01/may/02
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Clonaron una vaca y nació un torito. Iba a ser el
primer clon de vaca obtenido en América latina a partir de una célula adulta.
Los investigadores brasileños aún no saben qué pudo haber provocado el
imprevisto cambio de sexo.
El papelón científico mais grande do mundo
(Clarín) Un grupo de científicos de la Universidad de San Pablo se
llevó el chasco de sus vidas cuando, tras el nacimiento de lo que iba a ser un
clon de vaca, descubrieron que era un torito.
El becerro nació por cesárea el sábado, en una estancia cercana al aeropuerto
de Viracorpos, en la región de Campinas, estado de San Pablo.
Era, ciertamente, un alumbramiento muy esperado por el equipo del profesor José
Antonio Vesentin, de la Universidad de San Pablo (USP): sería el primer clon de
vaca obtenido en América latina a partir de una célula adulta tomada de una
oreja de una hembra de raza Nelore, y no de una célula embrionaria, como los
experimentos anteriores.
Visintin, del Departamento de Reproducción Animal de la Facultad de Medicina
Veterinaria y Zootecnia de la USP, dio la cara: "El sexo ya está definido
en la célula somática. No sabemos qué provocó la inversión de sexo.
Necesitamos hacer análisis de ADN para llegar a una explicación". Y
prometió que en quince días podrán esclarecer lo ocurrido.
El proyecto se inició hace dos años y cuenta con varios auspicios, como los de
la Fundación de Apoyo a la Investigación del estado de San Pablo, el Consejo
Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico, y de la Central de Embriones
de la Estancia Panorama, en la zona de Campinas, que realiza inseminaciones
artificiales.
El director científico de la fundación paulista, José Fernando Pérez,
respaldó la capacidad del equipo de Visintin. Pero no pudo contener una
carcajada cuando supo del nacimiento del ternero.
Otras dos vacas están preñadas de embriones producidos por clonación: una
está en el cuarto mes de gestación, y la otra en el segundo. La preñez de una
vaca dura 280 días. "Si nacen machos, vamos a tener que verificar todos
los procedimientos desde el comienzo", señaló Vesentin.
El científico no descarta una vaga posibilidad de que la vaca haya sido
fecundada por un toro, antes de la implantación del embrión clonado, y de
que éste haya muerto. Es lo que supone el doctor Lino Barañao, profesor de
Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de
Buenos Aires y experto en biotecnología animal. "Las vacas receptoras son
animales de baja calidad, que son sometidas a un tratamiento para sincronizar su
celo explicó a Clarín. Pasan una semana en período de receptividad
sexual, antes de recibir el embrión clonado".
Hay otras hipótesis. También puede haberse producido una falla en el
laboratorio, quizás un cambio de biopsia. "No vamos a desistir augura
Visentin. Si fue un error de célula, las demás vacas parirán machos. La
técnica fue un éxito, fuera de esa sorpresa".