Taller Literario Gratuito de Axxón
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CUENTOS Y COMENTARIOS

Taller abierto

Cuento en análisis 0002 (semana del 20 al 26 de agosto de 2004):


¿Necesita disculparse acaso la Entropía?
Daniel Tasé Guerra

Muerte se aproxima despacio al pequeño grupo de formas de vida, todavía insatisfecha su curiosidad acerca de ellos y su reciente intromisión en Caos. Tal vez por esto tenga que actuar tanto.

Esta línea de pensamientos le disturbó, olvidando momentáneamente al grupo. Su misión, ¿cuál es realmente su misión?, ¿qué se esconde tras la Ley? “Todo obedece a la Ley”, está claro, pero ¿por qué? Intensa amargura le invade mientras se sumerge en sus cavilaciones. Una rápida expansión de débiles ondas le advierte de otro jugador en escena.

‘Allá viene Azar, a éste sí que le divierte cualquier cosa’, piensa y se detiene en el centro del grupo. Alerta, porque de algo sirve la experiencia, finge no interesarse en el recién llegado a medida que inspecciona las formas de vida y las construcciones artificiales en derredor. Bastante jóvenes, los seres, aunque duran muy poco comparados con otros órdenes. Pueden distinguirse claramente las vibraciones que producen ellos mismos y algunos objetos que los acompañan.

El de apariencia más frágil se yergue y gesticula con sus tentáculos; parece dirigirse a todos, pero Muerte sonríe al sentir el flujo de ondas empáticas que le acopla con otro del grupo, perteneciente a la configuración reproductiva complementaria. Su distracción le impide darse cuenta a tiempo que de Azar brotan incontables emisiones hacia todo lo que les rodea, del calor que ha aumentado en un grupo no muy lejano, de los otros que se les suman llegados en un artificio móvil, del pequeño objeto en uno de sus tentáculos, de la fuerte y corta vibración y del silbido y el pequeño metal desplazándose veloz por el aire.

Cuando intentó proteger al ser ya era tarde, el proyectil se había alojado en el esferoide superior, donde se sabía radicaba el centro director en ese nivel de formas de vida. Con rabia lanzóse contra Azar pero ya éste se encontraba en cualquier lugar excepto allí. Despotricando contra la Ley, rodeó a la ya extinta entidad en lo que sabía un inútil intento de rebelión.

Si pudieran, algunos humanos hubieran visto que de los muchachos que poco antes oían música y recitaban versos sólo quedaban el flaquito aquel a quien el azar dispuso que una bala le interrumpiera al mismo tiempo declamación y vida, la pequeña y romántica pelinegra ya ronca de gritar su dolor y un extraño fulgor que a ambos rodeaba, y este fulgor, la muerte, lloraba.

Daniel Tasé Guerra
12 de junio de 1999
2:00 PM - 5:04 PM


Comentarios:

Eduardo J. Carletti:
El cuento "¿Necesita disculparse acaso la Entropía?" es difícil de leer. En parte se puede deber a mi cansancio mental, pero estoy casi seguro de que las frases están complicadas de gusto.

A veces por errores, como cuando falla el tiempo verbal :

"Esta línea de pensamientos le disturbó, olvidando momentáneamente al grupo"

debería ser "Esta línea de pensamientos le disturba, olvidando momentáneamente al grupo" También hay problemas de puntuación, para mi gusto.

La idea podría funcionar, lo que no sé es si se le quita toda esa complejidad de frases, cómo queda la historia. Supongo que igual podría ser interesante.

Sorpresiva no, los que hemos leído mucho estamos esperando que después de esos juegos de palabras que disfrazan la realidad se retorne a la terminología común y "descubramos" que el alien era una hormiga (es un ejemplo).

Estoy muy cansado hoy, cansado mentalmente, así que, Daniel, no me hagas demasiado caso.

Eso sí, me gustaría ver el cuento con las frases simplificadas, divididas en ciertos casos en oraciones más cortas, en otros casos dadas vuelta para que no expresen cosas al revés, lo que me obliga a volver a atrás y releer, bueno, un pulimiento, digamos.

No sé si alguien quisiera hacerlo para ayudar. Yo me lo propuse pero de verdad estoy fuera de estado hoy.


