12/Sep/04
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Un universo sin hombres... pronto
Científicos trabajan en el proceso de la partenogenésis.
(El Universal) En principio parece que se trata de un disparate, y la primera pregunta que viene a la cabeza es: ¿cómo se va a reproducir la especie
humana sin el género masculino? Pues bien, algunos anfibios, peces e insectos tienen la capacidad de hacerlo, a través de un proceso llamado partenogénesis,
que consiste en el desarrollo de un organismo a partir de una célula sexual femenina, sin fecundar.
Un experimento realizado recientemente por el biólogo Tomohiro Kono, de la Universidad de Agricultura de Tokio, consiguió reproducir un ratón a partir de
dos madres, sin la intervención de un padre. El resultado de este descubrimiento es comparable al de la clonación de la famosa oveja Dolly, efectuada en 1996.
Los investigadores del grupo de Kono experimentaron con 600 células sexuales femeninas de ratón antes de obtener el resultado esperado. Kaguya es el
nombre de uno de los dos ratones que fueron creados con este singular procedimiento en laboratorio, y fue tomado de una leyenda popular en Japón, donde
una princesa llamada de esa forma nació de un tallo de bambú.
La pregunta del millón
La pregunta obligada, una vez que tuvo éxito el trabajo de laboratorio en la creación de Kaguya, es si este procedimiento puede aplicarse en seres humanos,
pues en circunstancias normales los mamíferos incluido el ser humano requieren de la contribución del material genético masculino y femenino para su
reproducción. De inicio se especula en torno a la posibilidad de que esta técnica pueda ser utilizada para el tratamiento de la infertilidad masculina, pero aun
cuando todavía no se ha llevado a la práctica ya se ha desatado una fuerte polémica.
De acuerdo con Rosaura Ruiz, bióloga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y especialista en evolución, si eventualmente desaparecieran
los hombres, las implicaciones serían de magnitudes considerables, pues "la reproducción sexual favorece la diversidad. En el caso de la reproducción asexual,
donde un organismo reproduce a otro idéntico a sí mismo, se trata de un tipo de evolución que lleva a callejones sin salida, pues cuando un organismo de esta
naturaleza se enfrenta a un cambio ambiental, tiene amplias posibilidades de extinción".
"Cuando no hay diversidad, no sólo en el caso de organismos reproducidos de manera asexual, sino también en el caso de poblaciones muy pequeñas, como la
de los chitas, que se cruzan entre ellos, hay una restricción muy grande de posibilidades de adaptación; ello redunda en una tendencia a la extinción", afirma la
especialista.