22/Jun/04 Insectos vectores: elevado número de casos de malaria en Ecuador TEMAS: Biología, Zoología, Entomología, Insectos, Diptera, Culicidae, Plasmodium falciparum, Anofeles albimanus Comunican los medios de prensa de Ecuador que el área Dos de Salud, que cubre los cantones Quevedo, Mocache, Valencia y Buena Fe de ese país, ha registrado 269 casos de malaria entre el 15 de mayo y las dos primeras semanas de junio. Hasta el momento hay 1.769 casos de malaria en los cuatro cantones, lo que demuestra que los planes preventivos no han surtido efecto. Valencia es el cantón más afectado por la epidemia de malaria. La mayoría de la población habita en el sector rural, donde las bananeras son una fuente de vectores, según afirma el jefe del Área de Salud, Marcos Romero. En los barrios marginales los solares cubiertos de maleza y las charcas de agua son criaderos permanentes de mosquitos, comentan los vecinos. “Hemos pedido a la Alcaldía que limpie los solares y arregle las calles, pero no atiende nuestro clamor”, anota Miriam Chávez, dirigente del barrio 24 de Mayo, de la parroquia Venus del Río Quevedo. Las lluvias caídas en los últimos días incrementaron la presencia de los insectos vectores y no hay rociados para combatirlos, añade Sonia Ramírez, del barrio Pro Mejoras de la parroquia San Camilo, en Quevedo, quien actualmente está con tratamiento contra la malaria. El Servicio Nacional de Erradicación de la Malaria tiene limitaciones logísticas y de personal para cubrir todo el norte de Los Ríos, según una fuente de la institución. La malaria es una enfermedad parasitaria que se transmite de un humano a otro por la picadura de mosquitos, específicamente del género Anofeles (en Ecuador el vector principal es Anofeles albimanus, Diptera: Culicidae). En los humanos, los parásitos (llamados esporozoítos) migran hacia el hígado, donde maduran y se convierten en merozoítos, los cuales penetran el torrente sanguíneo e infectan los glóbulos rojos. Los parásitos se multiplican dentro de los glóbulos que, al cabo de 48 a 72 horas, se rompen e infectan más glóbulos rojos. Los primeros síntomas se presentan por lo general de 10 días a 4 semanas después de la infección, aunque en ocasiones se pueden presentar en un lapso de 8 días hasta 1 año después. Los síntomas de la enfermedad ocurren en ciclos de 48 a 72 horas. La mayoría de los síntomas se originan por la liberación masiva de merozoítos en el torrente sanguíneo, por la anemia causada por la destrucción de glóbulos rojos y por los problemas debidos a las grandes cantidades de hemoglobina libre que invaden el torrente sanguíneo luego de la ruptura de los glóbulos rojos. La transmisión de la malaria también puede ser de forma congénita (de la madre al feto durante el embarazo) y por transfusiones sanguíneas. La malaria se puede trasmitir por intermedio de los mosquitos en zonas de clima templado, pero el mosquito desaparece cuando llega el invierno. Esta enfermedad constituye un problema mayor de salud en gran parte de los países tropicales y subtropicales. El CDC (Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos) calcula que cada año se presentan de 300 a 500 millones de casos de malaria y que más de un millón son fatales. Es la enfermedad de mayor riesgo para las personas que se desplazan hacia climas cálidos. En algunas regiones del mundo, el mosquito que transmite la malaria ha desarrollado resistencia ante sustancias insecticidas, mientras que el parásito ha desarrollado resistencia a los antibióticos. Esto ha llevado a la dificultad de controlar tanto la tasa de infección como la diseminación de la enfermedad. De las cuatro especies de parásitos existentes, la malaria producida por Plasmodium falciparum destruye una mayor proporción de glóbulos rojos en comparación con las otras especies y se considera una forma mucho más seria de la enfermedad. Puede resultar mortal a las primeras horas de aparición de los primeros síntomas. La malaria constituye uno de los mayores problemas de salud pública del Ecuador, y una de las mayores causas de morbilidad de la población que vive en áreas de riesgo. Esta área, para el 2001 alcanzaba 6.786.345 habitantes (52,5% de la población) distribuidos en 18 provincias. El comportamiento epidemiológico de la malaria en los últimos años muestra un incremento en número de casos así como en la expansión geográfica. El índice de incidencia parasitaria anual (IPA) entre los años 1998-2000 pasó de 6,8 a 13,7 por 1000 habitantes, detectándose epidemias en áreas donde no se notificaban casos con anterioridad. En el año 2000, con un subsidio de TDR/WHO/OPS, se iniciaron estudios de eficacia de los antimaláricos en las provincias de Oro y Esmeralda. Los resultados preliminares de esos estudios indicarían casos de Plasmodium falciparum resistentes a la cloroquina. Más información:Malaria
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