Guerra, Fuertes y Radios Piratas
Comenzaba la Segunda Guerra Mundial. La flota germana tenía como objetivo principal al Reino Unido. Para ese entonces el puerto de Londres era uno de los más activos del mundo y por ende se convertía en un objetivo primario para las tropas del Tercer Reich. Un ataque directo a Londres era difícil y osado, así que decidieron atacar antes, en el estuario del río Támesis. Excelente oportunidad para probar su nueva arma: la mina magnética. Y tuvo su éxito, al menos al principio. Básicamente, la mina magnética detona cuando se acerca un objeto metálico de grandes proporciones, sin necesidad de contacto físico. Durante los primeros meses hundieron a más de cien embarcaciones mercantes y militares. Pero los ingleses pronto encontraron una solución y dotaron a sus embarcaciones de un equipo antimagnético que neutralizaba el magnetismo del casco de la nave, además de desarrollar su propia versión de dichas minas. Pero más allá del problema en sí, era evidente que la salida al mar del río que bañaba las costas londinenses era un punto débil y había que hacer algo al respecto.
El arquitecto civil Guy Anson Maunsell encontró la solución. Pensó en defender el estuario construyendo fuertes. En medio del mar. La idea en un principio fue rechazada pero no tardó en hacerse oír y demostrar que no solo era factible, sino práctica y rápida de hacer.
Guy Anson Maunsell, el arquitecto
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Sus proyectos fueron aceptados y sus planos apenas modificados antes de que se encargara la construcción de cuatro fuertes a la empresa Holloway Brothers, situada en Gravesend, Kent. Estos fuertes estaban constituidos por dos columnas de concreto reforzado de ocho metros de diámetro. En su interior contaban con siete pisos habitables para las 120 personas que podían llegar a albergar, además de depósitos para municiones, combustible y víveres. En la parte superior tenían una fortificación de acero, el centro de control, con radares y sistemas de comunicaciones, más cuatro torretas de defensa.
Estos fuertes eran flotantes, al menos por un tiempo. Por debajo de las columnas había un casco vacío que los dotaba de esta capacidad. Tres remolcadores los llevaron por el río Támesis desde Gravesend hasta unos kilómetros de la costa británica. Allí fueron literalmente hundidos. El casco base fue inundado, compartimiento por compartimiento hasta que los fuertes tocaron las arenas del fondo del mar. Los cuatro fuertes fueron llamados: Knock John, Tongue Sands, Sunk Head y por último, Roughs Tower. El primero se instaló en Febrero de 1942 y el último en Junio del mismo año.
Plano del fuerte y su hundimiento para quedar finalmente instalado
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Fueron puestos en funcionamiento inmediatamente después de su instalación y tan buena fue la impresión que causaron que le pidieron a Maunsell que diseñara otros fuertes para ampliar la defensa del Támesis. Estos nuevos fuertes estaban compuestos de siete construcciones individuales unidas por cables de acero que servían para pasar de una a otra. Los sistemas de defensa y comunicaciones eran similares a los de sus predecesores, pero estos nuevos fuertes podían albergar hasta doscientos sesenta y cinco hombres. Fueron bautizados como Shivering Sands, Red Sand y Great Nore.
Los nuevos fuertes de Maunsell
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Durante la guerra, todos estos fuertes derribaron veintidós aviones, hicieron estallar veinticinco bombas aéreas y detuvieron un ataque por submarino. Al terminar la misma, los fuertes fueron desocupados pero se continuó con su mantenimiento rutinariamente. Años más tarde se los declaró inservibles y en 1956 se les retiró el armamento e instrumental militar, dejándolos vacíos y abandonados. Pero pronto les encontraron utilidad.
En la década del 60 se pusieron de moda en Europa las llamadas Radios Piratas. Estas emisoras de radio no eran realmente ilegales porque solían transmitir desde embarcaciones ancladas fuera de los límites marítimos de sus respectivos países.
