22/Sep/04
¿La ciencia ficción en crisis? La ciencia ficción hard y de forma más general la de corte más especulativo o de análisis de ciencia y sociedad y sus tendencias parece estar de capa caída. Al menos eso piensan en Canadá. (Sitio de Ciencia Ficción, Bisol/Terbi) Las ventas en el mercado anglosajón de los distintos títulos de ciencia-ficción, que en los años 70 solían rondar los 100.000 ejemplares, ahora difícilmente alcanzan la quinta parte. La revista Analog, por ejemplo, que hace veinte años tenía una tirada de 120.000 ejemplares, actualmente edita 40.000. "La ciencia ficción dura, en contraposición con la fantasía, ciertamente ya no se vende tanto como en los 70, 80, o incluso los 90 —comenta Chris Szego, escritor y director de Bakka-Phoenix, la librería de ciencia-ficción más veterana de Canadá—. De todas formas, en los últimos dos a tres años se observa un ligero aumento en la demanda". Sin embargo, esta semana Locus informa del cierre de una de la librerías de ciencia ficción más famosas de Canadá. El problema es que la crisis no es sólo de ventas, sino que también se observa en cuanto a su uso por parte de los escritores de fantástico. El último número de la revista Popular Science se lamentaba de que "la ciencia-ficción está sufriendo una crisis de confianza. La producción reciente de literatura fantástica toma la forma de fantasía tradicional, historia alternativa o space opera situada en lejanos futuros. Sólo un pequeño grupo de tecnoprofetas está intentando extrapolar tendencias actuales e imaginar cómo puede ser nuestro mundo en las próximas décadas". Igualmente, la web Strange Horizons se quejaba recientemente de la repetición de esquemas en el género y, para combatirla, ha creado una guía con los clichés del género, titulada "historias que ya hemos visto demasiado". Estos temas han sido tratados en al menos dos seminarios de la reciente WorldCon, escondidos entre decenas de conferencias y mesas redondas con títulos como El Señor de los Anillos en el siglo XXI, Ogros, Klingons y Orcos o El papel cambiante del Ogro en la cultura popular. Frente a estos signos de crisis, y a los que predicen el fin de la ciencia ficción, el escritor Robert J. Sawyer defiende el género y critica a quienes creen que sólo consiste en "hacer predicciones. Creo que siempre hay cierto grado de equivocación acerca de que trata la ciencia ficción, en el sentido de que es juzgada por el público general como una literatura de predicción, y no lo es. Realmente se trata de un experimento mental: si esta situación continúa así, qué consecuencias tendrá, y poner eso en una página de tal manera que la gente pueda ver cómo le va afectar antes de que les aparezca de sopetón. La ciencia ficción nunca ha tratado del futuro, sino del presente, como trataba de la Inglaterra victoriana, cuando Wells escribía ciencia ficción". Sin embargo también Sawyer se muestra preocupado por la disminución en el número de lectores, y teme que en el 2030 el género sea algo del pasado, incluso si sus señas de identidad se terminan disolviendo en la corriente general. "Yo no apoyaría con entusiasmo a un joven a que intentara convertirse en un profesional de la ciencia-ficción. Tengo el miedo de que la ciencia-ficción sea un producto característico del siglo XX, al igual que la literatura victoriana era del XIX. No importa que apliques con mucha fuerza el desfibrilador, si ya no hay vida". |
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