11/Ago/04
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El castillo de Drácula será un hospedaje para turistas
Ocultas entre la neblina y al borde de un acantilado en Escocia, las ruinas de la fortaleza
que inspiró la novela del vampiro más famoso de todos los tiempos renacerán de sus escombros
para convertirse en alojamiento para turistas en busca de emociones fuertes.
El Castillo de Slains, construido hace 400 años en la bahía de Cruden, cerca de la ciudad
de Aberdeen, fue una vez un imponente edificio gótico, con torres y fantasmagóricos pasillos,
que atrajo en el siglo XIX a actores, músicos, cantantes y literatos.
La magia del monumento atrapó también la atención del escritor británico Bram Stoker (1847-1912),
autor del gran clásico "Drácula" (1897), según publica hoy el diario "The Times".
Stoker inició sus visitas a la zona en la década de 1890 y quedó tan impresionado por el
castillo, que en 1895 empezó a escribir su famosa novela basándose, al parecer, en ese
edificio para recrear la guarida del legendario vampiro en Transilvania.
El autor, que durante años pasó temporadas hospedado en la bahía de Cruden, escribió al
menos cuatros historias de misterios inspiradas en las inquietantes leyendas que se
contaban sobre el castillo.
El monumento, en el pasado hogar de los condes de Errol, quedó abandonado hace unos setenta
años y, ahora, un grupo de empresarios locales lo ha comprado para restaurarlo y construir
en su interior 35 apartamentos de lujo de dos dormitorios cada uno.
"Es una zona bonita y creemos que el castillo debería repararse antes de que se convierta
en un montón de escombros sobre los acantilados", dijo al diario Douglas Forrester, el
arquitecto encargado del proyecto, valorado en unos 7,5 millones de euros.
"Nuestra propuesta es reconstruir el exterior tal y como era antes de quedar abandonado",
explicó Forrester, que usará algunos planos originales y cientos de fotografías del siglo
XIX y comienzos del XX para recomponer la fachada del castillo.
El monumento fue vendido en 1916 por el vigésimo conde Errol, si bien los nuevos propietarios
no prestaron mucha atención al vetusto inmueble, que acabó perdiendo el techo en 1925.