Hace 35 años mis viejos traían al mundo al varón que hoy escribe estas líneas. Desde
chiquitito que dibujo, no sé en qué momento agarré un lápiz y comenzó un romance que
perdura hasta el día de hoy. Basta decir que el dibujo es todo para mí, aparte por
supuesto de Paola y nuestra pequeña muestra de amor: Facundo; que ya va por los casi
cuatro años y cada vez que le preguntan qué va a hacer cuando sea grande con su voz
tan encantadora dice sin sobresaltos y sin ponerse colorado: "voy a dibujar", cuestión
por lo tanto que provoca todo un tsunami de emociones dentro de su Papá. No voy a
contarles de mis estudios y muestras ya que me parecería muy aburrido, prefiero dejar
que mis "otros hijos" (los dibujos) hablen por mí; espero que lo disfruten. Néstor
Luis Martin
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