Amos Josepher:
Estoy totalmente de acuerdo con Eduardo en sus apreciaciones y no estoy cansado. Tal vez en mi caso se deba a una falta mía. Pero traté de su superarlo releyéndolo varias veces y aunque se me hizo un poco más claro no alcancé a entender apropiadamente como para 1° poder emitir una opinión y 2° poder hacer el ejercicio con sinceridad.

Para hacer esto último es necesario un mínimo de comprensión.

Diré que es lo que me traba. Comenzando con el título, tengo entendido, si mal no recuerdo, que entropía está relacionada con el envejecimiento normal de las cosas.

Y en este relato no hay una nada que se relacione con esto. Por el contrario se da a entender que hay una reunión no muy definida de gente joven, supongo, pasa un automóvil y alguien dispara con resultado fatal. Puedo entender lo de la muerte y el azar, pero quizás su autor Tase Guerra tendría que ayudarnos a lograr esa comprensión dándonos una clave más, pues sino me temo que muchos de nosotros nos quedemos en ayunas y con las ganas, pues me intriga y sinceramente quisiera entenderlo en forma cabal.


Daniel "DA" Tasé Guerra:
Saludos.

Colegas, riéndome he leído las opiniones de Carletti y Amos J. sobre mi relato... Y me asombra que hayan soportado más de una lectura del mismo. Ambos notaron que está escrito remedando un test al lector, bueno, así quise que fuera.

Ya que estoy en la PC sólo durante los días de trabajo, les prometo que el lunes o martes próximo daré una pista (pequeñísima) que les guíe en la lectura. Y espero que no me digan lo mismo que un amigo cuando le expliqué el relato: "¡Coj***da, hubieras escrito eso y no lo otro!"

Daniel "DA" Tasé Guerra


Dominguez Nimo, Hernán:
Me pasa lo mismo que a Eduardo y Amos. Supongo que la dificultad de lectura se debe en gran parte al uso de términos rebuscados desde la descripción, en el punto de vista de la "muerte", para poder lograr la mirada de extrañamiento.


Laura Mansilla:
Bueno, bueno, es la primera vez que intervengo en un análisis de textos.

El tema lo conozco. Pero la narración es muy complicada. Y si lo fue para mí, una mujer de 40 años, como será para los más jóvenes, donde todos es deprisa, light y claro.

No puedo establecer que fue lo que me confundió más. Si la sintaxis, semántica o lenguaje. Creo que fue el lenguaje, la elección de palabras. No me gusta releer los cuentos. Sino los entiendo desde el principio, corro el riesgo de abandonarlos... o lo que es peor leo el final...

Y eso pasó. Leí primero el final y volví a leerlo, de adelante para atrás. Y lo releí dos veces (todo un logro).

Lo que saco en limpio, es que el autor piensa que no hay destino, hay azar. Que la pobre Muerte no sabe quien es.... menuda cosa, yo creía que nada es azar, y que Muerte siempre sabe a quien matar....

Espero poder conectarme más seguido...

Pero volveré a releer el cuento hasta que lo entienda ¡Canejo!

PD: para mí cuanto más sencilla sea la narrativa, más efectiva será para el lector. Necesitamos más lectores. Y las nuevas generaciones no se detienen demasiado a pensar "Qué quiso decir este tipo?!"


Eduardo J. Carletti:
Yo no estoy de acuerdo en ningún acto posterior a la lectura del cuento, a no ser que el autor lo reescriba y ahí lo leeremos de nuevo. No creo que debamos instituir ningún juego de ocultaciones y misterios que los autores luego deban aclarar. Es mi opinión, claro, y nada más.



Sergio Gaut vel Hartman:
Justamente estoy chateando con Daniel y hemos quedado en que no aclarará nada. El resultado del trabajo se verá en el cruce que se produzca en los comentarios


Laura Mansilla:
¿Por qué el autor debería dar pistas sobre su obra? Claro está salvo que sea una obra interactiva... que se vaya gestando a partir de los comentarios interlineales de los lectores.

Un cuento gusta o no. Atrapa o no. Ya sea por trama, o por estilo narrativo. Es trabajo del lector activo sacar lo mejor de una obra para su propio provecho, y eso si le interesa.

