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23/Jul/04 Insectos peligrosos: orugas venenosas en Misiones TEMAS: Biología, Zoología, Entomología, Insectos
La taturana es un tipo de larva de mariposa que tiene un veneno sumamente poderoso en la punta de los pelos que recubren su cuerpo y puede ser mortal. El roce con las espinas protectoras de la oruga taturana, que contienen un líquido venenoso, puede matar a una persona. El jardinero que localizó cientos de las peligrosas larvas fue José Romualdo Bubans, que tiene a su cargo el cuidado de varios parques y jardines de esa localidad. Bubans es un conocedor de la flora y fauna de Misiones, y tomó las precauciones necesarias. Tras documentar su existencia junto a varios vecinos, procedió a incinerar las orugas dentro de un pozo que realizó debajo del mismo árbol que las albergaba. El contacto de estas orugas con la piel causa edemas y hemorragias que se manifiestan en distintas partes del cuerpo, acompañada de un intenso y persistente dolor. Las manifestaciones clínicas son: irritación en la zona afectada, seguida de dolor y descompostura general. Luego de transcurrida doce horas pueden aparecer manchas moradas bajo la piel debido a las alteraciones en la coagulación de la sangre. El jardinero conoce de manera directa los efectos nocivos de la taturana: hace tres años uno de sus hermanos, que vive en la localidad de El Soberbio, fue afectado por uno de estos gusanos, lo que le ocasionó una larga dolencia por la cual tuvo que ser internado en un centro asistencial de Leandro N. Alem. A causa de este incidente sufrió la pérdida de la visión en un ojo. “Mi hermano casi perdió la vida por este bicho. A los pocos minutos de tener contacto con el gusano comenzó a perder sangre por los poros de la piel, en los miembros superiores y la cabeza. Se salvó porque fue internado rápidamente en San Vicente y desde allí lo trasladaron al Sanatorio Adventista en Alem”, relató el jardinero. Bubans recomendó tomar precauciones a la hora de podar una planta o sentarse a descansar en un árbol. “Siempre hay que ver cómo se encuentra la base del árbol, cerca de las raíces. Cuando hay taturanas, en la tierra siempre se encuentra una gran cantidad de excremento de color negro, explicó. “La mariposa de la cual provienen estos insectos es de color amarillo oscuro, con rayas negras y las plantas de su preferencias y de las cuales se alimentan son los naranjos, ciruelos, durazneros y peras. Generalmente se las encuentra en camadas, al principio son de color claro, blancuzcas y al pasar los días se vuelven oscuras”, destacó. En Misiones se registraron doce casos de personas afectadas con la oruga taturana en 1997. De acuerdo con datos proporcionados por colonos en febrero de 1998, en la zona Centro dos personas murieron a causa del insecto, una en San Vicente y otra en El Soberbio. Poblaciones del gusano taturana fueron encontrados en árboles frutales y otros, como el cedro, en San Vicente, Leandro N. Alem, Campo Grande y en otros municipios en Oberá. La causa de la aparición del gusano venenoso en las zonas rurales es la desaparición de los bosques nativos, ya que es natural de la selva. El gusano taturana tiene un cuerpo de fondo negro, con líneas entrecortadas blancas y marrones, y está cubierto de espinas, en forma de pequeños pinitos de color verde o marrones. Los accidentes se producen cuando el hombre toma contacto con sus espinas que contienen un líquido venenoso. Las orugas tienen como hábito agruparse de día sobre los troncos para descansar y, de noche, sobre las hojas de los árboles para alimentarse. En los momentos previos a transformarse en mariposa permanecen en los troncos y es cuando se produce la mayor cantidad de accidentes, ya que los adultos no son ofensivos. El estado de oruga dura unos tres meses, generalmente en el período comprendido entre noviembre y mayo. FUENTE: Obera on line
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Un jardinero de Dos de Mayo, Misiones, Argentina, halló cientos de gusanos taturanas (orugas de Lonomia obliqua, Lepidoptera, Saturniidae) en un
tronco de una planta ornamental mientras realizaba su trabajo cotidiano.