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9/Jul/03

Ondas gravitacionales permiten mantener la integridad de los pulsares milisegundo

(El Mensajero de los Astros) La radiación gravitacional, origen de las ondas que fabrican el espacio en la predicción de Albert Einstein, pueden servir como un impulsor del tráfico cósmico, protegiendo a los pulsares de su disgregación por un aumento vertiginoso de su giro. Los pulsares, las estrellas con la velocidad de rotación más rápida en el Universo, son los remanentes de estrellas colapsadas, que contienen la masa del nuestro Sol en una esfera de unos dieciséis kilómetros de tamaño.

Algunos pulsares ganan velocidad tirando del gas de una estrella cercana, alcanzando tasa de rotación de cerca de una revolución por milisegundo, o cerca del 20% de la velocidad de la luz. Estos pulsares de "milisegundos" podrían disgregarse si aumentan mucho más su velocidad.

Usando el satélite explorador de rayos X Rossi RXTE de la NASA, los científicos han encontrado un límite de cuán rápido un pulsar puede rotar y especulan que la causa es la radicación gravitacional: cuanto más rápido rota un pulsar, más radiación gravitacional puede liberar, así, su exquisita forma esférica se vuelve levemente deformada. Esta puede controlar la rotación del pulsar y salvar al pulsar de su desintegración.

Más información:
Einsteinīs gravitational waves... (con interesantes animaciones)