14/Jul/04
|
Revista Axxón
Axxón en facebook
Lectores de Axxón en facebook
|
|
Reinventando "La invención de Morel"
Defensa ante sobrevivientes y un Elogio de Malthus es una original puesta en escena que se está dando en la Ciudad de México, en el Foro de las
Artes Centro Nacional de las Artes (CENART), hasta el 18 de julio de 2004.
(Proceso.com.mx) De manera artesanal y creativa se realiza la puesta en escena Defensa ante sobrevivientes y un Elogio de Malthus, versión
libre de la novela de Adolfo Bioy Casares La invención de Morel.
El juego de imágenes es resuelto teatralmente a manera de proyecciones de diapositivas o películas de diferentes formatos, que reflejan una interpretación de la
tesis de Casares sobre la duplicación de las imágenes en una isla desierta.
Alain Kerriou y Hugo Heredia idean una maquinaria escénica de pantallas donde multiplican las imágenes. No se sabe bien a bien cuál es la interpretación de
estas imágenes, pero juguetonamente crean un universo paralelo al de una isla desierta donde está perdido un fugitivo.
En La invención de Morel, el protagonista entrelaza una ficción cinematográfica con la realidad, generando la agobiante ilusión fantasmagórica de lo
existente. En la obra de teatro, el narrador anuncia que el objetivo de Morel es inmortalizar a los isleños, multiplicando los universos y los tiempos posibles.
Morel crea espectros proyectados en pantallas, los cuales contrastan con la realidad del agua desde donde observa el personaje. En esta ambientación, donde
el agua está franqueada por cuatro pantallas, el náufrago mira las imágenes que se desdoblan al igual que las pantallas. Un cuadro, un biombo o un largo muro es
donde se inventa el mundo paralelo que Bioy Casares propone.
Conceptualmente, la obra es enriquecedora. Los juegos de proyecciones sugieren la trasposición de realidades, pero la concreción escénica no es contundente.
Los personajes se confunden con la maquinaria teatral: son tramoyistas, proyeccionistas, actores, técnicos y de más, pero sobre todo personajes que se pierden
dentro de estas otras determinaciones. Un Robinson Crusoe contado desde la literatura fantástica requiere un personaje sólido y constante, presente siempre,
iluminado, y no a media luz evidenciando a un actor/técnico preocupado por echar a andar el proyector, o esperando su entrada.
El diseño escénico de esta obra es atractivo, aunque adolece en su acabado. Defensa ante sobrevivientes... peca de que sus hacedores quieren abarcarlo todo;
pero falta la mano del autor que hilvane el discurso, la visión total de un director, o una actuación profunda para momentos cruciales como las lecturas de las
cartas.
Si bien la propuesta visual es sólida, el poder de la palabra es discursivo; adolece de síntesis, ritmo y expresión. La saturación de imágenes, tan lograda,
contrasta con la raquítica profundidad de los textos seleccionados.
Con un desequilibrio en el pulimento de la obra, en el que el rigor progresivamente se va degradando, Defensa ante sobrevivientes y un Elogio de
Malthus arriesga en el lenguaje. Utiliza una variedad de artefactos de proyección y mecanismos a base de tiros y poleas como si fueran la prolongación del
protagonista, responsable de la creación de este mismo universo.
La parte musical, original de Javier Bolaños y Carlos Cuevas, crea climas anímicos interesantes, que anteceden, acompañan o aceleran las escenas. Junto con
los efectos de sonido, la atmósfera sonora es fundamental en este montaje en el que la imagen cobra relevancia. Aunque con problemas técnicos, se consigue el
diálogo de imágenes, situaciones y sonidos.
La obra de Alain Kerriou y Hugo Heredia resulta novedosa y fresca, donde se extraña el rigor y se siente la atracción por lo espontáneo y artesanal. Vale la
pena presenciar el ingenio de una maquinaria completamente escénica que permite la multiplicación de las imágenes, sugeridas en la lúcida novela de Bioy
Casares.