15/Sep/04
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Científicos avistan materia exótica en una estrella de neutrones
Unos astrónomos han obtenido la mejor medición hasta la fecha del tamaño y los contenidos
de una estrella de neutrones, un objeto ultradenso que contiene la materia más extraña y
rara del universo.
La medición podría conducir a un mejor entendimiento de los "bloques constructivos" que
componen la naturaleza: protones, neutrones y sus quarks constitutivos, ya que éstos son
comprimidos dentro de la estrella de neutrones hasta una densidad trillones de veces
mayor que la terrestre.
Tod Strohmayer, del Centro de Vuelo Espacial Goddard, de la NASA, en Greenbelt, Maryland, y
Adam Villarreal, un estudiante graduado en física de la Universidad de Arizona, presentaron
sus resultados en la Sociedad Americana Astronómica de Alta Energía, División de Astrofísica,
en un encuentro en New Orleans.
Strohmayer y Villarreal estiman que la estrella es unas 1,8 veces más masiva que el Sol
levemente más masiva de lo esperado y tiene un radio de unos 11,5 Km. Es parte
de un sistema binario denominado EXO 0748-676, ubicado a 30 mil años luz de distancia en la
constelación Volans, del Hemisferio Sur, también llamada Pez Volador.
Los científicos usaron un equipo Rossi de exploración de datos por rayos X para medir cuán
rápido gira la estrella de neutrones. La velocidad de giro, o spin, era el factor desconocido
que necesitaban para estimar el tamaño y la masa totales de la estrella. Sus resultados
coinciden con una estimación de la relación entre masa y radio hecha por la Agencia
Espacial Europea, mediante observaciones satelitales con rayos X, en el 2002.
La tan buscada relación entre masa y radio define la densidad interna de la estrella de
neutrones y sus relaciones de presión, es decir, su ecuación de estado.
"Los astrofísicos estuvieron intentando por décadas definir la ecuación de estado de la
materia de una estrella de neutrones", dice Villarreal. "Nuestros resultados constituyen
una promesa de cumplir ese objetivo. Al parecer, las ecuaciones de estado pueden predecir
si las estrellas muy grandes o muy pequeñas pueden excluirse".
Si conocen la ecuación de estado de una estrella de neutrones, los físicos pueden determinar
qué clase de materia puede existir dentro de dicha estrella. Los científicos necesitan
entender dichas materias exóticas para probar teorías que describen la naturaleza
fundamental de la materia y la energía, y la fuerza de las interacciones nucleares.
"Nos gustaría realmente mucho poner nuestras manos en el material que hay en el centro de
una estrella de neutrones", dice Strohmayer. "Pero como no podemos hacer eso, esto es la
mejor cosa que podemos hacer en su lugar. Una estrella de neutrones es un laboratorio
cósmico, y provee una oportunidad única de ver los efectos de la materia comprimida en un
grado semejante".
Una estrella de neutrones es el núcleo remanente de una estrella que alguna vez fue mayor
que el Sol. Su interior contiene materia bajo fuerzas que quizá existieron en el momento
del Big Bang, pero que no pueden ser duplicadas en la Tierra.
En dicho sistema, el gas proveniente de otra estrella acompañante de tipo "normal" es
atraído por gravedad y se zambulle en la estrella de neutrones. Esto desencadena explosiones
termonucleares en la superficie de la estrella, y la región se ilumina. Estas explosiones a
menudo revelan la velocidad de rotación de la estrella de neutrones, mediante una oscilación
en la emisión de rayos X, conocida como oscilación por explosión.
Strohmayer y Villarreal detectaron una frecuencia de oscilación por explosión de 45 hertz,
lo que corresponde a una estrella de neutrones con una velocidad de rotación de 45
revoluciones por segundo. Este es un paso pausado para las estrellas de neutrones, que
pueden llegar a tener velocidades de rotación de hasta 600 revoluciones por segundo.
Ellos a continuación capitalizaron sobre observaciones con un EXO 0748-676 las realizadas
con un satélite ESA's XMM-Newton por Jean Cottam, de NASA Goddard, en el 2002. El equipo de
Cottam detectó líneas espectrales emitidas por gas caliente, líneas que se parecen a las de
un electrocardiograma.
Estas líneas tenían dos características. Primero, cambiaban por efecto Doppler. Esto significa
que la energía detectada era un promedio de la rotación de la luz alrededor de la estrella de
neutrones, moviéndose lejos de nosotros y luego hacia nosotros. En segundo lugar, las líneas
estaban corridas al rojo por la gravitación. Esto significa que la gravedad tiraba de la luz,
como si ésta tratara de escapar de la región, robándole un poco de su energía. La medición
del corrimiento al rojo gravitacional brindó la primera estimación de la relación entre el
radio y la masa, dado que el grado de corrimiento al rojo depende de la masa y el radio de
la estrella de neutrones.
Strohmayer y Villarreal determinaron la frecuencia de 45 hertz y observaron anchos de líneas
por efecto Doppler consistentes con un radio de estrella de neutrones de entre 9,5 y 15 Km,
con una estimación óptima de 11,5 Km. Usaron el radio y la relación entre masa y radio para
calcular la masa de la estrella de neutrones, lo cual dio como resultado una masa entre
1,5 y 2,3 veces la masa del Sol, con un estimado óptimo de 1,8 masas solares.
La teoría dice que la corteza de la estrella de neutrones es de una milla de ancho,
aproximadamente. Bajo la misma probablemente hay un superfluido de neutrones. La extrema
gravedad ha comprimido los protones y electrones hasta hacerlos neutrones.
El resultado obtenido sustenta la teoría de que la materia en una estrella neutrónica en
el EXO 0748-676 está comprimida tan apretadamente que casi todos los protones y electrones
quedan próximos que se vuelven neutrones, y nada en forma de superfluido, un líquido que
fluye sin fricción. Sin embargo, la materia no está tan comprimida como para liberar
quarks, lo que sí ocurre en una estrella de quarks.
"Quizá lo más exitante es que ahora nosotros tenemos una técnica observacional que nos
permite medir la relación entre masa y radio de otras estrellas de neutrones", dice
Villarreal.
Una misión ya propuesta a la NASA; llamada Observatorio de Constelaciones por Rayos X,
podría realizar dichas mediciones, pero con mucha menor precisión, para cierta cantidad de
sistemas de estrellas de neutrones.
Seleccionado y traducido por Laura Siri
Más información:
Universidad de Arizona