Quizá el propósito de Daniel sea, justamente, que nos devanemos los sesos tratando de pensar que es lo que quiso decir releyéndolo, ya he creado imágenes en mi mente... bueno algo es algo.



lucasbl3:
Suponiendo un texto hecho y derecho, tal vez ya publicado (digital o en papel), es de esperar que el mismo se defienda por sí solo. Eso es, nosotros los lectores no tendríamos que contar con la eventual intervención del autor para darnos pistas.
Ahora bien, también podemos pensar que, después de todo, este es un relato que está pasando por un taller, luego supongo que sería razonable que queden varios cabos sueltos. En ese sentido, no estaría en contra de que el autor nos tire algunas pistas o sugerencias para ayudarnos a entender mejor las ideas que trata de contar. A partir de esas pistas nosotros podríamos sugerirle algunos cambios en el relato que ayuden a que el mismo cierre mejor.


Laura Mansilla:
¿Es para desmenuzar entonces la cosa? (Es la primera vez que lo hago!!) Veamos.

"Muerte se aproxima despacio al pequeño grupo de formas de vida, todavía insatisfecha su curiosidad acerca de ellos y su reciente intromisión en Caos. Tal vez por esto tenga que actuar tanto."

Como lo hubiera hecho yo... ¿es así?

Muerte se aproximaba de manera lenta, acercándose al pequeño grupo de formas de vida. Su curiosidad, aún permanecía insatisfecha, Caos era un mundo muy nuevo para ella. Quizá fuera esa la razón por la que tenía que actuar una y otra vez.

¿Hay que reescribir el cuento?


Daniel Tasé Guerra:
Pues entonces cerrado el caso. Debí comprender que sí el moderador lo introdujo así, es porque así son las condiciones del ejercicio. Cero aclaraciones, cero cambios y cero arreglos; ni una coma. Aquí está el texto de la semana, "destripadlo", dijo Sergio.

Visto así lo veo muy correcto, para eso es un Taller de escritura.

A trabajar.


Ruben Mesias Cornejo:
Hola Daniel

Soy Ruben Mesías Cornejo, vivo en el Perú y también escribo cuentos, aunque no tan cortos como los tuyos.

Fijate que el cuento me agrada en su planteamiento. Resulta divertido, que divertido, desopilante es la palabra concebir el asesinato de la Muerte. Eso nos libraría a los humanos de conocer su rostro, y nos permitiría la llave de la eternidad, claro esta que hablando siempre en clave simbólica.

El demérito del relato radica en su sintaxis, en la construcción de sus frases que a resultan oscuras a la lectura.

Felicitaciones y un saludo desde el Perú.


lucasbl3:
Bueno, no sé. Yo más que nada me refería a una cosa que habían discutido antes, sobre si era prudente que Daniel mandase algunas "pistas" sobre el cuento para entender las ideas que él quiere transmitir.
Lo que yo comentaba era que a mí me parecía bien, en base a esas ideas nosotros tal vez podríamos ayudarlo a hacer retoques que le permitan expresar mejor esas ideas, si es que eso es necesario.
¿Se entiende lo que digo?


Omar Vega:
Creo que el cuento es rescatable y tiene ideas buenas, pero se debe trabajar mucho más. Para mí lo principal es mejorar la claridad, lo cual es indispensable cuando el relato en sí es misterioso. Creo que debes mejorar un poco las expresiones, trabajándolas con más esmero. Por eso me tomé la libertar de rescribir tu cuento de una manera de hacerlo, a mí entender, más legible. Si lo analizas párrafo a párrafo verás que lo único que intenté fue disminuir la ambigüedad lo más posible, tratando de dejar todos los elementos de fantasía, que son lo valioso de tu historia. Con (>) está el cuento original y sin marcas lo que te propongo. Dime qué te parece.

Omar Vega

Adjunto lo dicho:

>¿Necesita disculparse acaso la Entropía?

¿Necesita disculparse la Entropía?

> Muerte se aproxima despacio al pequeño grupo de formas de vida, todavía insatisfecha su curiosidad acerca de ellos y su reciente intromisión en Caos. Tal vez por esto tenga que actuar tanto.

