18/oct/02
En un acontecimiento
inédito, un personaje de ficción recibió honores de parte de una importante
institución británica.
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Sherlock Holmes miembro honorario de
la Real Academia de Química de Gran Bretaña
(BBCMundo) Un personaje de novela accederá a un honor que, en
general, está reservado a Premios Nobel y otros distinguidos académicos o
industriales de carne y hueso. Cien años después de regresar del mundo de los
muertos a investigar el misterioso asesinato de Sir Charles Baskerville,
Sherlock Holmes pasará a ser miembro honorario de tan distinguida Real Academia
de Química de Gran Bretaña.
David Giachardi, secretario general de la sociedad, dijo: "Si Holmes
hubiera sido un héroe de carne y hueso, como Brunel o Livingstone, otros
famosos victorianos, sin dudas le habrían conferido honores en público. Su
creador fue honrado por la reina Victoria en 1902 después de que se encontró
al sabueso. Ahora, cien años más tarde, en 2002, con un poco de atrevimiento,
estamos flexibilizando un poco las reglas para decirle al mundo: he aquí un
gran hombre que persiguió desinteresadamente a los malvados para ayudar a los
buenos, utilizando la ciencia, su coraje y procesos mentales transparentes para
alcanzar sus objetivos", señaló.
Inspirado en la realidad
El famoso detective, después de todo, estaba inspirado en un hombre de verdad,
el doctor Joseph Bell, profesor de Arthur Conan Doyle en la facultad de medicina
de Edimburgo, Escocia.
Conan Doyle publicó la primera de las historias, Las aventuras de Sherlock
Holmes, en 1891 en la revista Strand y tuvo tanto éxito que dejó a
un lado la medicina. Dos años más tarde, el escritor escocés decidió
dedicarse a la ficción histórica y, en la novela El problema final,
"mató" a Holmes. Esta muerte literaria causó extraordinarias
protestas en Inglaterra, incluyendo la cancelación de unas 20.000 suscripciones
a la revista Strand.
Conan Doyle, quien había dicho que la muerte era justificada, sorprendió a los
lectores cuando, ocho años después, accedió a sus insistentes ruegos y
revivió al detective.
El escritor de novelas policiales Ian Rankin, quien reside en Edimburgo,
recibió el anuncio de la Real Academia de Química con mucha alegría. "De
cierta manera es fantástico porque constituye un reconocimiento de que la
literatura policial vale la pena, de que sirve para algo más que matar el
tiempo en un viaje en tren dijo. Pero por otra parte es, por supuesto, una
gran chifladura. Darle un premio real a un personaje de ficción equivale a lo
que suele hacer la gente que envía ropas tejidas a mano a los bebés recién
nacidos de las telenovelas. Aún así, creo que merece el premio porque ha
causado tanto placer a la gente durante años. A los científicos les encanta
leer sus libros, hay turistas que vienen a Inglaterra a seguirle las huellas y
sigue siendo un personaje grande, válido, maravilloso, tridimensional".
"Es mayor que los libros", concluyó.