6/Jul/04
El hallazgo de un cráneo de más de 900.000 años reabre el debate sobre el origen del ser humano Un inusual cráneo humano encontrado en África refuerza la idea de que los primeros seres humanos capaces de fabricar herramientas, que incluso pudieron ser miembros de las mismas poblaciones locales, tenían distintos tamaños y formas, según un estudio que publica esta semana la última edición de la revista Science. (Paleontología Hispana) Los especialistas han debatido desde hace tiempo la cuestión de si los homínidos que vivieron hace entre aproximadamente dos millones de años y 500.000 años se deberían agrupar en una sola especie, el conocido como Homo erectus, o dividirse en múltiples categorías. La ausencia de fósiles de homínidos africanos de la última parte de este periodo ha ampliado el problema, haciendo difícil que se pudieran comparar fósiles de las distintas regiones. En este trabajo, especialistas del Museo Nacional de Hisotria Natural y la Institución Smithsonian de Washington describen un pequeño cráneo de homínido de una antigüedad de alrededor de 930.000 años, de un pueblo de Kenia, conocido por la abundancia de hachas de mano encontradas. Muchos de los rasgos del cráneo se parecen a los del Homo erectus, pero tiene sus propias singularidades, como ser de un tamaño pequeño para ser de adulto. Se cree que las hachas de mano eran fabricadas por individuos de mayor tamaño, de modo que este fósil presupone la existencia de variaciones entre las poblaciones de homínidos. Características propias Un pequeño ser prehumano, que vivió hace más de 900.000 años en lo que se conoce como Kenia, puede haber sido un "breve experimento" evolutivo que nunca se desarrolló, dijeron el jueves científicos. Su cráneo pequeño, que pertenece sin dudas a un adulto, fue descubierto a mediados del año pasado en un sitio donde también se hallaron restos de homínidos mucho mayores, clasificados como Homo Erectus, según Richard Potts, del Instituto Smithsonian, y sus colegas. El pequeño homínido, cuyo sexo aún no se ha podido determinar, murió al borde de una formación volcánica posiblemente debido al ataque de un león u otra fiera, dijo Potts. Potts considera que este fósil demuestra que los primeros seres humanos vivieron en grupos pequeños que se separaron y se diferenciaron durante un tiempo, pero que posteriormente se unieron y se mezclaron hace miles de años, intercambiando genes, para después volver a separarse. "En ocasiones se aislaron, posiblemente durante cientos de generaciones, y desarrollaron su combinación propia de rasgos característicos", escribió Potts en un correo electrónico. Sin embargo, cambios climáticos y ambientales que ocurrieron en esos períodos los obligaron a unirse de nuevo, pero también llevaron a algunos grupos a la extinción. Es posible que hubiera muchos "experimentos breves", es decir, de especies que nunca se desarrollaron realmente, explicó Potts. "En vista de esto, pondría a la población homínida de Olorgesailie dentro de una especie muy variable, con adultos pequeños y grandes", tanto masculinos como femeninos, agregó. Muerte violenta En especial este ser prehumano se halló en una zona que parece haber experimentado actividad volcánica hace unos 900.000 años. En la actualidad, el equipo de Potts esta analizando, como suelen hacer los antropólogos, fragmentos del cráneo para tratar de determinar el aspecto físico de esta criatura. Según Potts, se observan marcas de mordida de un animal carnívoro en el lado izquierdo del hueso frontal. "Es muy probable que el individuo haya muerto de esta forma, cuando iba caminando por un montículo volcánico hacia las montañas (para posiblemente pasar la noche) y nunca llegó a su destino", explicó Potts. En la zona, donde Potts y sus colegas llevan años trabajando, también se han hallado restos de herramientas de gran tamaño. |
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