14/Sep/04
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Importante hito hacia la detección de vida en Marte
(Washington, EE.UU) "Para encontrar vida en Marte, debemos idear
instrumentos que puedan reconocerla, y diseñarlos de tal manera que podamos
enviarlos al Planeta Rojo de la manera más eficiente", dice el doctor Andrew
Steele, del Laboratorio de Geofísica de la Institución Carnegie. "Hemos
alcanzado un hito importante. Por primera vez hemos ensayado con éxito una
estrategia para la detección de vida en Marte, y hemos demostrado que si la
vida marciana se parece en algo a la terrestre, seremos capaces de encontrar
incluso organismos unicelulares".
Steele participa en AMASE (Arctic Mars Analogue Svalbard Expedition), un
equipo internacional e interdisciplinario dedicado a crear estrategias de
muestreo y análisis que puedan ser utilizadas en futuras misiones a Marte,
en las que para buscar signos de vida será necesario tomar decisiones en
tiempo real. La estrategia desarrollada, de dos etapas, comprende un
análisis inicial de la superficie a fin de localizar sitios promisorios, y
los subsecuentes protocolos de recolección y análisis para estudiar las
muestras.
El equipo AMASE acaba de finalizar un trabajo de campo de dos semanas en el
inhóspito medio ambiente de Bockfjorden, en la isla Noruega de Svalbard (80°
N), que fue elegida por su geología, parecida a la de Marte, y donde se
encuentran las termas más septentrionales del mundo sobre el nivel del mar.
Dirigido por el Dr. Hans Amundsen, del departamento de Física de Procesos
Geológicos de la Universidad de Oslo, Noruega, el equipo AMASE ha desplegado
una serie de instrumentos detectores de vida en el frígido medio ambiente
ártico. Estos incluyen dos instrumentos espectroscópicos a cargo de la Dra.
Pamela Conrad (del JPL, e investigadora visitante en Carnegie) y el Dr.
Arthur Lane (del JPL). Los instrumentos son altamente sensibles a ciertos
tipos de marcas, o huellas, orgánicas y mineralógicas, y tienen la capacidad
de identificar "hot spots": lugares en los que hay buenas posibilidades de
encontrar vida. Se probaron en los terraplenes de carbonato sedimentarios de
las termas, donde viven bacterias endolíticas, y en los conductos de lava
del volcán Sverrefjell. Este volcán es actualmente el análogo más cercano a
los procesos que produjeron las características (rosetas de carbonato)
encontradas en el meteorito marciano ALH84001.
El equipo de Carnegie, dirigido por el Dr. Steele, desplegó una serie de
instrumentos para detectar y caracterizar rápidamente bajos niveles de
microbiota. Los resultados de las pruebas permiten realizar validaciones
independientes y cotejar distintos instrumentos de manera de conseguir mayor
información. El análisis de campo hace posible una mayor comprensión del
entorno, lo que les permite a los científicos recolectar muestras
pertinentes y comprobar hipotésis en el momento, con mínimas alteraciones a
las muestras. La serie de instrumentos incluye técnicas genéticas comunes
para detectar y caracterizar poblaciones bacteriales (PCR, Polymerase Chain
Reaction o Reacción en Cadena de Polimerasa), un instrumento altamente
sensible que detecta componentes de las
paredes celulares, un instrumento que mide actividad celular analizando el
flujo de la molécula ATP, y, lo más significativo, micromatrices de
proteína.
Las micromatrices de proteína pueden detectar la presencia de cientos, o
incluso miles, de moléculas simultáneamente. No se limita a grandes
proteínas o células, también puede encontrar moléculas más pequeñas, como
aminoácidos o nucleótidos, los fundamentos de la vida terrestre. El equipo
de Carnegie ha promovido el uso de esta tecnología, principalmente para la
detección de vida en Marte, y ha abogado recientemente por su utilización en
el monitoreo de las condiciones de salud y ambientales en largos viajes
espaciales. "Esta expedición marca la primera vez que estas matrices se
utilizaron sobre el terreno", comenta el Dr. Jake Maule, de Carnegie, quien
fue responsable de este aspecto de la investigación. Los resultados
iniciales indican que el equipo fue capaz de mantener condiciones de
esterilidad y que los resultados positivos de las matrices de proteína se
corresponden con los de los demás análisis.
Actualmente se vuelven a examinar las muestras en los laboratorios de
Carnegie, para verificar los datos de campo. Se planean nuevas expediciones
durante los próximos tres años para refinar las operaciones remotas,
estrategia y tecnología.
El objetivo a largo plazo del proyecto es la caracterización total de la
geología y biología de la zona de Bockfjorden, para comprender el papel de
la biología en la formación y erosión de los depósitos de carbonato, los
únicos conocidos análogos a los encontrados en meteoritos marcianos. El
proyecto también permitirá la verificación de la obtención y análisis de
muestras, en simulaciones en Svalbard y en futuras misiones en Marte y
Europa.
Traducido por Carlos, equipo Axxón
Fuente: SpaceDaily