07/Jun/04 Insectos benéficos: invasión de abejas en diversos sitios poblados de España TEMAS: Biología, Zoología, Entomología, Insectos, Hymenoptera, Apidae, Abejas, Apis mellifera La primavera y verano en Europa traen algunos riesgos en los sitios donde hay colmenares cercanos a los lugares con población humana Los Bomberos de la Comunidad de Madrid han atendido desde el pasado mes de abril más de cien avisos de ciudadanos que llamaron por la aparición de enjambres de abejas en sus viviendas o inmediaciones. De 120 actuaciones, 87 se realizaron en el mes de mayo, 16 en abril y el resto, durante los días 1 y 2 de junio. El pasado verano, los Bomberos de la Comunidad intervinieron en 382 casos de aparición de enjambres de abejas en lugares habitados. Los bomberos recomiendan avisar inmediatamente al teléfono de emergencias 112 cuando se detecte la existencia de estos enjambres y aconsejan no acercarse a menos de 20 metros del lugar hasta la resolución del problema por parte de la dotación desplazada.Asimismo, recomiendan cerrar las puertas para evitar que las abejas puedan volar a otras habitaciones de la casa, y se debe actuar de la misma manera cuando el enjambre se encuentre en aleros de tejados o lugares próximos a la vivienda. Los Bomberos cuentan con especialistas en la materia, que estos días imparten cursos de actuación con abejas a oficiales y a bomberos de intervención. El fenómeno, habitual cada año con la llegada de la primavera, está considerado de urgencia tanto por la amenaza de picaduras como por la alarma social que la aparición de los enjambres supone en una vivienda. En los pisos y casas, los lugares más comunes donde pueden aparecer los enjambres son los falsos techos, los huecos de las persianas, tiros de chimeneas o cualquier sitio que ofrezca una cámara de aire, aunque también es habitual encontrarlos en los aleros de tejados, los jardines y los huecos de árboles. En Navarra, anunciaron que han aumentado las salidas del Consorcio de Bomberos por este motivo. Según informó el Gobierno, los ciudadanos pueden encontrarse con dos tipos de enjambres de abejas: por un lado, el enjambre propiamente dicho, una bolsa de forma ovalada que puede adosarse a la pared, pender de un árbol o fijarse en el suelo y que reúne a un grupo de abejas que está de paso, en busca de una instalación definitiva. Y por otro, los paneles de abejas, ya instaladas y trabajando en acumular cera, que se localizan habitualmente en los cajones de las persianas, en los tabiques tipo tambor o en huecos existentes entre viviendas. En cualquiera de los dos casos, la recomendación es no acercarse ni molestar a las abejas, ya que rara vez atacan a las personas si no se sienten amenazadas. Las autoridades o los propios vecinos deben acordonar la zona para que nadie pase cerca de ellas (si se trata de una habitación, que permanezca cerrada). Se debe dar aviso, a la mayor brevedad, al teléfono 112 de Sos Navarra para que los bomberos se desplacen hasta el lugar y se lleven el enjambre. Los bomberos prefieren actuar en estos casos al atardecer o de noche, cuando todas las abejas están de regreso en el enjambre o en los paneles. Los bomberos trabajan equipados con un traje de apicultor, guantes, rejilla para proteger el rostro y otras medidas de precaución. Si se trata de un enjambre en busca de un lugar para fijar sus paneles, basta con que los bomberos encajonen las abejas, sobre todo la abeja reina, a la que siguen todas las demás, y se lleven los insectos para solucionar el problema. Si se trata de paneles ya instalados, los bomberos tratan en primer lugar de rescatar las abejas y llevárselas del lugar; pero si no es posible extraer todos los insectos, se fumiga un veneno inocuo para las personas pero mortal para las abejas. En todo caso, las abejas que se logran recuperar en cada intervención son entregadas a los apicultores que así lo hayan solicitado a los distintos parques de bomberos repartidos por toda la Comunidad foral. Cabe recordar que la primavera y el inicio del verano son las épocas en las que se concentran los casos de problemas con las abejas, ya que éstas, con la llegada del buen tiempo, comienzan a preparar sus reservas energéticas de cara al próximo invierno. En Alincante, vecinos de calle San Mateo dieron aviso ayer a la tarde de que decenas de abejas volaban a metro y medio del suelo en esa calle. Según las fuentes de la policía, los insectos constituían un «grave peligro», por lo que se tuvo que cercar la zona para evitar el acceso hasta la llegada del apicultor responsable. Sobre las 17.00 horas el incidente volvía a producirse a la entrada del hotel Castilla de San Juan.
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