprende.

Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.

Con el tiempo también aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.

Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado.

Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes.

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.

Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.

Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido.

Desafortunadamente, esto lo aprendes sólo con el tiempo...

Jorge Luis Borges (?)


Un gran saludo y hasta el próximo mes...

Eduardo J. Carletti, 7 de agosto de 2007
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