30/Abr/04
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Educación: Las idas y vueltas de la teoría de la evolución en las escuelas italianas
El Primer Ministro italiano Silvio Berlusconi había dispuesto que la teoría de la Evolución no se enseñara a los
alumnos de 13 y 14 años. Y que fuera reemplazada por la versión de la creación del universo narrada en la Biblia. Por
la presión de la comunidad científica, tuvo que dar marcha atrás.
(Terra, BBCMundo) El gobierno italiano dio marcha atrás y readmitió a Charles Darwin en los colegios. La
ministra de Educación, Letizia Moratti, cedió a las presiones de la comunidad científica, que pedía que la Teoría de la
Evolución de las Especies, de Charles Darwin, fuera de nuevo introducida en los programas escolares.
Moratti se vio obligada no sólo con un comunicado a anunciar "la vuelta al colegio" de Darwin, sino también a crear
una Comisión de Vigilancia en la que se estudiará el tema para aplicarlo incluso en las clases de ciencia de los más
pequeños. El llamado "Evolucionismo" de Charles Darwin, había sido completamente retirado en los proyectos de
programas escolares aprobados el pasado mes de febrero.
Esta decisión había provocado la dura reacción de la comunidad científica italiana y de profesores de escuelas que
consideraban que era "un daño para la cultura científica de las próximas generaciones".
En este programa escolar, los jóvenes de entre 13 y 14 años veían sustituida la controvertida teoría del Evolucionismo
por la del Creacionismo, explicada con algunos relatos bíblicos.
Es decir, en vez de ver el gráfico ideado por el científico británico para explicar las fases evolutivas hasta llegar al
hombre actual, los jóvenes sólo podrían ver en sus libros de texto los famosos frescos de la creación de Miguel Ángel
en la Capilla Sixtina. Ilustres nombres de la ciencia pusieron el grito en el cielo y comenzaron una revolución que
finalmente concluyó con éxito.
Entre ellos se encontraban Luigi Luca Cavalli Sforza, profesor de la Universidad de Stanford; los premios Nóbel de
Medicina Renato Dulbecco y Rita Levi Montalcini; Margherita Hack, una de las mayores expertas mundiales en
astrofísica, y el doctor Honoris Causa de la Universidad de Buenos Aires, el oncólogo y ex ministro de Sanidad,
Umberto Veronesi.
Todos ellos son firmantes de un llamamiento que recogió más de 50.000 adhesiones y en el que se pedía que se vuelva a
admitir en clase al "expulsado" Darwin.
"Los programas escolares publicados en el decreto ley del 19 de febrero de 2004 no contienen nada sobre la historia
evolutiva del hombre ni de su relación con otras especies, lo que representa para los jóvenes de 13 y 14 años una
limitación cultural y una renuncia a desarrollar la curiosidad científica y la apertura mental", dice el llamamiento.
La opinión científica
El profesor Veronesi se había expresado en primera persona escribiendo una carta a la ministra Moratti titulada "Yo
estoy con Darwin". Decía Veronesi: "Hay que entender bien el espíritu darwiniano. No se trata de un comportamiento
antirreligioso o ateo. No sostiene que Dios existe o no existe, sino que quien se inspira en sus teorías sólo intenta
entender el mundo con la fuerza del intelecto".
Para el Premio Nobel Dulbecco, "es justo criticar a Darwin porque en su teoría existen muchos puntos oscuros y fases
no fácilmente descifrables, pero no por esto hay que eliminar" su teoría. La ciencia con el tiempo "será capaz de colmar
estos puntos oscuros del Evolucionismo", agregó.
La Academia dei Lincei, la más prestigiosa institución italiana de cultura, que tuvo como uno de sus socios a Galileo
Galilei, también se oponía a la exclusión de la teoría del científico británico.
"Las ideas de Darwin representan una manera de ver los fenómenos naturales de la que no se puede prescindir. Hay que
enseñarla a los niños de 13 años; antes sería demasiado pronto pero después puede ser demasiado tarde", decía la carta
de los miembros de la prestigiosa Academia.
Massimo Pettoello Mantovani, profesor de pediatría en Italia y en los Estados Unidos, recuerda que hace dos años, en
algunos estados de ese último país se abolió la Teoría de la Evolución en las escuelas y muchos profesores que
continuaron enseñándola a los alumnos fueron expulsados. Esta vez en Italia, la revolución de los científicos ha
derrotado a la de los políticos.