Revista Axxón » «Hasta que la muerte nos separe», E. N. Loizis - página principal

¡ME GUSTA
AXXÓN!
  
 

 

 

 GRECIA

Jennifer miró estupefacta al hombre que estaba sentado frente a ella.

—Disculpa, ¿me repites lo que dijiste?

—Soy un vampiro.

—¿Tú, un vampiro?

—Sí.

—Como en… ¿muerto?

—Preferimos el término no-muerto.

—Como en beber sangre, dormir cabeza abajo, vivir para siempre, ¿ese tipo de cosas?

—Básicamente.

—¿Algunos otros detalles que debería conocer?

—Brillo en el sol, así que sólo puedo trabajar de noche.

Jennifer deseó irse a su casa, pero no podía. Casa era donde su ex estaba teniendo sexo con una barbie llamada Candy. Candy. Sonaba como el sobrenombre de una stripper, no como la razón por la que su vida se había desmoronado. Jennifer notó que sus manos estaban temblando y que su entrevistado la miraba fijo con ojos saltones. Si no hubiera estado tan desesperada por encontrar un barman que reemplace a Félix, probablemente ahora estaría acosando a su némesis y a ese sucio traidor con el que había desperdiciado sus mejores años de maternidad.

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Ilustración: Pedro Bel

Jennifer encendió un cigarrillo e intentó imaginar al hombre frente a ella mordiéndole el cuello a Candy, chupándole la vida. Ella no podría. El asunto es que él era increíblemente petiso. Y como si eso no fuera suficiente, parecía desnutrido y le faltaban un par de dientes. ¿Cómo cornos podría penetrar en la carne con dientes faltantes?

—¿Cómo era que te llamabas?

—Bob.

—¿Sólo… Bob?

—Sí.

La paciencia de Jennifer comenzaba a agotarse. “Igor” hubiera estado bien. “Vladimir” todavía mejor. Carajo, hasta se hubiera conformado con un “Edward”. Pero un vampiro llamado “Bob” era peor que una stripper llamada “Candy”.

—Escúchame, Bob. ¿Cómo puedo confiar en ti? No puedo tener… bueno, tenerte a vos sirviendo tragos con tantas personas—un tenedor libre—alrededor, ¿o sí?

—No debe preocuparse por eso. — Bob relució una sonrisa orgullosa, llena de espacios vacíos. –Sólo me alimento de animales. Roedores, para ser exacto.

—¿Comes ratones?

—Ratones, ratas, ardillas. La gente extrañará a Bola de Nieve, su gatito peludo, pero a nadie le importa una rata anónima.

—¡Qué… considerado! —dijo Jennifer. De todos los vampiros en el mundo, me toca entrevistar a uno que está en rehabilitación.

Jennifer se paró y estrechó manos con Bob. –Gracias por tu tiempo. Te haré saber mi decisión.

Bob se fue y Jennifer encendió otro cigarrillo. Los rulos rubios y estúpidos de Candy probablemente estuvieran cubriendo la pelvis de Jack ahora. El cigarrillo quemaba despacio, a medida que Jennifer trataba de detener el temblor en su mano.

Si tan sólo pudiera encontrar a alguien como Bob, pero menos patético. Alguien fuerte. Amenazante. Que guste de los dulces. Alguien que no tuviera problema en volverse un Gary Oldman e ir tras esos sinvergüenzas. Félix entró justo en el momento que ella estaba apagando su cigarrillo.

—¿Has tenido suerte?—preguntó mientras se acercaba a la barra para comenzar a limpiar para la noche.

—No todavía, pero estoy trabajando en eso.

Ella abrió su laptop y empezó a escribir:

Urgente: se necesita barman fuerte y aventurero. Perfiles con antecedentes criminales tendrán prioridad. Compensación adicional por horas extras en la madrugada disponible para individuos con motivación extra. Bienvenidos aquellos con dietas alternativas. Sólo horario nocturno. Contactar a Jennifer.

Actualizó el texto en la página de búsquedas laborales, con una enorme sonrisa mientras hacía clic en enviar.


Este cuento fue publicado originalmente en inglés, en Stupefying Stories Showcase en octubre de 2014.

Traducción: Matías Carnevale



E. N. Loizis es una escritora griega atrapada en el cuerpo de una traductora técnica que vive en Alemania. Sus cuentos han sido publicados en Stupefying Stories, Apocrypha and Abstractions, y Freeze Frame Fiction. Pueden encontrarla en http://www.enloizis.com y Facebook: https://www.facebook.com/enloizis/.

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