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05/Ene/06 Género de arañas saltadoras utiliza una doble imitación TEMAS: Biología, Zoología, Entomología, Arácnidos, Araneae, Salticidae, Myrmarachne, Chalcotropis gulosus NOTA: Las arañas no son insectos. De todos modos, aunque el nombre de este sitio es "Insectos de Argentina y el Mundo" nuestro interés se extiende a otros artrópodos terrestres, como las arañas, diplópodos, quilópodos, etc. Los investigadores han identificado una araña saltadora que imita con una doble personificación. Imita no sólo a una hormiga, sino que también finge ser una hormiga que está acarreando una pesada carga. Este descubrimiento es la primera ocasión en que los científicos han observado este tipo de mímica compuesta en un animal o un insecto. Los seres humanos pueden aletear sus brazos al mismo tiempo que silban como un pájaro, o pueden ponerse en cuatro patas y ladrar imitando un perro, pero este tipo de actuación juguetona es temporal y se hace generalmente en broma y para diversión. También requiere una buena cantidad de esfuerzo. Para las arañas saltadoras masculinas del género Myrmarachne este truco es una tarea seria y de tiempo completo, que les sale naturalmente.
 "El varón no tiene que hacer nada excepto comportarse como una hormiga, como lo hacen todas las Myrmarachne, caminando en carreras cortas y erráticas, manteniendo su primer par de patas elevadas en una simulación de las antenas de la hormiga y, en oposición a su nombre de familia (Salticidae), saltando casi nunca", dijo Ximena Nelson, co-autora de la investigación con su colega Robert Jackson. Nelson, científica de la universidad de Macquarie en Australia, explicó a Discovery News que esta araña se asemeja a una hormiga, lo que puede ser bueno para ella dado que muchos depredadores evitan las hormigas porque pueden ser desagradables y difíciles de masticar. "Típicamente (las hormigas) son sociales y puede armar sólidas defensas cuando son amenazadas", dijo ella. "Pueden infligir una dolorosa mordedura, mortal para una araña, o pueden picar. También tienen un duro exoesqueleto, que puede ser difícil de morder para la presa". Los Myrmarachne masculinos tienen un problema en su imitación, sin embargo. Poseen unos enormes quelíceros, que son unos accesorios salientes, articulados, ubicados cerca de la boca, y que utilizan para alimentarse y posiblemente para luchar con otros varones que deseen robarles a sus compañeras femeninas. Nelson los compara a las cornamentas de los ciervos. Los quelíceros arruinan el aspecto de hormiga que la araña busca tener, pero Nelson y Jackson pensaron que la araña, en realidad, puede imitar a una hormiga que está acarreando algo. Para probar esta teoría y ver cómo la personificación beneficia o no a las arañas masculinas, los investigadores pusieron ejemplares masculinos y hembras muertos, preservados, sobre trozos de corcho colocado al extremo de una rampa en forma de Y. Primero hicieron que otra araña, la Portia fimbriata que —evita las hormigas— investigara estos señuelos. Según lo predicho, la otra araña fue engañada y creyó que ambos señuelos eran hormigas, y por lo tanto evitó acercarse a las Myrmarachne. Los científicos entonces colocaron en la rampa una araña a la que le gusta comer hormigas. Esta araña, Chalcotropis gulosus, tiende a buscar hormigas con carga, ya que al estar ocupadas en llevar algo tienen menos capacidad de enfrentarse a una lucha. La Chalcotropis gulosus examinó los señuelos femeninos de la araña saltadora y los ignoró. La depredadora de hormigas, sin embargo, fue engañada en varias ocasiones por los señuelos macho. Según los investigadores, eso fue porque pensó que las arañas masculinas eran hormigas acarreando una carga. Los resultados fueron publicados en una reciente Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences. Fuente: Discovery Channerl online
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