9/Ago/03

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El Eternauta - el regreso

Originalmente publicada en Lancio Story, Italia, ahora aparece en la Argentina la más reciente continuación de la historieta nacional por antonomasia. Con dibujos de Francisco Solano López y guión de Pol (Pablo Maiztegui), El Eternauta - el regreso se ambienta cuarenta años después de la invasión de los Ellos, con Martita Salvo como protagonista del primer tramo de la historia.

(Equipo Axxón) Es un hecho auspicioso que vuelvan las historietas a la Argentina. Y más auspicioso aún es que ese regreso sea, precisamente, la continuación de El Eternauta. De la mano de Francisco Solano López (no sólo dibujante, sino también editor responsable de la publicación) y del guionista Pol (Pablo Maiztegui, autor del fallido El Eternauta: El Mundo Arrepentido), esta secuela, llamada El Eternauta - el regreso, se ubica cuarenta años después de la invasión de los Ellos y del contraataque nuclear de las potencias del Hemisferio Norte sobre Buenos Aires.

Con el paso de los años, muchos han olvidado la invasión, las épicas batallas contra los extraterrestres y las muertes ocasionadas por la primera nevada sobre Buenos Aires. Los Manos se integraron al paisaje urbano, colaboraron activamente en la reconstrucción de Buenos Aires y terminaron transformándose en policías y padrinos del destino de los argentinos. Pero hay focos de resistencia violenta que claman por la memoria y por la recuperación de ese destino.

El primer capítulo de los tres que conforman este primer libro de El Eternauta - el regreso, centra la historia en Martita, la hija de Juan Salvo. Adoptada en un orfanato integracionista y apadrinada por un Mano, ella terminará reencontrándose con su verdadera identidad. Ya en este primer volumen, se presentan los ejes directores de esta secuela: la dominación, la memoria activa, la resistencia y la búsqueda de la identidad, entre otros.

El Eternauta - el regreso fue originalmente publicada en la italiana Lancio Story. Tratándose del Eternauta, la historieta no rehuye del compromiso social y se asume, explícitamente, como una metáfora de la realidad actual. En el emotivo artículo de Fernando Ariel García, que hace las veces de prólogo a la edición, se comenta:

En la era de la globalización neoliberal y el subcomandante Marcos, el equilibrio de fuerzas ha cambiado tras la caída del Muro y el derrumbe de la Unión Soviética, En El Regreso, Solano López y el guionista Pablo Maiztegui piensan reflejar dichas modificaciones, retomando el camino iniciado por Oesterheld. "Estamos echando una mirada sobre la actualidad, basados en una metáfora explícita: el país invadido por extraterrestres, que son en realidad las finanzas internacionales -sentencia el artista-. En esta parte nos interesó mostrar como lograron los invasores perpetuar la dominación a través de los mecanismos de la democracia. Tal como pasó en América Latina con Collor de Melo, Alan García o Menem".

Esta pretensión explícita (hija de las sucesivas interpretaciones de El Eternauta original, tal como lo expresa Jorge Morhain en su trabajo "La Argentina premonitoria", en Axxón 96) es un arma de doble filo. Por un lado le agrega un interesante condimento al argumento, pero por otro lado hace que esas metáforas sean demasiado burdas (o cuanto menos obvias), quitándole encanto a la aventura. Así, la figura de Martita termina asociándose a los hijos de los desaparecidos en los años oscuros de la Argentina, por dar sólo un ejemplo. Legítimamente, el lector perspicaz podrá preguntarse si la historieta tiene algo que decir acerca de la forma de cambiar el actual estado de las cosas (en el mundo real) y entonces, al menos en este primer episodio, el mensaje es descorazonadoramente violento.

Si se prescinde de la metáfora, la historia atrapa, y además comienza a cerrar muchos de los cabos sueltos del original. De hecho, le dedica varias páginas a los hechos ocurridos en la primera parte (vistos desde un nuevo punto de vista). Este fragmento se convierte para los memoriosos en un canto a la nostalgia.

La edición (en riguroso blanco y negro) es muy buena, a un precio accesible ($3,90) y por si fuera poco, que no lo es, en este volumen aparece otro de los nombres que mucho hicieron por el comic nacional, Javier Doeyo, en el rol de editor. Ojalá este volumen tenga la repercusión que merece.

Alejandro Alonso para Axxón y Axxón.