29/Ago/04
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¿Se está encogiendo Mercurio?
Con una nueva nave dirigiéndose hacia el planeta más interior de nuestro
Sistema Solar, los investigadores confían resolver una cantidad de enigmas sobre el pequeño
mundo.
Entre los más extraños atributos que esperan someter a prueba los científicos que estudian
Mercurio, se encuentra una teoría que afirma que el planeta se está encogiendo, contrayéndose sobre
sí mismo a medida que su núcleo se enfría lentamente.
"Es muy interesante", opinó Mark Robinson, investigador de la Universidad del Noroeste,
sobre la lenta contracción de Mercurio. "Cuando la escuché por primera vez, me pareció algo
estrafalario".
Pero la teoría se basa en imágenes de la misión Mariner 10 de la NASA en los ‘70 que
muestran elevaciones repartidas aleatoriamente a lo largo de medio Mercurio, donde la
superficie parece haber sido doblada desde el interior. Los científicos tienen la esperanza
de que la nueva nave en camino, la Messenger, arroje nueva luz tanto sobre la superficie
como sobre el corazón metálico de Mercurio.
Robinson, miembro del equipo de ciencia de la misión Messenger, dijo que la nave ofrecerá
a los investigadores una oportunidad de buscar signos del plegamiento superficial en el
hemisferio oculto de Mercurio, así como de recolectar datos de la composición del material
que pudo haber surgido alguna vez del interior del planeta.
La misión Messenger (en español "Mensajero", y cuyo nombre es el acrónimo de MEercury Surface,
Space ENviroment, GEochemistry, and Ranging = Superficie, Ambiente Espacial, Geoquímica y
Exploración de Mercurio) fue lanzada el 3 de agosto de este año y se espera que llegue a
Mercurio en marzo de 2011. La nave realizará tres pasajes sucesivos alrededor del planeta,
antes de entrar en órbita.
La idea de que la superficie de Mercurio estaba de alguna manera encogiéndose surgió cuando
el Mariner 10 envió imágenes de grandes elevaciones insertadas profundamente en la
superficie del planeta. Una de tales elevaciones, Discovery Rupes, corta 1,6 kilómetros de
la corteza de Mercurio mientras se retuerce sobre la superficie.
En la Tierra, tales escarpas serían parecidas a ciertos rasgos tectónicos como las líneas
de falla que corren paralelas a la costa de los EEUU, dijeron los investigadores. Pero en
Mercurio, las formaciones están distribuidas aleatoriamente. Tampoco parece que las elevaciones
hayan sido formadas por procesos de rellenado que forjaron rasgos similares en la Luna
debido a su extensión, que puede alcanzar a varios cientos de kilómetros.
Bajo el punto de vista de la teoría de la contracción de la superficie, los investigadores
creen que la corteza de Mercurio se formó inicialmente sobre un gigantesco núcleo fundido.
A medida que éste iba enfriándose, llevó a un cambio de volumen que hizo que la superficie
se arrugara y rompiera.
A diferencia del agua, que se expande al enfriarse, la mayoría de los materiales tienden a
contraerse, y lo mismo sucede con la corteza rocosa de Mercurio, dijo Robinson. Basados en
las observaciones del hemisferio conocido del planeta, los científicos estiman que la
superficie del planeta se ha hundido por desde menos de un kilómetro hasta un máximo de
tres kilómetros, agregó.
"No es algo insignificante", dijo Robinson.
Pero como mucho del misterio que rodea a la superficie de Mercurio proviene del poco
conocido núcleo, los investigadores encuentran que su trabajo está limitado.
"Nuestra comprensión (del núcleo) es muy rudimentaria", dijo Robinson. "Está basada
solamente en el hecho de que Mercurio presenta esta alta densidad descomprimida".
Como Mercurio es extremadamente denso para su tamaño (es comparable a la Tierra), los
investigadores creen que tiene un gran núcleo metálico, muy probablemente compuesto de
hierro. Pero exactamente cuán grande es, si sus regiones más externas están fundidas, o si
rota para energizar el potente campo magnético del planeta, son cosas todavía desconocidas.
"Mercurio es un planeta lo suficientemente pequeño como para que su núcleo se hubiera
congelado hace unos 2.200 millones de años", dijo Robert Gold, director de cargamento del
Messenger, del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins.
Mercurio tiene 4.878 kilómetros de diámetro, es decir, un poco más grande que nuestra Luna.
Messenger debería proporcionar a los científicos la visión que necesitan para al menos
fortalecer su teoría del encogimiento de Mercurio, si es que no la confirma plenamente.
La nave no solamente pasará un año entero cartografiando todo el planeta (contra el 45 por
ciento realizado por Mariner 10), sino que también lo hará con un detalle sin precedentes.
Las cámaras a bordo del Messenger pueden resolver rasgos de hasta 18 metros de diámetro,
mientras que la resolución que ofrecía Mariner 10 era de 1,6 kilómetros.
El instrumento Altímetro Láser de Mercurio (MLA = Mercury Laser Altimeter) de la nave
registrará los bamboleos del planeta sobre su eje, lo que ayudará a los investigadores para
determinar el estado de su núcleo. Mientras tanto, las herramientas de inspección de la
superficie estudiarán la composición de los antiguos flujos de lava, proporcionando una
ventana hacia el manto de Mercurio.
"Me sorprendería si el lado no visible de Mercurio presenta rasgos de los que no tengamos
indicios ya proporcionados por el lado que hemos visto", dijo Robinson.
Fuente: Astroseti