A principios de 1964, el cantante pop David Screaming Lord Sutch estaba planeando crear su propia radio pirata. Esto no era ni fácil ni barato, y tuvo muchas dificultades para encontrar un barco apropiado para la instalación de la emisora. Utilizó uno durante unas semanas hasta que un día, navegando por las aguas cercanas al estuario del río Támesis encontró los fuertes abandonados. Eran grandes, preparados para la instalación de equipo electrónico, y no había nadie en ellos. No dejó pasar la oportunidad y para el 27 de Mayo de 1964 su nueva emisora, Radio Sutch, ya estaba emitiendo desde el fuerte Shivering Sans. La emoción de tener su propia emisora le duró pocos días, hasta que un barco de guerra inglés ancló a pocos metros del fuerte ordenándoles que lo desalojaran inmediatamente, ya que estaban ocupando propiedad militar. Sutch y sus hombres rechazaron la orden refugiándose bajo los derechos de los ocupas, una ley inglesa que permite a personas sin hogar ocupar un edificio abandonado por tiempo limitado. Este evento no tardó en llegar a la prensa, que se puso del lado de Sutch, y sumado al tiempo que podía tardar en llegar una resolución judicial favorable para la Marina, ésta decidió retirarse de la zona y posponer el asunto por tiempo indefinido. Ganaron la batalla, pero su emisora alimentada por baterías de automóvil no pudo mantenerse por mucho tiempo y decidieron irse. El lugar fue ocupado por Reg Calvert, quien le pagó 5000 libras a Lord Sutch e instaló equipo profesional para crear Radio City en Septiembre de 1964. Dos años después se arrepentiría de haber comprado la radio mientras discutía con unos posibles compradores de la emisora y recibía un disparo mortal. La radio quedó en manos de su mujer, quien fue llevada a la corte en Febrero de 1967 por actividades radiales ilegales. La defensa dijo que cada vez que sus embarcaciones iban y venían desde el fuerte a tierra debían pasar por Aduana, así que consideraban que la radio se encontraba en aguas internacionales. Como esto no era así, se la encontró culpable y tuvo que pagar una multa de 100 libras y cesar con la transmisión inmediatamente.
Estudio de Radio Sutch, posteriormente Radio City
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Esta historia no es la única. Otras radios piratas frustradas fueron: Radio Tower en el fuerte Sunk Head, Radio Invictia en Red Sands (que luego fue Radio 390), y finalmente Radio Essex en Knock John. Esta ultima radio tiene una gran particularidad su fundador, Paddy Roy Bates. Nació en 1922 y sirvió a la Armada Británica, para luego convertirse en pescador. A pesar de que todos los intentos anteriores por instalar una radio pirata en un fuerte habían fallado, la idea seguía en pie y era reforzada por la radio pirata más famosa y la única que sigue funcionando en nuestros días, Radio Caroline, que emite desde un barco anclado en aguas internacionales. De nuevo, se instalaron los equipos de transmisión en el fuerte y todo fue bien por unos meses, hasta que se repitió la historia de Radio Sutch: se la declaró como transmisora ilegal, Roy Bates aludió que estaba en aguas internacionales, probaron que no era así, fue encontrado culpable y debió pagar una multa de 100 libras. La radio dejó de transmitir, pero unas semanas después volvió con el nombre de BBMS. Por tercera vez volvió a pasar lo mismo, juicio, culpable, multa. La radio fue cerrada definitivamente el 24 de Diciembre de 1966. Pasaron varios meses sin transmitir, cuando finalmente todo el equipo fue trasladado a Roughs Tower para comenzar de nuevo la historia, pero la radio allí nunca transmitió. La sentencia judicial decía que Knock John estaba a una milla y media del límite de aguas internacionales, pero Roy Bates tuvo que recorrer más que eso para llegar hasta Roughs Tower. Entonces fue cuando se dio cuenta de lo mucho que esto significaba: este fuerte sí estaba en aguas internacionales.
