1/Jul/03 Descubren un nuevo tipo de rayos Un grupo de científicos descubrió un secreto asombroso en el cielo: gigantescos rayos que salen despedidos hacia arriba desde la cima de las nubes y se internan casi sesenta millas en la porción superior de la atmósfera. (Wired News) A diferencia de los rayos y relámpagos que habitualmente vemos en el cielo, los recién descubiertos chorros de luz se diseminan por el aire y forman figuras parecidas a árboles gigantes o zanahorias de unas cincuenta millas de altura, según un estudio realizado por investigadores de Taiwán. "Estas cosas son espectaculares, asombrosas, y recién ahora las encontramos", dice Walt Lyons de FMA Research en Fort Collins, Colorado, científico especializado en la atmósfera cuyo tema de estudio son los rayos y relámpagos. "Es como si un equipo de biólogos anunciara el descubrimiento de una nueva parte del cuerpo humano ilustra Lyons. Pensábamos que sabíamos todo lo que había allá arriba y, oh sorpresa, resulta que no es así." Para el estudio, dirigido por Han-Tzong Su de la Universidad Nacional Cheng Kung de Taiwán, se colocaron cámaras muy sensibles a la luz en el extremo sur de la isla que captaron imágenes de cinco chorros de luz gigantescos que salían disparados hacia arriba desde nubes cargadas de electricidad situadas sobre el Mar del Sur de China, en julio de 2002. Los enormes chorros suelen desaparecer en menos de un segundo y son muy difíciles de ver a simple vista, explican los científicos. El estudio, publicado el jueves último en la revista Nature, también halló que los cuatro chorros generaban ondas radiales de frecuencia ultrabaja, que podrían interferir con las comunicaciones radiales globales, señaló Victor Pasko, ingeniero eléctrico de la Universidad de Pennsylvania. "Ahora sabemos que esta clase de fenómenos puede producir algún tipo de perturbación en esas señales radiales," asegura Pasko, quien escribió un comentario sobre el estudio para la revista Nature. En la década de 1990, Pasko documentó otra forma de descarga eléctrica (los chorros azules) que también van hacia arriba pero no alcanzan semejantes alturas ni se diseminan tan lejos como los registrados en el nuevo estudio. En 1989, también se descubrió otra forma de descarga de gran altura, los sprites o espectros. A diferencia de los estudiados en la nueva investigación, los sprites se generan por encima de las nubes cargadas de electricidad y se extienden una distancia promedio de veinticinco o treinta millas antes de disiparse muy por encima de la cima de las nubes, según Umran Inan de la Universidad de Stanford, quien no participó del último estudio. "A diferencia de los sprites, estos chorros de energía observados por el grupo de Taiwán son más intensos y muestran una clara conexión entre las nubes cargadas de electricidad y la distante atmósfera superior," puntualiza Inan. En la década de 1990, los científicos encontraron abundantes pruebas de la existencia de sprites, pero estos chorros de dirección ascendente nunca fueron detectados, tal vez porque quizás sólo se produzcan sobre los océanos, especula Inan. Se cree que las diversas formas de descarga eléctrica de gran altura no representan peligro alguno para la navegación aérea, porque se extienden por una superficie muy vasta de la atmósfera superior, llamada la ionósfera, señalaron los investigadores. Dado que los transbordadores espaciales atraviesan la ionósfera, Lyons sugiere que convendría que la NASA investigara estos fenómenos, aunque es improbable que representen una amenaza para las naves. Si bien no se han realizado estudios para analizar si las diversas formas de descarga de gran altura afectan la química de la atmósfera superior, los científicos sospechan que desempeñarían algún papel en la formación del ozono. Los investigadores señalan que el descubrimiento de estos nuevos chorros ascendentes cambiará los modelos computacionales de la atmósfera. También serviría de ayuda para que los satélites militares no tomen fenómenos de orden natural por explosiones realizadas por seres humanos. "Surgen interrogantes como, ¿confundirán estos fenómenos a los sensores que se encuentran en el espacio?" plantea Lyons. Más información:Duendes, elfos y raras entidades en la atmósfera |