29/Ene/04

Insectos beneficiosos: las abejas podrían ayudar a curar enfermedad de Alzheimer

TEMAS: Biología, Zoología, Entomología, Insectos, Hymenoptera, Himenópteros, Abejas, Apis mellifera

Científicos de la Universidad Nacional Australiana (ANU) en Canberra dicen que la investigación que se está llevando a cabo en la memoria de las abejas de la miel puede ayudar a la ciencia a desarrollar una cura para la enfermedad de Alzheimer.

Los investigadores explicaron que sus experimentos, realizados para analizar cómo los aromas disparan la memoria de las abejas, han revelado que los insectos regresan a una fuente de alimento como un rosal o un árbol de limones luego de percibir el familiar perfume.

Una de las científicas que comandan la investigación, la doctora Judith Reinhard, dijo que este trabajo demuestra que el recuerdo asociativo tiene un rol en la supervivencia de las abejas.

Ella dijo que descubrimientos de este tipo, como los logrados por su equipo, pueden ayudar a los científicos a lograr una mejor comprensión del cerebro humano y de sus enfermedades.

"Porque una vez que nosotros entendamos qué moléculas y qué genes son los que están involucrados en la formación de la memoria en el cerebro humano, entonces podremos apuntar a esos genes para ayudar a la gente que sufre la enfermedad de Alzheimer", dijo.

La enfermedad de Alzheimer produce una disminución lo suficientemente grave de las funciones intelectuales como para interferir con la capacidad para llevar adelante las actividades de la vida diaria. Es la más común de las demencias y científicamente se la define como tal. La enfermedad de Alzheimer es progresiva, degeneradora del cerebro y provoca deterioro de memoria, de pensamiento y de conducta. La persona que la padece puede experimentar o sentir confusión, desorientación en tiempo y en espacio, cambios en la personalidad y de conducta, alteraciones en el juicio, dificultad para encontrar palabras; finalizar ideas o pensamientos y para seguir instrucciones. Finalmente incapacita a quien la padece a cuidar de sí mismo.

Al ser atacadas por el mal, las neuronas que controlan la memoria y el pensamiento se deterioran, interrumpiendo el paso de mensajes entre ellas. Estas células desarrollan cambios distintivos: placas seniles y haces neurofibrilares (degeneraciones del tejido cerebral). La corteza del cerebro (principal origen de las funciones intelectuales) se atrofia, se encoge y los espacios en el centro del cerebro se agrandan, reduciendo por lo tanto su superficie.

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