22/Feb/06

Insectos suicidas: un parásito los induce a lanzarse al agua

TEMAS: biología, zoología, entomología, insectos, Ortoptera

Los científicos han encontrado que un gusano parásito de los saltamontes introduce unas sustancias químicas en el anfitrión que alteran el sistema nervioso del insecto de tal modo que se ve obligado a cometer suicidio saltando al agua, donde muere ahogado. El parásito sale entonces del insecto para moverse en el agua y continuar con su ciclo vital.

El estudio, llevado a cabo por un grupo de biólogos franceses dirigidos por David G. Biron, fue publicado en Proceedings of the Royal Society B (DOI: 10.1098/rspb.2005.3213).

Han estudiado saltamontes ahogados en una piscina en el sur de Francia y afirman que el gusano provoca la muerte del insecto saboteando su sistema nervioso central consiguiendo manipular el comportamiento del saltamontes hasta provocar su muerte.

Durante largo tiempo se ha discutido si esto era premeditado o sólo un efecto secundario, ahora parece ser lo primero. Los saltamontes podrían adquirir el parásito al beber de aguas infectadas por larvas de los mencionados parásitos, después el gusano se desarrolla dentro del anfitrión, pero necesita volver al agua para completar su ciclo vital y reproducirse.

Cuando el insecto cae al agua, el gusano (Spinochordodes tellinii), que es de tres a cuatro veces más largo que el saltamontes, surge por atrás, abandonado el cuerpo que le ha alimentado y sale en busca de una pareja con la que reproducirse.

El equipo francés ha estudiado las proteínas producidas por ambos insectos para saber como el suicidio es inducido, averiguando que una de ellas producida por el parásito interfiere las señales químicas del cerebro del anfitrión debido a su similitud química.

Este mecanismo podría ser parecido al utilizado por otros parásitos como el gusano de una especia de berberecho que afecta a ciertas aves de Nueva Zelanda, o en el caso de la rabia, la enfermedad del sueño o la toxoplasmosis.

Estudios posteriores podrían marcar el camino para confeccionar fármacos contra este tipo de enfermedades.

Fuente: New Scientist