13/Ene/04
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Frankenstein, salvado por una oportuna donación
Casi venden el original de la obra escrita por Mary Shelley.
(La Nación) El manuscrito original de "Frankenstein", escrito por Mary Shelley, seguirá perteneciendo a la
biblioteca museo Bodleian, de la Universidad de Oxford, donde se ha conservado a través del tiempo, gracias a una
donación de 4,2 millones de euros.
El museo ha obtenido la suma, la más alta donación jamás recibida por la institución, del National Heritage Memorial
Fund, para la adquisición de los Abinger Papers, un archivo que incluye todos los manuscritos de la más famosa novela
de Mary Shelley.
Esta versión, que data de 1816-1817, contiene numerosas correcciones hechas por el marido de la escritora, el poeta
Percy Byshe Shelley, y según los expertos constituye una prueba única sobre el largo debate acerca de la influencia del
poeta en la obra de su mujer.
La Abinger Papers incluye también varias cartas que la escritora envió a sus padres, y la correspondencia de Shelley
con otros hombres de letras.
"Frankenstein" fue creado en el verano de 1816, cuando Mary y Percy Shelley, en compañía del escritor y amigo Lord
Byron y un médico de nombre Pollidori, se encontraban de vacaciones junto al lago de Ginebra, Suiza. Se trataba,
curiosamente, de una época feliz para Mary y no tanto para Percy, quien había recibido la noticia del suicidio de su
primera mujer.
La sección Abinger
La colección conocida como Abinger Papers representa un tercio de los papeles personales de la familia Shelley. De
esos papeles, las dos terceras partes ya pertenecen a la biblioteca Bodleian, gracias a sucesivas donaciones realizadas
por descendientes de la escritora. Sin embargo, la sección Abinger, que incluye el manuscrito de "Frankenstein" y se
conserva en la biblioteca desde 1974, continúa siendo propiedad de la familia. Esto es lo que se ofrecía en venta, algo
que alarmó considerablemente al mundo de las letras.
Ahora, gracias a la donación, la biblioteca podrá disponer libremente del material en forma definitiva. De este modo,
todas las cartas de la familia Shelley descansarán, finalmente, en un único lugar.