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26/ago/02
Un meteorito gigante que
impactó en la Tierra hace 3.500 millones de años pudo haber sido la causa de
una devastación masiva que afectó en desarrollo de la vida, según informaron
científicos de las universidades de Stanford y del Estado de Louisiana.
Un meteorito gigante podría haber
demorado la aparición de la vida en la Tierra
(Reuters) Investigadores de dos universidades norteamericanas
informaron en Science que un meteorito dos veces más grande que el
asteroide que se cree que borró a los dinosaurios de la faz de la Tierra hace
65 millones de años habría golpeado contra un fino estrato de roca y polvo,
causando inundaciones a escala planetaria y olas que barrieron los continentes
en su etapa temprana.
El equipo de la Universidad de Stanford, en California, y la Louisiana State
University juntaron y relacionaron las evidencias provenientes de un antiguo
estrato de roca encontrado en Australia y Sudáfrica. "No tenemos idea
dónde fue el impacto real dijo Donald Lowe, un profesor de Geología de
Stanford que colaboró en el estudio.
Gary Byerly, geólogo de la Louisiana State University, dijo que el meteorito
que estudiaron era uno de de varios que llegaron a la superficie más o menos al
mismo tiempo, cuando la Tierra era joven, relativamente caliente y poblada sólo
por bacterias.
"Eran objetos en el rango de los 20 a 50 kilómetros de diámetro. Esto
significa que tenían dos a cinco veces el tamaño del objeto que causó la
extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años dijo Byerly en una
entrevista telefónica. Estos impactos fueron muy grandes. Cambiaron realmente
el curso de la evolución de la Tierra". El estudio no establece qué
cambios podrían haberse dado.
Bacterias emergentes.
Lowe explicó que aún no está claro cuál fue el efecto que este impacto tuvo
sobre las bacterias emergentes. A diferencia de los dinosaurios, las bacterias
sí pueden existir en condiciones extremas. Hoy en día se las encuentra en las
profundidades de los océanos, donde no llega la luz, enterradas a kilómetros
debajo de la superficie, en el hielo antártico y en surtidores sulfurosos.
"No hubo una gran extinción, parecida a la de los dinosaurios", dijo
Lowe.
Las capas de sedimento que los geólogos estudiaron estaban ubicadas en la
franja de roca verdosa eruptiva en Barberton, Sudáfrica, y en el bloque Pilbara
al oeste de Australia. Ambos lugares poseen rocas formadas hace más de 3 mil
millones de años, cuando el planeta tenía apenas mil millones de años. Los
depósitos contenían circones y metales raros como el iridio, muy común en
meteoritos. "Los circones son los mejores amigos de los geólogos porque
son muy resistentes a los cambios y contienen información acerca de la edad de
las cosas que pueden remontarnos a los orígenes del sistema solar",
explicó Byerly. Un equipo de investigadores en Stanford dató los circones en 3.470
millones de años. "Podemos estudiar estos sucesos verdaderamente antiguos
yendo a unos pocos lugares de la Tierra donde existen estas rocas", dijo
Byerly.
Un mundo diferente
Según Byerly y Lowe, la roca que seguramente provino del cinturón de
asteroides entre las órbitas de Marte y Júpiter habría impactado en una
Tierra muy diferente a la que hoy conocemos. "Seguramente no había
continentes extensos como los que tenemos hoy, sino más bien microcontinentes
piezas muy pequeñas de corteza tipo continental", explicó Lowe. En
este contexto, el océano sería poco profundo, cerca de dos millas de
profundidad.
"A un meteoro de 20 kilómetros de diámetro sólo le tomaría un segundo o
dos pasar a través del océano e impactar en la roca del fondo explicó Lowe.
Esto seguramente generó olas enormes, de kilómetros de alto, que comenzaron a
desparramarse a partir del punto de impacto, causando inmensas cantidades de
erosión y haciendo pedazos el fondo del océano."
Byerly aseguró que fueron encontradas algunas evidencias de esta erosión en
Australia. El sedimento encontrado parece pertenecer al meteorito mismo y a la
zona de cráter que produjo al caer.
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Gracias Laura Siri.
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