Thespis
De Enciclopedia de la Ciencia Ficcion y Fantasia argentina
Thespis, relatos. Carlos Octavio Bunge. Buenos Aires: Biblioteca de La Nación, La Nación, 1907 228 páginas. Serie: Materias: Autores: 11,2 x 16,5 cm.
Prólogo: Al volver Baco de las vendimias, seguíale brillante séquito de faunos y ningas. Y los corifeos del dios ventrudo y coronado de pampanos, del dios de los árboles frutales y las vías, cantaban su canción báquica, narrando hechos y casos...
Thespis, el "divino" creador, invento entonces la sustitución del coro por un hombre viviente, de carne y hueso, que simulara y mimase los hechos y los casos. El fué este hombre. Y para representar su serie de encarnaciones, cambiábase sucesivamente de trages y de máscaras de lino. Actor único, personificaba hombres y mujeres, viejos y niños, reyes y mendigos. El coro se limitaba a replicarle.
Autor al mismo tiempo que actor, Thespis es el padre del teatro griego, la tragedia y la comedia, la máscara de Esquilo y la de Aristófanes. Por eso pudo Dioscoride escribir en su tumba el siguiente epitaño:
Aqui estoy yo, Thespis. Fui el primero en inventar el canto trágico, cuando Baco traía el carro de las vendimias, y era propuesto en premio un lascivo macho cabrio, con un cesto de higos áticos. Nuevos poetas han cambiado la forma del canto primitivo; otros, con el tiempo, lo embellecerán todavía. Pero el honor de la invención siempre queda para mi.
Tendrás eternamente razón, oh glorioso Thespis. El honor de la invención te pertenecerá siempre. Yo, hijo de tierras que no hay conocido y de una civilización que no pudiste sospechar, lo reconozco; y te rindo homenaje, poniendo tu nombre al frente de este libro...
Pues este libro es un manojo de cuentos y fantasías, escrito en los más varios estados de ánimo. Presenta, puedo decirlo, distintos personajes y diversos estilos.
Por mi rostro han pasado también las máscaras de lino, ya trágicas, ya cómicas... ¿No es acaso todo escritor-- poeta, dramaturgo ó novelista, la sucesiva encarnación de sus personajes? El siente, actúa y habla por ellos, ellos por él. Un autor es un actor en silencio... Su "sinceridad" no es más que su aptitud de sugestionarse con las máscaras que se suceden sobre su rostro.
¡Sedme pues propicios, oh manes de Thespis, padre común de todos los poetas, dramaturgos y novelistas...
Al poner mi libro bajo tu nombre, pido al buen árbol bueno sombra.
"Buenos Aires, Diciembre de 1906".