Roy Bates y su mujer, Joan, descubren Roughs Tower y su preciado secreto
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Construya usted mismo un País
Roy Bates llegó a Roughs Tower el 2 de Septiembre de 1967 y dio por finalizado casi de inmediato el proyecto de la radio. Se puso en contacto con diversos abogados para ver si la nueva idea que había tenido era posible y si podría defenderla frente a un proceso judicial, ya que no estaba dispuesto a volver a perder y menos con algo tan importante. En ese tiempo Roy se mudó al fuerte con su mujer, Joan, y su hijo Richard. Una mañana, cuando recibieron el OK que estaban esperando de los abogados, Roy, su mujer y su hijo prepararon la pintura, salieron a cubierta y escribieron en el fuerte una palabra que transformaría su idea en una realidad: Sealand. Desde ese momento, Sealand sería un principado cuyo territorio nacional era el fuerte hasta ese momento llamado Roughs Tower. Él se autoproclamó Príncipe de Sealand y a su mujer la nombró Princesa de Sealand. Era el gobernante de un nuevo Estado autodeclarado como soberano. La nueva Familia Real y todo aquel que jurase lealtad al nuevo país podría vivir en él indefinidamente. Definió el lema del principado como: E Mare Libertas (Desde el mar, libres). Pronto esta volátil idea se pondría a prueba.
Escudo del Principado de Sealand
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El 6 de Mayo de 1968 un barco británico se acercó al fuerte Roughs para arreglar una boya y Michael Bates, el hijo del Príncipe, muy concienzudo con su nueva nación, tomó este acercamiento como una provocación inaceptable y vació el calibre 22 de su padre con disparos de advertencia. La embarcación se retiró y se inició un proceso judicial en el cual se acusó a Paddy Roy Bates y a su hijo de posesión ilegal de armas y uso temerario de las mismas, poniendo en peligro la vida de los tripulantes de la nave. Tras un repaso de casos históricos para buscar un sustento en las defensas de ambas partes, el juez declara a los acusados como inocentes. Las leyes británicas sólo pueden juzgar a ciudadanos que cometan un delito dentro de territorio británico o a bordo de una embarcación que lleve su bandera. Y el fuerte está, como ya sabemos, fuera de su territorio nacional (en ese año) y ni es un barco ni lleva bandera británica. Este es, según el Príncipe Roy, el primer reconocimiento de facto de su nación. En política internacional, un reconocimiento de facto sobre la soberanía de una nación se da cuando esta establece algún tipo de relación diplomática formal con una nación previamente reconocida. Para Bates, la resolución judicial es el primer enlace diplomático, aunque en ella diga, literalmente, que Bates y su familia viven en algo llamado eufemísticamente Sealand.
Para que todos lo vean
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Pero ellos estaban absolutamente seguros de que habían creado un nuevo país y de que tarde o temprano serían formalmente reconocidos. Apostando fuerte a este proyecto, en 1969 se imprimieron las primeras estampillas postales del principado. En ese mismo año varios helicópteros fueron y vinieron desde Sealand hasta Bruselas, Bélgica, transportando correo con estampillas de Sealand. El servicio postal belga las aceptó sin ningún inconveniente, previa negociación con Sealand. Sin embargo, Sealand no pertenece a la Unión Postal Universal, organismo que regula el correo entre los distintos países, por lo que la dirección postal oficial de Sealand es: Sealand 1001, Sealand Post Bag, IP11 9SZ, UK. Esta pertenece al registro postal de la ciudad de Felixstowe, Reino Unido.
Para 1972 ya circulaban los primeros Dólares Sealandeses, la moneda oficial del principado. Mantiene desde entonces una paridad uno a uno con el dólar estadounidense. La realidad es que nunca se llegó a utilizar como moneda de cambio y sólo se acuñó una cantidad limitada de monedas en plata y oro, más que nada para coleccionismo.
Sellos postales y monedas de Sealand
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En el año 1975 se redactó la Constitución, elemento indispensable de cualquier nación. La misma dice:
1. Toda persona tiene derecho a la Libertad y la Justicia.
2. Toda persona tiene derecho a ejercer su propia creencia, siempre y cuando ésta no afecte la de otras personas ni a su bienestar.
3. La libertad de un individuo sólo puede ser restringida por un correcto proceso judicial.
4. Todos los individuos son iguales ante la ley y nadie puede sufrir prejuicios por ninguna razón.
5. El sistema legal está basado en la Ley Común Británica y la Ley Contractual.
6. Cualquier ordenanza aplicada en Sealand por medio del Senado correctamente constituido tendrá prioridad sobre tales leyes.
