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06/Jul/04

Insectos vectores: Malaria en Honduras

TEMAS: Biología, Zoología, Entomología, Insectos, Aedes aegypti, Diptera, Culicidae, Plasmodium falciparum

Plasmodium falciparum (La Prensa, Honduras) - El campesino Florencio Cordón, 54 años, tiene en alerta a las autoridades de Salud Pública en seis municipios de Santa Bárbara, Honduras, tras haber sido reportado como el primer caso de malaria producida por el parásito Plasmodium falciparum.

Esta enfermedad, transmitida por insectos hematófagos, es fulminante, de alto riesgo, y de no existir control se puede desatar una epidemia dejando como resultado decenas de miles de personas muertas. El mal es producido por un mosquito o zancudo similar al que provoca el dengue hemorrágico. La diferencia es que estos insectos son de color negro y muy difíciles de identificar.

Este insectos pone de 150 a 200 huevos diarios y los deposita en cualquier lugar de aguas estancadas, mientras que el Aedes aegypti (Diptera: Culicidae) busca agua limpia y tiene mayor cuidado al poner sus huevecillos.

La persona que es picada por este tipo de mosquito entra en un proceso de fuertes calenturas que le provoca daños en el cerebro y lo puede poner al borde de la muerte de un derrame cerebral o encefalitis.

Florencio Cordón recordó que su malestar inició en enero de este año, tenía dolor de estómago, se sentía débil, desganado y con fuertes dolores de cabeza. Estos síntomas los empezó a detectar luego de trasladarse de la colonia La Primavera de San Pedro Sula a su aldea Zopote 1 en San Marcos Santa Bárbara.

Contó que llegó como pudo a la casa de Elsa Bueso, una voluntaria de Salud Pública en la zona, y que lo primero que hicieron fue tomarle una muestra de sangre, que posteriormente fue analizada por expertos, quienes detectaron la enfermedad.

El zancudo transmisor de la enfermedad empezó a proliferar y de enero a la fecha se han detectado 19 casos en varias aldeas de San Marcos, pero ninguna persona ha sido víctima mortal por la rapidez del personal de Salud Pública.

El ministro de Salud Pública, Elías Lizardo, explicó que el problema que se está presentando en varias zonas de Santa Bárbara es preocupante y es urgente que la población tome las medidas higiénicas necesarias.

Lizardo manifestó que del total de la malaria que existe en Honduras un dos por ciento pertenece a la Especie falciparum, la cual requiere de mucho cuidado.

"Esta enfermedad en Honduras no es nueva y la misma se está produciendo desde Santa Bárbara hasta Gracias a Dios, en Choluteca y Valle se reporta en menor medida".

Estimó que el ministerio hace enorme esfuerzos para reducir todo tipo de malaria. Del 2001 al 2003 ha existido una reducción de siete mil casos lo que considera un triunfo. Salud ha puesto sus mayores esfuerzos en la zona y gracias a ello se ha podido contener la enfermedad en la zona de los valles.

El ministro consideró la enfermedad como "muy peligrosa y es más peligrosa por ser una zona de mucho tránsito y estar cerca de fronteras". Para evitar la cría de zancudos y la propagación de la malaria la población debe involucrase eliminado los criaderos de aguas estancadas, "las autoridades están en la obligación de hacer conciencia del riesgo de está enfermedad".

El funcionario recomendó a la población que cuando sientan síntomas de gripe es aconsejable visitar un centro de salud porque podría tratarse de algún tipo de malaria de alto riesgo.

El coordinador del programa de vectores de Salud Pública en seis municipios de Santa Bárbara, Marco Tulio Peña, lanzó la voz de alerta, aseguró que los índices de malaria falciparum se podrían incrementar porque un significativo número de la población está infectada.

Dijo que en los municipios a su cargo: San Marcos, Macuelizo, Nueva Frontera, Azacualpa, Petoa y San Luis ya se ha girado la implementación de un cerco epidemiológico.

Los únicos 19 casos que se han presentado en las aldeas Poterillos, Zapote uno, Zapote dos, Chumbo y La Presa, en San Marcos, están bajo control y todos los infectados con el tratamiento debido. Las autoridades mantienen su vigilacia.

El experto en este tipo de enfermedad confirmó que cualquier persona al ser infectada con esta malaria puede morir a causa de un derrame cerebral. Peña manifestó que los esfuerzos que se han hecho tras la conocerse el primer caso de falciparum han sido dobles en las zonas consideradas de alto riesgo, donde se mantienen constantes programas de fumigación.

