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ZAPPING 0087, 11-05-2002


La materia "extraña"

Cuando se estaba por detonar la primera bomba atómica en 1945, algunas personas se oponían porque creían que semejante energía, liberada en la atmósfera, podría generar una reacción nuclear en cadena que encendería todo el planeta. Los científicos sabían que no sería así, de modo que hicieron estallar su artefacto y nada de lo temido ocurrió.
      Hace muy poco se estrenó un nuevo acelerador de partículas, el Relativistic Heavy Ion Collider (RHIC, en español Colisionador relativístico de iones pesados) en el Brookhaven National Laboratory de los EUA. Una de las razones de la fabricación de este supercolisionador fue el interés de los científicos en recrear situaciones que se presentaron en el comienzo del universo, durante los primeros instantes del Big-Bang. Las leyes físicas que describen la materia bajo esas condiciones no son conocidas a las perfección, por lo tanto no se puede definir exactamente qué se puede esperar de un experimento así. ¿Se podrían presentar situaciones catastróficas que pusieran en riesgo a nuestro mundo?
      El RHIC acelera iones de oro hasta un 99,5 % de la velocidad de la luz, que como todos sabemos es el límite absoluto al que se puede acelerar un objeto material. A esta velocidad, dos haces de iones que se mueven en direcciones opuestas chocarán entre sí y, piensan los científicos, se podrían crear nuevas formas de materia.
      Las partículas que se llamaron durante mucho tiempo "fundamentales" están compuestas, en realidad, de otros componentes, los quarks. En un núcleo atómico normal hay dos clases de quarks, los "up" (arriba) y los "down" (abajo). Los choques de chorros de iones pesados pueden generar una tercera clase, llamada "strange" (extraño), que es el componente principal de un tipo de materia que se ha bautizado como "strange matter" (materia extraña). Esta materia extraña se presentaría en forma de pequeñas agrupaciones, como grumos, llamadas "strangelets", que podrían interactuar, en teoría, con los átomos normales, liberando energía y convirtiéndolos en más materia extraña que se agregaría a los grumos. El proceso podría continuar sin límite, de modo que un "strangelet" podría crecer y crecer, convirtiendo cada vez más materia normal en materia extraña, hasta haber mutado al mundo entero en un planeta de "materia extraña".
      No es CF, es física nuclear. Por cierto que se parece mucho a los horrores de películas como "The Blob", en la que una extraña "criatura" pastosa, surgida de un profundo pozo, avanzaba incorporando personas, casas y todo tipo de objetos a su masa.
      Hay dudas sobre este posible escenario: no es tan probable que el RHIC llegue a producir colisiones tan energéticas como para crear estos grumos o "strangelets" (aunque hay pequeña probabilidad... y esto es suficiente). Tampoco es seguro que los "strangelets" puedan durar lo suficiente como para unirse con el resto del núcleo atómico (y producir la propagación) antes de caer en alguna otra forma. Además, es necesario que las colisiones produzcan "strangelets" cargados negativamente, pues es la única manera de que sean atraídos hacia los núcleos de los átomos, que tienen carga positiva. Si los "strangelets" tuvieran carga positiva serían repelidos por los núcleos y el proceso no se produciría.
      Para nuestra tranquilidad, Jes Madsen, de la University de Aarhus, Dinamarca, nos informa que no estamos tan cerca del Día del Juicio Final. Ha calculado que no hay probabilidad de que se produzcan "strangelets" con carga negativa de suficiente tamaño a partir de las colisiones de iones pesados. Los que se produzcan con carga negativa —cosa muy improbable, por otra parte— serán demasiado pequeños como para producir el temido efecto de "contagio". Esperemos que no se equivoque.
      El tema de las formas extrañas de la materia ha tomado actualidad en estos días debido al anuncio de la NASA de la detección por medio del Observatorio Chandra de rayos-X de una estrella supermasiva (RX J1856), cuya masa y tamaño hacen sospechar que estaría compuesta de una rara materia en la que no existirían los átomos y partículas que conocemos, sino una "sopa" de quarks. A este tipo de materia también se le llama "strange matter" o materia extraña, aunque no es la misma que hemos descripto más arriba.
      Será el tema de un próximo Zapping.

Madsen, J. Intermediate mass strangelets are positively charged. Physical Review Letters



            


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