7. La lengua oficial de Sealand es el inglés y toda la documentación oficial debe estar en dicho idioma.
8. Todas las empresas registradas en Sealand están sometidas a las mismas leyes que cualquier individuo.
Situación geográfica de Sealand
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En Octubre de 1987, el gobierno británico amplió su límite de territorios marítimos de 3 a 12 millas náuticas. Pero dos días antes, Roy Bates hizo lo mismo, y extendió un comunicado donde informaba de la extensión del territorio de Sealand. Más allá de este hecho, según las leyes internacionales no está permitido reclamar nuevos territorios si se extienden los límites marítimos y aunque nunca se haya negociado oficialmente, en un caso de solapamiento de territorios internacionales como es este, se dividen entre los países a mitades iguales.
Tres años después ocurrió un incidente muy similar al de 1968 y de nuevo Richard Bates disparó como advertencia a un barco que se acercaba al fuerte. Estos volvieron a iniciar juicio y la corte ratificó su anterior decisión, y aunque ahora Sealand sí se encontraba en territorio británico, lo siguieron considerando fuera de su jurisdicción y volvieron a ser declarados no culpables.
Según un comunicado del departamento de la Seguridad Social Inglesa, desde 1984 ni Roy Bates, ni su mujer e hijo deben pagar impuesto alguno mientras se encuentran en Sealand.
Vista actual de Sealand
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La Guerra de Sealand
A principios de 1978, Roy Bates había entablado algunas negociaciones con el empresario alemán Alexander G. Achenbach en busca de nuevos negocios. Al principio las cosas fueron bien y Roy Bates le extendió un pasaporte a Achenbach, adoptando así la ciudadanía sealandesa. Pero las cosas cambiaron en pocas semanas.
En Agosto de ese año, mientras Roy y su mujer se encontraban en un viaje a Inglaterra para seguir buscando empresas que pudiesen explotar la situación particular del principado, Achenbach, junto a un grupo de empleados suyos holandeses, tomaron el fuerte Roughs Tower bajo el pretexto de coup d'état, una suerte de revolución llevada a cabo por los altos cargos de un nuevo gobierno. Así, Achenbach se proclamó Primer Ministro, dirigente principal del nuevo gobierno y tomó como prisionero a Richard Bates, el hijo de los Príncipes. Cuando Roy se comunicó con su hijo, éste lo puso al tanto de la situación y sin perder tiempo juntó un grupo de personas que habían jurado lealtad a su gobierno y emprendió un ataque sorpresa en helicóptero. Una noche de agosto de ese año, un grupo de personas armadas y comandadas por el propio Roy Bates recuperaron Sealand, sin causar baja alguna en ninguno de los bandos. Richard volvió a ser libre y Achenbach y sus hombres fueron tomados como prisioneros de guerra. Pasaron algunos días y Roy informó de la situación a los gobiernos de Alemania y Holanda, quienes pidieron que se liberaran sus ciudadanos inmediatamente. Roy, siguiendo la convención de Ginebra, liberó a todos los ciudadanos holandeses al declarar el fin de la guerra, pero Achenbach fue acusando de traición (era ciudadano de Sealand) y siguió prisionero. El gobierno alemán volvió a actuar y pidió a sus pares británicos que liberaran a su ciudadano. El gobierno inglés, por su parte, citando la resolución judicial del '68, dijo que Sealand estaba fuera de sus límites territoriales y que las acciones legales o ilegales que se sucedan en ese territorio no eran de su incumbencia. Frente a esta respuesta, Alemania envió un diplomático para negociar la liberación de su ciudadano. Aquí se vuelve a aplicar el principio de facto, aunque el gobierno alemán nunca reconoció a Sealand como una nación. Pasaron varias semanas antes de que los príncipes decidieran por fin liberar al rebelde, principalmente para evitar enfrentamientos con sus vecinos europeos.
Así se dieron por concluidas las acciones hostiles. Pero Achenbach no se dio por vencido y desde que volvió a Alemania estableció un nuevo gobierno de Sealand desde el exilio.
En el nombre de Sealand
En Julio de 1997 Andrew Cunanan asesinaba al diseñador Gianni Versace. Debido a la gran popularidad de la víctima y los interminables intereses hacia su imperio, la policía de Miami condujo una larga y minuciosa investigación y en ella encontró un vínculo a Sealand. Unos días antes del crimen, ambas personas, asesino y víctima estuvieron en un barco a nombre de Tensin Reisnik. Cuando la policía fue a interrogarlo, este les enseñó un pasaporte diplomático y pidió ser tratado como tal y así eludir cualquier tipo de acusación. Resultó que el pasaporte era del Principado de Sealand y tras una breve investigación vieron que era falso. Pese a todo, la policía no pudo llegar hasta los falsificadores, que se dispersaban en el mercado negro de documentos. Pero este fue sólo el primero, pronto se encontraron varios casos más de falsos pasaportes de Sealand, especialmente en los países del Este de Europa.
