11/Feb/04

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Un superhéroe de ciencia ficción critica a los Estados Unidos

(Clarín) El Capitán América, que solía luchar contra los enemigos de los Estados Unidos, ahora asume la misión de defender los derechos humanos de los presos del gobierno de Bush.

Al gobierno de George Bush le llueven críticas de todos lados. La novedad es que el Capitán América, un paladín de los superhéroes de historietas, el hombre que lleva los colores de la bandera de EE.UU. sobre su cuerpo, se unió al grupo de críticos con su nueva misión: supervisar las violaciones a los derechos humanos en el campo de prisioneros estadounidense en Guantánamo, Cuba.

Según el nuevo argumento, al superhéroe lo contrata el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. con un objetivo preciso: resguardar los derechos en el juicio a un escritor iraní encarcelado "injustamente" en la base naval. Y hacia allí parte el Capitán América en el número 22 del comic para enfrentar a un grupo de soldados de su propio ejército que, de más está aclarar, no tienen ninguna intención de colaborar con él y, mucho menos, de respetar lo que dicen sobre el trato a los prisioneros las convenciones internacionales sobre derechos humanos.

La situación, que en la historieta afecta al imaginario escritor iraní, es, en la realidad, un grave problema que alcanza a 650 detenidos de más de 40 países. La mayoría de ellos fueron trasladados hasta ahí hace dos años y, como en el primer día, siguen sin derecho a la defensa de un abogado, incomunicados y sin acusaciones formales.

Con esta misión, en los cuadros de la historieta se lo ve al mítico héroe pelear sin puños y defendiendo la libre elección religiosa de los detenidos. "Con el debido respeto, señor —dice en un globito de diálogo— no está dentro de mis órdenes intimidar a los prisioneros de guerra durante sus horas de rezo". La contestación es ante la orden del coronel Boyle que le exige que interrumpa una de las cinco oraciones de un detenido musulmán. "Soldado, me importa un carajo los sentimientos de los combatientes enemigos, ¿le queda claro?", le increpa el oficial.

La deslealtad del superhéroe con el gobierno de Bush sorprendió a varios. El Capitán América surgió en 1941 como una necesidad de luchar contra los enemigos de EE.UU. Desde aquel entonces el Capitán viene sobreviviendo intacto a los vientos de la historia. Hasta que llegó el 11 de setiembre de 2001 y, tal como le sucedió al mundo después de los atentados, el Capitán América también cambió. Se sacó el traje, mostró su verdadero rostro y se puso a sacar escombros de las Torres Gemelas. De esta forma, el supersoldado aceptó la lucha contra el terrorismo que proclamó George Bush.

Pero la alianza con el presidente parece que llegó a su fin. Ahora, salió a defender los derechos humanos de los presos de EE.UU. en Cuba y provocó una gran polémica. Son muchos los que celebran la mutación crítica del superhéroe, aunque hay otros tantos escépticos que dicen que el tiempo dirá su última palabra y, aclaran, faltan dos números para que terminen sus aventuras en Guantánamo.