12/May/04

Revista Axxón Axxón en facebook Lectores de Axxón en facebook

Proteína que destruye el tejido graso

Un equipo de científicos de la Universidad de Texas, Estados Unidos, está desarrollando un nuevo tratamiento contra la obesidad que se basa en impedir que los tejidos grasos se abastezcan de sangre.

(BBCMundo) Ratones de laboratorio a los que se les suministró una dieta alta en grasas perdieron un 30% de su peso corporal después de cuatro semanas de iniciar el tratamiento, originalmente creado para combatir el cáncer.

Sin embargo el equipo advirtió que la investigación se encuentra en su faceta inicial y que aún se desconocen sus efectos colaterales.

El resultado de la investigación del equipo de Texas fue publicado en la revista científica Nature Medicine.

Proteínas

Cada célula grasa del cuerpo está conectada con una serie de pequeños capilares, que la proveen de sangre. Los investigadores identificaron una proteína llamada prohibitina, que está presente en la superfice de las células grasas y las ayuda a formar la red de vasos sanguíneos que las alimentan.

En forma similar a como se atacan las células cancerosas, el equipo de Texas apuntó a la molécula de prohibitina. Los investigadores tomaron un fragmento de proteína que se "ata" a la prohibitina, y le adjuntaron otro fragmento de proteína usado en la terapia contra el cáncer, que elimina los vasos sanguíneos.

Esta combinación demostró ser efectiva para eliminar el tejido graso, desmantelando la red de vasos sanguíneos y por lo tanto, dejando a las células grasas sin nada de que alimentarse.

Cuando esta combinación fue inyectada en los ratones, éstos comían menos y su metabolismo parecía más ágil.

Los animales toleraron el tratamiento sin mostrar mayores efectos colaterales.

Pero se sabe que la pérdida de células grasas puede tener efectos negativos como por ejemplo, la acumulación de grasa en tejidos no grasos.

Asimismo, los científicos señalaron que otros experimentos con excelentes resultados en animales no lograron los mismos efectos en los seres humanos.

El próximo paso será probar el tratamiento en babuinos que engordan de la misma forma que los humanos.