Todo cambió en noviembre de 1999 cuando una persona intentó estafar a una gasolinera en Madrid. Cuando llegó la policía, este exhibió un pasaporte diplomático de Sealand y, al igual que Reisnik, pidió inmunidad y ser exento de cualquier cargo. El caso pasó a la Guardia Civil que contactó con el Ministerio de Asuntos Exteriores para cerciorarse de que Sealand no era un Estado reconocido y sus "ciudadanos" no poseían inmunidad alguna. Así, la Guardia Civil española desbarató la banda que falsificaba pasaportes sealandeses. Más de 60 personas operaban en la embajada española de Sealand ubicada en Madrid y ofrecían los pasaportes por Internet. Se vendieron más de 160.000 a un precio promedio de 6000 dólares, especialmente a países del este de Europa, China y Corea. Además de pasaportes vendían permisos de conducir, ciudadanías y títulos de la Universidad de Sealand, todos, lógicamente, incoherentemente falsos. El Embajador y Regente era el ciudadano español Francisco Ruiz Trujillo, quien además había fundado varias empresas, casi todas relacionadas con el proyecto Mare Libertas, que consistía en la construcción de una gran ciudad en el principado, con un campus universitario, sistemas de transporte público, edificios habitacionales, etc. Al parecer el ideólogo de esta red fue ni más ni manos que Alexander Achenbach, aunque sobre él no han caído cargos por falta de pruebas.
Documentos confiscados por la Guardia Civil española
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La Guardia Civil llegó a tiempo, porque esta gente, que además poseía 1800 vehículos con patentes diplomáticas, estaba a punto de comprarle a Rusia 50 carros de combate M55, 10 aviones de combate MIG-23, ocho helicópteros MI24/M, tres aviones Antonov 32, 15 unidades de artillería pesada D-30, 5.000 bombas, 20 misiles antitanque y 5.000 unidades de munición Katiuska, todo por un valor superior a los 60 millones de dólares, para luego revenderlo a Sudán. Francisco Trujillo, a cargo de esta operación, también había enviado hacer uniformes de combate para Sealand, incluyendo uno a título de Coronel, reservado para él mismo, y le estaban a punto de aceptar un préstamo bancario para comprar dos Boeing y crear una compañía de vuelos.
Finalmente todos los implicados fueron detenidos y el caso cerrado a mediados del año 2000.
Opiniones encontradas
Desde hace tiempo se han realizado varios estudios y análisis sobre la soberanía de Sealand, algunos por motus proprio y otros a encargo. Aquí resumiremos algunos.
Dr. Béla Vitányi, Profesor de Leyes y Política Internacional de la Universidad de Nijmegen, Holanda. Él se basa en la definición de Estado, que para ser válido debe constar de: una población fija, un territorio definido, un gobierno y capacidad para relacionarse con otros estados. En las últimas décadas, Sealand ha contado con una población fija y Roy Bates ha implantado un sistema de gobierno, con él a la cabeza pero regido por una Constitución y una corte que eventualmente es formada para mantener un sistema judicial. La Constitución adopta las Leyes Británicas como base, algo que es normal cuando un país se "independiza". Bajo este punto de vista y habiendo afirmado más de una vez que su territorio no está bajo jurisdicción de ningún otro país, la soberanía de Sealand no está discutida.
Una resolución de la ONU votada por mayoría en 1970 dice que luego de haber analizado más de una veintena de casos, la superficie del territorio así como la cantidad de habitantes del mismo no son un impedimento para reconocer a un país como soberano. El Dr. Vitányi también afirma que la ocupación como el estado legal del fuerte antes de la misma eran completamente normales y favorables para Roy Bates, no habiendo ningún obstáculo en su contra.
