16/mar/02
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Un grupo integrado por científicos y especialistas
en tecnología informática ha concebido el ambicioso proyecto de catalogar
todas las especies vivientes de la Tierra en el curso de los próximos 25 años.
Un catálogo de todas las criaturas de la Tierra
(Wired News) Puestos a hablar a ciencia cierta de la totalidad
de los organismos que viven sobre la Tierra, los científicos pueden decir en
realidad muy poco. Los taxónomos tienen identificadas unos 2 millones de
especies de los 10 ó 100 millones que pueden existir en nuestro planeta.
Para poner remedio a esta situación, un grupo formado por especialistas en
tecnología informática y hombres de ciencia ha lanzado el proyecto All
Species Inventory (Inventario de Todas las Especies), que tiene una meta
sencilla de enunciar pero difícil de llevar a cabo: descubrir, bautizar y
clasificar todas las especies vivientes de la Tierra en el curso de esta
generación, vale decir en unos 25 años.
"Ni siquiera sabemos cuánto ignoramos -explica Stewart Brand, uno de los
iniciadores del proyecto-. Nadie tiene idea de cuántas especies hay en el
mundo."
"Nos proponemos cubrir ese vacío de conocimientos en los próximos 25
años, siguiendo el ejemplo del Proyecto Genoma Humano", agrega Brand,
fundador también de Global Business Network (Red Global de Negocios), The Well
y el Whole Earth Catalog (Catálogo Total de la Tierra).
Los taxónomos de hoy aplican los mismos métodos que utilizaba Darwin hace más
de 150 años.
"Es una manera anticuada de hacer esa tarea -comenta Kevin Kelly, otro de
los fundadores del proyecto-. A este paso, jamás llegaremos a hacer un
inventario completo de todas las especies. Tenemos que acelerar el ritmo. Es un
campo que ofrece enormes posibilidades de desarrollo tecnológico."
Desde el siglo XVIII, cuando Linneo estableció los fundamentos del sistema
moderno de clasificación de plantas y animales, se han hecho diversos intentos
por crear inventarios biológicos amplios.
No hace mucho, los científicos anunciaron la primera base de datos completa de
las 11.000 especies de hormigas conocidas hasta hoy, que lleva el nombre de
Antbase (Base de Hormigas).
Pero el proyecto All Species Inventory es el primer intento de hacer un
reconocimiento global de la biodiversidad dentro de un plazo fijo. Se procurará
levantar una página web para cada especie en el curso de esos 25 años.
"Semejante tarea sería totalmente imposible si no utilizáramos
tecnología de punta -sigue diciendo Kelly, quien también fue redactor de Wired
magazine y Whole Earth Catalog-. Para poder cumplir con una tarea tan inmensa en
25 años es necesario utilizar herramientas nuevas."
Según los que dirigen el proyecto, la tecnología informática crea la
posibilidad de generar un inventario de todas las especies de la Tierra, y a la
vez plantea la necesidad de hacerlo. Se cree que herramientas nuevas como
Internet, los sistemas de posicionamiento global (GPS) y el análisis del ADN
permitirán a los taxónomos cumplir por fin la tarea que se propuso Linneo
acelerando la velocidad de identificación de las especies.
Por ejemplo, será posible que los investigadores accedan al instante a través
de la web a una imagen digital de alta resolución de una especie patrón que
sólo está en un museo lejano. En algunos casos, es posible ver más detalles
en la imagen digital que los que podrían observarse con un microscopio común.
El software de reconocimiento de formas también les permite distinguir las
distintas formas de las conchas de caracoles o de las alas de las mariposas. Los
sistemas GPS pueden ayudarlos a ubicar las especies en lugares distintos. Los
mapas satelitales pueden sugerir, a su vez, dónde cabe esperar que existan
especies nuevas.
Brand y sus colaboradores esperan que el proyecto dé a conocer especies nuevas
y aporte fundamentos fiables para determinar el número de ejemplares vivientes
en la actualidad (la población) y averiguar cuáles son las especies en peligro
de extinción.
"Queremos avanzar sobre esa frontera y aplicar las nuevas tecnologías con
mucha mayor rapidez", dice Brand.
El director ejecutivo de All Species, Ryan Phelan, manifiesta por su parte:
"De lo que se trata es de contribuir a que los innovadores en tecnología
informática piensen en la taxonomía como un posible campo de aplicación. Aun
no aparece en la pantalla de radar de los que se dedican a la
informática."