La muerte necesitaba satisfacer su curiosidad sobre ellos, por lo que se acercó lentamente al grupo de formas de vida. Necesitaba saber más sobre la reciente intromisión en Caos; por eso se decidió a actuar.

> Esta línea de pensamientos le disturbó, olvidando momentáneamente al grupo. Su misión, ¿cuál es realmente su misión?, ¿qué se esconde tras la Ley? “Todo obedece a la Ley”, está claro, pero ¿por qué? Intensa amargura le invade mientras se sumerge en sus cavilaciones. Una rápida expansión de débiles ondas le advierte de otro jugador en escena.

Por un instante se sintió confundida, olvidándose de aquel grupo para concentrarse de lleno en su misión. Pero ¿Cuál era realmente su misión? ¿Qué hay tras la ley? Es claro que “Todo obedece a la Ley”. Pero, ¿Por qué? Sumida en sus propios pensamientos, una inmensa amargura le embarga, pero pronto vuelve a la realidad, cuando la percepción de un frente de ondas le advierte que otro jugador ha entrado en escena.

> ‘Allá viene Azar, a éste sí que le divierte cualquier cosa’, piensa y se detiene en el centro del grupo. Alerta, porque de algo sirve la experiencia, finge no interesarse en el recién llegado a medida que inspecciona las formas de vida y las construcciones artificiales en derredor. Bastante jóvenes, los seres, aunque duran muy poco comparados con otros órdenes. Pueden distinguirse claramente las vibraciones que producen ellos mismos y algunos objetos que los acompañan.

“Allá viene Azar, a quien sí le divierte cualquier cosa”, piensa detenida en medio del grupo. Alerta, por supuesto, ya que de algo sirve la experiencia, finge no interesarse en el recién llegado. La muerte se toma su tiempo para inspeccionar las formas de vida que tiene a su alcance y la arquitectura que le rodea. Piensa que se trata de seres bastante jóvenes, con futuro sin duda, aún cuando viven muy poco si se les compara con otras especies. La muerte distingue claramente las vibraciones que producen esas criaturas, así como también las de algunos de sus objetos.

>El de apariencia más frágil se yergue y gesticula con sus tentáculos; parece dirigirse a todos, pero Muerte sonríe al sentir el flujo de ondas empáticas que le acopla con otro del grupo, perteneciente a la configuración reproductiva complementaria. Su distracción le impide darse cuenta a tiempo que de Azar brotan incontables emisiones hacia todo lo que les rodea, del calor que ha aumentado en un grupo no muy lejano, de los otros que se les suman llegados en un artificio móvil, del pequeño objeto en uno de sus tentáculos, de la fuerte y corta vibración y del silbido y el pequeño metal desplazándose veloz por el aire.

El más frágil se yergue y gesticula con sus tentáculos mientras se dirige al resto. Mientras, la Muerte lee sus mentes y se alegra saber que su flujo de ondas psíquicas se ha acoplado a uno que esta en aquel grupo; miembro de una casta reproductiva diferente. La Muerte no se percata que al mismo tiempo Azar lanza sus propias emisiones telepáticas a todos quienes le rodean. La muerte percibe el calor de más seres que llegan en un artefacto móvil, y detecta un pequeño objeto metálico que uno de ellos porta. Entonces se siente un silbido mientras un proyectil es lanzado en mortal trayectoria.

>Cuando intentó proteger al ser ya era tarde, el proyectil se había alojado en el esferoide superior, donde se sabía radicaba el centro director en ese nivel de formas de vida. Con rabia lanzóse contra Azar pero ya éste se encontraba en cualquier lugar excepto allí. Despotricando contra la Ley, rodeó a la ya extinta entidad en lo que sabía un inútil intento de rebelión.

Cuando intentó proteger al ser ya era demasiado tarde, pues el proyectil había traspasado el cráneo esferoidal alojándose en el centro nervioso de la criatura. Con rabia la Muerte trató de alcanzar a Azar, pero este había huido. Blasfemando contra la Ley, lo que sabía era una rebeldía inútil, se acercó al cadáver.