Como conclusión, afirma que Sealand cumple todos los requisitos para formar un nuevo Estado, habiendo firmado y aceptado por el gobierno del mismo los estatutos de la ONU y las leyes de la Corte Internacional de Justicia, por lo que está preparada para ser aceptada como un nuevo Estado. Pero independientemente de que sea reconocida o no por las naciones establecidas, su soberanía es independiente y el poder que ejerce sobre su territorio no está afectada por esta decisión exterior.
Roy Bates
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Dr. Walter Leisner, Universidad de Nuremberg. Ratifica lo que su antecesor, además de confirmar que tanto Inglaterra, Alemania, Francia y Bélgica aceptaron pasaportes diplomáticos sealandeses y concedieron visas a sus ciudadanos, dando este hecho como reconocimiento del nuevo Estado, aunque ninguno de los Ministerios de Asuntos Exteriores de estos países hayan proclamado públicamente dicho reconocimiento. Además afirma que Sealand tiene territorio marítimo que le pertenece y que no afecta ni entra en conflicto con el territorio Inglés y en caso de una disputa, sería fácil de resolver bajo las leyes marítimas internacionales.
Así también lo creen dos consultoras estadounidenses especializadas en derecho internacional.
Sin embargo, Matt Rosenberg, autor de varios libros de geografía y columnista estrella de la sección de geografía de About.com, afirma que Sealand no es un país de verdad. Porque para serlo debe cumplir con los siguientes requisitos:
1- Tiene un territorio nacional con límites reconocidos internacionalmente. Aquí, al autor de la nota dice que no cumple con el requisito, hecho que no es del todo cierto. Para empezar asegura que este tipo de instalaciones no pueden ser consideradas territorio válido para una nación. No hay ninguna ley internacional que lo niegue específicamente, como sí lo hacen con embarcaciones e islas artificiales. Este fuerte no es ninguna de las dos cosas, si bien es artificial no es ni una isla ni una embarcación. También afirma que se encuentra en aguas inglesas; no tiene en cuenta que la expansión del territorio inglés ocurrió años después de la ocupación del fuerte (y la declaración de soberanía) y que en estas expansiones no se pueden reclamar nuevos territorios y, por último, dice que este fuerte fue construido por los británicos y a ellos les pertenece, cuando la ley marítima internacional dice claramente que en caso de construir cualquier instalación en aguas nacionales o internacionales, esta debe ser desmantelada inmediatamente después de ser utilizada y el gobierno británico no lo hizo, dejándola abandonada por más de 20 años, lo que da una legitimidad absoluta a la ocupación del fuerte.
2- Debe tener población permanente. Aquí también afirma que no, aunque reconoce que siempre vivió alguien (o los Príncipes o su hijo) pero que los tres siempre mantuvieron la ciudadanía inglesa. Esto último es cierto: se lo conoce como doble ciudadanía (recordemos que varios países aceptaron y dieron por válidos los pasaportes sealandeses), lo que invalida su afirmación.
3- Posee una economía activa y organizada. No, y es cierto, hasta HeavenCo no había habido ninguna actividad económica oficial e internacional.
4- Tiene algún tipo de educación social. Sí, si alguno de sus habitantes la tiene.
5- Posee un sistema de transporte para mercadería y personas. No, no posee.
6- Hay un gobierno que provea servicios públicos. Sí.
7- Es soberano. Afirma que no, pero ya hemos visto que otros opinan lo contrario.
8- Posee reconocimiento internacional. Aquí también es discutible; hay varios reconocimientos de facto, pero ninguno oficial.
La conclusión de Rosenberg es que, claramente, Sealand no es un país de verdad, según sus términos.
Sealand espera el mañana para su reconocimiento definitivo
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Finalmente creo que Sealand tiene las características necesarias para ser considerado más que la idea de un radioaficionado pirata, es algo real e irrefutable, pero los gobiernos son precavidos y no quieren ofrecerle un poder tan grande (la Soberanía Internacional) a un Estado con un currículum como este. Pero es una buena pauta y un buen caso a estudiar si alguno de nosotros, cuando seamos grandes, queremos fundar nuestro propio país.
MÁS DATOS:
Sitio oficial de Sealand
Radios piratas
Documentos de Sealand
Opinión de Matt Rosenberg
(Traducido, adaptado y ampliado por Alejandro Moia de diversos sitios de Internet)