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11/Ene/05

Los insectos llamados "chicharritas" vuelven a dañar vides en Mendoza

TEMAS: Biología, Zoología, Entomología, Insectos, Hemiptera, Cicadidae, Chonosia cinnabarina

En la zona sur de Mendoza (Argentina), y también en departamentos del este, la molesta aparición de este hemíptero de la familia Cicadidae (antes Homoptera) ha vuelto a ser noticia.

Los insectos provocan daños a los sarmientos de la vid. La plaga está afectando a parrales de Cochagual, Punta del Médano y otras localidades del departamento Sarmiento, como también en Santa Rosa, Tupelí y Aybilí, en 25 de Mayo, en 9 de Julio y en Villa Independencia y en cercanías del río San Juan, en Caucete.

Esta "chicharrita" pertenece a las especie Chonosia cinnabarina (chicharrita de la vid) y está causando daños económicos.

Seis años después de la plaga anterior vuelve a recruceder el ataque de esta chicharra autóctona, de la familia Cicadidae, y cuyos hospederos (plantas donde se encuentra habitando normalmente) son malezas comunes de nuestra tierra, como la chilca, el pájaro bobo, el retortuño, las jarillas y otras especies de la flora espontánea.

Habita en las provincias del Centro-Oeste del país, con poblaciones importantes en Mendoza, San Juan, San Luis, Santiago del Estero, Chaco y con extensiones a La Rioja y Catamarca.

Los daños producidos por la chicharrita están presentes en las brindillas de frutales de carozo y en sarmientos de la vid. Siempre se ha manifestado con ataques ocasionales de reducido período de actividad perjudicial. No han sido realizados estudios más completos en cuanto a su biología, daños, posibilidad de control, plantas resistentes o preservación de enemigos naturales, junto a la magnitud de la incidencia de la plaga.

Las principales lesiones las causan las hembras durante las puestas de huevos, debido a las heridas que provocan en la corteza de brindillas y ramitas con el aparato ovopositor.

En esas cavidades dejan los grupos de huevos y el conjunto de posturas toma el aspecto de una costura en forma de zig-zag a lo largo de la superficie afectada. Los sitios afectados se debilitan y deja de circular la savia. De ello se deriva el secado de la parte por encima de las lesiones debido a las quebraduras por efecto de vientos o por falta de afluencia de nutrientes.

Además de las molestias generales que causan a los cosechadores de fincas, tractoristas, regadores y en general personal que se mueve por las propiedades rurales realizando sus tareas habituales.

Si bien no se sabe qué puede transmitir, se teme que sea transmisora de alguna enfermedad complicada.

Medidas de control

* Químico: Se orienta fundamentalmente a reducir las poblaciones de adultos y deben usarse productos que actúen por contacto y/o inhalación.

Otra alternativa es la aplicación de sustancias repelentes, pero no existe mucha experiencia en el uso de éstas.

Entre los agroquímicos se puede usar Caldo Bordelés al 1% como repelente; más usado es el Carbaryl 85%, en polvo mojable, y el vasto grupo de los piretroides (permetrina, deltametrina, cipermetrina, lambdacialitrina, tetrametrina, etc.), más DDVP.

Hay controles que se han realizado con éxito en Mendoza con Clorpirifós, en dosis correctas y con aplicaciones racionales.

Hay que considerar el estado actual de agroecosistema en el que vamos a incorporar alguno de los productos citados, de manera de no alterar su situación real ni provocar la inducción de otras plagas, o eliminar los controles biológicos (totalmente benéficos).

A juicio de especialistas consultados telefónicamente por la prensa, como es el caso de los ingenieros agrónomos Silvio Lanati y César Saez, que estudiaron esta plaga anteriormente en la Cátedra de Zoología Agrícola de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo y actualmente en el INTA y empresas de agroquímicos en las que investigan, "siempre hay que estar alertas cuando aparecen los adultos, que es a mediados de noviembre o primeros días de diciembre para actuar en el momento más oportuno, reduciéndolas poblaciones antes del período de cópulas y de ovoposición".

* Biológico: Las aves, entre ellas los denominados "chimangos", cazan los insectos y le comen la parte abdominal. Así disminuyen drásticamente las poblaciones a campo. También el lechuzo es un aliado del hombre, eliminando las chicharritas rojas cuando son pequeñas y todavía no comienzan sus andanzas.

* Cultural: Es conveniente que se roture el terreno para exponer las ninfas al aire y al sol, y evitar que se coman las raíces. Esta práctica cultural —aseguran los investigadores— es muy efectiva cuando se hace a fines de octubre o principios de noviembre, que es la época de salida o emergencia de ninfas.

En estos casos la mayor actividad del insecto se produce en el mismo monte natural que rodea a los cultivos.

En plantas muy afectadas, la fertilización inmediatamente de producido el daño, más la incorporación de agua de riego, permiten una rápida cicatrización de los tejidos lesionados, con el consiguiente restablecimiento de la circulación y el cierre de la cámara de posturas, que impiden que emerjan las ninfas de primer estadío.

Fuente: Diario de Cuyo

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