El medicamento más accesible y efectivo son las pastillas Cloroquina 150 miligramos, Primaquina adulto de 15 miligramos y Primaquina infantil de 5 miligramos. Una de las acciones que ha dado resultado para frenar por ahora la enfermedad es haber involucrado a los patronatos y todos los sectores de la sociedad.

La zona donde hay más problema es en la aldea Zapote uno, se han tomado 99 muestras en una población de 436 personas. El lugar es de alto riesgo por la abundancia de canales de agua, cerca de las cañeras de la Chumbagua.

"El contar con un buen laboratorio ha sido un aspecto muy fundamental pues de inmediato se detecta la enfermedad y se ponen en práctica las medidas de epidemiológica necesarias para evitar la propagación de la enfermedad", explicó.

El experto recomendó que cuando una persona siente dolor en las coyunturas y de cabeza no debe automedicarse, lo mejor es acudir al centro de salud más cercano para ponerse en tratamiento.

"Si la persona no es tratada a tiempo puede morir y eso es lo que estamos evitando". Los más vulnerables son los niños y los ancianos, ambos tienen débil su sistema inmunológico y no es capaz de resistir este tipo de malaria.

La malaria falciparum es más asesina que el dengue y otros tipos de enfermedad. "Es recomendable que la población evite las aguas estancadas".

Peña dijo que el cerco epidemiológico está hecho en los seis municipios y en todas aquellas zonas fronterizas, las autoridades consideran que la enfermedad está controlada.

El problema que podrían enfrentar es la escasez del producto para fumigar, porque la capacidad de vuelo del mosquito es de uno a dos kilómetros y siempre retornan al lugar de origen a criar más zancudos.

La presencia de las autoridades municipales para enfrentar el problema es poca, los ingresos que se perciben son tan reducidos que se ven imposibilitados de brindar ayuda económica.

"Si se desata una epidemia, sería catastrófico, no tenemos la capacidad de hacerle frente a la enfermedad, tendrían que venir personas de otros lados, lo que está pasando con este tipo de malaria requiere mucha atención", advirtió Peña.

El alcalde de San Marcos, Rigoberto López Aguilar, dijo que se han hecho esfuerzos para hacerle frente al brote de la enfermedad y muchas veces se dificulta la situación económica. Uno de los graves problemas que enfrentan esas zonas es la falta de un sistema de aguas negras. "Se está trabajando con la comunidad para dejar plasmado proyectos de infraestructura", añadió el edil. La municipalidad está emitiendo ordenanzas para obligar al limpiar los solares y eliminar los sitios de aguas estancadas.

En Nicaragua, al igual que en zonas tropicales y subtropicales del mundo, la malaria Plasmodium falciparum ataca sin compasión y continúa siendo una gran amenaza.

La transmisión de esta enfermedad está muy relacionada con aquellas áreas donde la humedad y las lluvias son más extensas y son zonas que han sido escenario de conflictos bélicos o disturbios sociales, con bajos índices de desarrollo social.

Este panorama obliga a muchas de las personas que residen en estos lugares a emigrar a zonas donde las condiciones para la transmisión de la malaria es propicia y que influyen en gran medida en la aparición de brotes.

En Nicaragua, la malaria falciparum se ha asentado en lugares donde no se dispone de medios para su diagnóstico ni los medicamentos necesarios, los efectos económicos que causa este tipo de enfermedad son evidentes y en las zonas rurales es donde existe un mayor problema pues afecta al trabajador del campo y a sus convivientes.

De los casos reportados en la Región Sanitaria Número Tres, cuatro son de personas que viajaron indocumentados a los Estados Unidos y fueron deportados.

La epidemióloga Delia Tercero, informó que estos inmigrantes contrajeron la enfermedad al intentar cruzar la frontera, porque en su trayecto pasaron por sitios pantanosos llenos de zancudos. Informó que la malaria por Plasmodium falciparum se les detectó hasta que fueron ingresados al hospital Mario Catarino Rivas. Allí se estableció que todos tenían algo en común: había intentado alcanzar el sueño americano.

"Hemos dado la voz de alerta a nivel central para que cuando ingresen nuevamente al país las personas que vienen de México les den el tratamiento preventivo y evitar que transmitan la enfermedad".

Tercero reveló que de los cuatro "mojados" contagiados dos son de Santa Cruz de Yojoa, uno de Chamelecón y otro originario de Tegucigalpa pero que llegó a visitar a unos parientes a El Ocotillo y allí se agravó. Dijo, que en Comayagua existen otras dos personas más enfermas que también intentaron cruzar la frontera entre México y los Estados Unidos.

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