Eduardo J. Carletti, director de Axxón
¡Señores y señoras, deben saber que este ejemplar de la revista es la 200ava edición de Axxón! No, no estoy loco, ¡recuerden que comenzamos la numeración desde cero!
De todos modos, hemos instituido que el festejo será el mes próximo, cuando alcancemos el número 200 en la numeración real, y en el mes en que cumplimos 20 años de existencia.
Así que no me voy a extender más en este tema.
Estuve pensando varias palabras clave para definir (o mejor dicho, definirme) lo que voy a decir en este editorial (que no es el editorial número 200 que escribo, ya que hubo algunos escritos por otras personas cercanas a Axxón).
Una de las palabras es... "enajenación".
Otra es "ficción".
Una tercera es "naturaleza".
Y una que importa mucho es... "amor" (pensar que hay gente a la que no le gusta nada que se hable de él).
La quinta es "vergüenza".
Y la sexta... "cansancio".
Como escritor, puedo jugar un poco. Por ejemplo, armando un párrafo:
La ficción no es más que una forma de enajenación, porque nos aparta de la naturaleza y nos lleva a mundos que otros podrían calificar como un delirio. Lo que importa es el amor que sentimos no sólo a estos mundos, sino a los efectos que producen en nosotros.
No hay que sentir vergüenza de lo que imaginamos, de las ficciones por las que tanto amor sentimos, porque son un reflejo de lo que tenemos dentro, un espejo en el que miramos nuestros miedos y nuestros deseos. Se puede sentir cansancio por el mundo en
que nacimos, pero tenemos una puerta para escapar, y tomar el vuelo que deseamos.
Pero esto no es lo que iba a decir.
Pensándolo bien, lo que iba a decir es muy de este mundo:
Estoy cansado de este mundo. Vivimos en medio de la enajenación, nos mienten, nos manipulan, nos crean un entorno de ficción que cumple con los deseos de otros, no los nuestros.
Sin embargo, no es que sean magos: nuestra naturaleza ayuda en esto. Escuchamos lo que queremos oír, y negamos lo que no nos gusta. Jamás hacemos grandes esfuerzos para comprender al otro. El otro es un enemigo, un competidor, una oposición, una molestia.
No hay mucho amor en este mundo; en ese entorno falso que nos han creado, el amor es una debilidad, lo sienten y lo expresan los perdedores, los que son vencidos, los tontos.
Bien, estoy cansado de todo esto. Lo digo de verdad, no es ficción.
Yo creo que el amor es lo más fuerte que existe, tan importante que oponiéndose a esa canción que dice algo contrario no se puede vivir sin amor.
Con amor y con vergüenza, y luchando con todas las fuerzas que la naturaleza nos puso enfrente, contra el cansancio y la enajenación del mundo, hemos hecho esto: se llama Axxón.
Ahora lo están leyendo, es una revista, un sitio, un pequeño mundo muy sólido, no de ficción, pero que sin embargo contiene una cantidad tan grande de ficciones que puede llevar una vida recorrerlas.
Quizás exagero, como siempre. Los mundos que surgen de nuestro interior no siempre coinciden.
Pero ya escribí lo que debía...
Con esas palabras que propuse.
Eduardo J. Carletti, agosto de 2009
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