>Si pudieran, algunos humanos hubieran visto que de los muchachos que poco antes oían música y recitaban versos sólo quedaban el flaquito aquel a quien el azar dispuso que una bala le interrumpiera al mismo tiempo declamación y vida, la pequeña y romántica pelinegra ya ronca de gritar su dolor y un extraño fulgor que a ambos rodeaba, y este fulgor, la muerte, lloraba.

De los muchachos que poco antes oían música y recitaban verso sólo quedó tendido en el suelo el muerto y la hembra de cabellos obscuros. Emitiendo un extraño fulgor, la Muerte lloraba.

Cuento de: Daniel Tasé Guerra -12 de junio de 1999


Amos Josepher:
Quedé pensando en el hallazgo más importante de Tase Guerra. Esa Muerte tan sensible que se contradice amando la vida, que llora cuando debe cumplir con su tarea. Merece ser destacada. Increíblemente original. Es todo un personaje digno de una tragedia griega. Se encuentran todos los elementos para que el autor se tome el trabajo, porque no creo que le falte capacidad para hacerlo. Incluso Caos, Azar y los simples mortales que son como marionetas del destino. Sería una pena que Daniel no retomara el cuento y le diera un acabado, merece la pena. Que no dude en tomar los aportes que crea le sirven. Sería hermoso leerlo después.


MaGnUs:
Quizas está escrito de una forma muy compleja, pero lo cierto es que yo no entiendo nada...


Jorge De Abreu:
Leí varias veces "¿Necesita disculparse acaso la Entropía?" y coincido con los pocos comentarios que pude leer el viernes antes de retirarme del trabajo (hoy en la mañana me encontré con 40 mensajes de correo y no he tenido tiempo de leerlos, así que puedo pecar de repetitivo). No pienso que un relato pueda o deba ser clasificado por el número de veces en que necesita ser leído para comprenderlo, eso podría valer para malos relatos tanto como para obras maestras; pero en este caso el balance es negativo. No releí el relato para comprenderlo, pues el argumento está claro. Lo releí con el fin de poder apreciar dónde estaban las fallas de construcción que me sonaban discordantes cuando leía el cuento de corrido. No sentí ese fluir continuo de la historia, equilibrado, con todo en su lugar y nada de sobra, que siempre deja colar un cuento que se cuenta solo y no opone obstáculos al lector.

Hay demasiadas digresiones de Muerte sobre el propósito de su misión, sobre la famosa Ley, sobre Caos, sobre Azar... digresiones, allí está la principal falta de "¿Necesita disculparse acaso la Entropía?". Digresiones que rompen la narración, añaden más incógnitas a una ecuación demasiado mezquina en datos...

Así que abundan personajes, motivaciones, conceptos, todos sin definir, todos incógnitas que se manejan como claves, como códigos del autor, que el lector debe dilucidar (demasiado para un relato de 400 palabras).

Creo que eliminando muchas de las dudas y cavilaciones expresadas por Muerte, dejando que la acción simple y llana cuente la historia; reduciendo el número de claves y códigos (Ley, Caos... mejor describirlos que nombrarlos) se contribuiría a aligerar la carga que debe soportar el cuento para hacerse digerible.

Desde el punto de vista conceptual se me hace complicado entender el papel de Muerte en la trama. Muerte es la expresión biológica del sino entrópico. Toda forma de vida es una especie de "ofensa" a la entropía, un continuo reto al destino del Universo. Así que el dolor de Muerte, dolor ante el fin de uno de los organismos y específicamente su intención de protegerle, perece un contrasentido al carácter del significado de la existencia de Muerte. Obviamente esta consideración es muy personal, pero creo que Daniel debe intentar justificar las motivaciones de Muerte, justificar su actitud rebelde contra todo lo que ella representa.

Bueno, mis palabras finales son que el relato es interesante, su presentación promete pero parece hecha de buenas a primera sin una revisión minuciosa de la primera versión; revisión que hubiera corregido muchos de los hilos sueltos, de los conceptos sin definir y de las situaciones inexplicables. Me gustaron muchas frases sueltas, la descripción de algunos eventos vistos por alguien ajeno a nuestra humanidad y códigos culturales, pero son, como dije, sólo frases sueltas y no consolidan el cuento.

Una buena revisión debería mejor notablemente el producto.


 

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