27/May/04
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Probarán si la nave Progress de la ISS puede convertirse en laboratorios automáticos
(EFE, El Mundo) La nave de carga Progress-M1-11, que estaba amarrada a la Estación Espacial Internacional
(ISS), se desenganchó del ingenio espacial para comenzar una misión en vuelo autónomo, según ha informado el Centro
de Control de Vuelos Espaciales (CCVE) de Rusia.
"Tras la ignición de sus propulsores a las 09.19 GMT, la nave Progres-M1-11 se desprendió del módulo Zvezdá de la
ISS para comenzar un vuelo autónomo que durará diez días", informó Víctor Vlágov portavoz del CCVE citado por la
agencia Itar-Tass.
La Progress-M1-11 permanecía acoplada a la ISS desde enero pasado y debía haberse desenganchado de la estación
espacial la semana pasada para ser hundida en aguas del océano Pacífico.
"Esta vez no vamos a hundir la nave el mismo día del desenganche, sino que la pondremos a orbitar a una distancia
segura de la ISS", indicó Vlágov.
Agregó que el objetivo es comprobar si las Progress pueden convertirse en laboratorios orbitales automáticos antes de
desintegrarse en las capas superiores de la atmósfera.
Durante el vuelo autónomo de la Progress-M1-11, expertos del CCVE intentarán establecer los parámetros de
navegación que deberán tener estas naves en las nuevas condiciones para que funcionen a bordo sus sistemas
energéticos y de comunicaciones, explicó el funcionario.
Si estas pruebas tienen éxito, las Progress se convertirán en laboratorios autónomos para experimentos y otros procesos
tecnológicos, como la obtención de nuevos materiales que sólo se pueden conseguir en condiciones de escasa
gravedad en la órbita terrestre, dijo Vlágov.
En la mayoría de los casos, las Progress, que suelen transportar 2,5 toneladas de suministros a la ISS, permanecen
acopladas a la plataforma espacial hasta la llegada de la siguiente nave de carga cada tres o cuatro
meses.
Estos cargueros rusos son las únicas naves que abastecen a la ISS tras la tragedia del Columbia, en febrero de 2003,
cuando la NASA suspendió el vuelo de sus transbordadores espaciales.
Además, con ayuda de los propulsores de las Progress, los cosmonautas pueden elevar a bordo la altura de la orbita de
la ISS, corregir la orientación del ingenio con respecto al Sol o la Tierra y variar su velocidad.
Una vez agotados sus recursos técnicos, las Progress se llenan con la basura acumulada a bordo y tras desengancharse
de la ISS son hundidas en una zona deshabitada, en aguas del océano Pacífico.
Aumentar la rentabilidad de las naves
La posibilidad de convertir las Progress en laboratorios autónomos forma parte de un programa que han propuesto los
expertos rusos a fin de aumentar la rentabilidad de este tipo de naves espaciales, que ya han realizado
numerosas tareas suplementarias.
Tras el desenganche de la ISS en marzo de 2002, la Progress M1-7 se utilizó con éxito para poner en órbita el satélite
Colibrí.
En agosto del año pasado, la Progress-M1-10, tras desprenderse de la ISS, durante un mes en vuelo autónomo
transmitió información geofísica y ecológica antes de hundirse en aguas del Pacífico a 3.000 kilómetros de las
costas de Nueva Zelanda.