Pero la escasez de conocimientos actuales es apabullante. En el campo de los
microbios, al menos tres de las cinco categorías principales "son
prácticamente desconocidas", explica Brand.
"Imagínenense lo que sería la química si sólo conociéramos un tercio
de la tabla periódica -escribe el biólogo Terry Gosliner en el sitio web de
All Species-. Sin duda, sería posible trabajar de ese modo, pero las
desventajas serían también enormes. Trabajamos en biología conociendo sólo
una décima parte, quizá una centésima parte, de las especies existentes. Es
una desventaja enorme que no necesariamente debe existir."
"No tendremos una comprensión cabal de los sistemas ecológicos a menos
que conozcamos todos los elementos que intervienen en ellos", agrega Kelly.
"Y conocemos sólo un pequeño porcentaje de todas las especies
existentes."
Brand describe la situación actual en estos términos: "No hay un
conocimiento cabal. Lo único que sabemos es que la biodiversidad es inmensa y
que es mucho lo que se está perdiendo."
"Estamos tratando de aumentar la recopilación de conocimientos y, a la
vez, trabajar para que no se modifique el hábitat y no se produzcan invasiones
de especies foráneas."
Otra dificultad radica en conseguir suficientes recursos humanos para llevar a
cabo el proyecto. En este momento, sólo existen en el mundo unos 10.000
taxónomos en actividad.
Desde los inicios del proyecto, sus directores han establecido vínculos con los
taxónomos desperdigados por el mundo a fin de acelerar las publicaciones y la
coordinación de sus esfuerzos. Hasta los aficionados pueden hacer su aporte a
esta campaña abierta.
Los que dirigen el proyecto se proponen crear una red local de personas y
naturalistas originarios de cada lugar que distribuirán los fondos del mundo
desarrollado en los países en desarrollo.
"Tenemos la esperanza de despertar el interés de los naturalistas
aficionados poniendo a su disposición las herramientas necesarias -dice
Kelly-. Creemos que estaremos en condiciones de poner a su alcance la
tecnología imprescindible para que les sea posible levantar un inventario en su
propia región."
Además, los que encabezan el proyecto creen que el uso de nuevas tecnologías
contribuirá a aligerar la imagen pesada que tienen ahora los estudios
taxonómicos.
"Queremos que la taxonomía se ponga de onda", dice Kelly.
Sin embargo, conseguir apoyo oficial y privado para un campo de investigación
habitualmente olvidado es una tarea de enormes proporciones.
Según Brand, "la taxonomía se quedó atrapada en el pantano académico.
Pero, con las computadoras en boga, es mucho más fácil conseguir dinero para
hacer modelos que para hacer trabajo de campo y recopilar datos."
All Species recibió un primer aporte de 1 millón de dólares en octubre de
2000. Desde entonces, ha conseguido fondos de cierto número de colaboradores
pertenecientes a la esfera de la tecnología informática. Se calcula que todo
el proyecto implica una inversión de unos 3.000 millones de dólares.
"La tarea de saltar a un nivel de financiación más alto será nuestro
reto para el próximo verano (invierno en el hemisferio sur)", sigue
diciendo Brand.
Pero según Kelly, ni siquiera se han previsto algunas de las tecnologías más
importantes para el proyecto. En este momento, el grupo está trabajando con la
Academia de Ciencias de California para determinar dónde convendría desplegar
las nuevas herramientas.
"Sabemos que la tecnología informática puede reducir los costos, aunque
no conozcamos todavía cuáles son las tecnologías específicas que deberán
utilizarse", agrega Kelly.
Tanto los taxónomos como los conservacionistas están de acuerdo en seguir
adelante con la recopilación de datos.
Brand comenta al respecto: "Los conservacionistas tienen las mismas metas
que nosotros: hay que conseguir los datos concretos. De lo contrario, estamos
adivinando."
Kelly señala por su parte: "Es otro claro ejemplo de que la tecnología
puede contribuir a la vida del planeta y no utilizarse exclusivamente para
vapulear el medio ambiente sino, por el contrario, para mejorarlo a través de
un conocimiento más preciso y una compresión más amplia."
Tal vez parezcan demasiado atrevidas las metas que se fijó el proyecto, pero
sus iniciadores sostienen que están totalmente dentro de su alcance.
Para Brand, "es como el viaje a la luna. Como el Proyecto Genoma Humano.
Parece imposible, pero está a nuestro alcance y vale la pena hacer el
esfuerzo."
La web de All Species Foundation:
http://www.all-species.org/