05/Oct/04

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Stephen King puso punto final a a la serie de la Torre Oscura

(La Tercera) En 1970, a los 22 años, Stephen King tuvo una visión. El aún desconocido escritor imaginó una saga del tipo El Señor de los Anillos, una gran lucha épica entre el bien y el mal, en un mundo y un tiempo difíciles de precisar. En vez del pequeño y noble Frodo, el protagonista debía ser un cowboy, un pistolero despiadado y misterioso que atravesaría el desierto a balazo limpio y se enfrentaría a seres malvados, con el objetivo de alcanzar la Torre Oscura.

King publicó el primer capítulo en una revista y le dio forma de libro en 1982. Hoy, a los 57 años (recientemente cumplidos), convertido en una celebridad mundial, ha puesto el punto final a la serie. La Torre Oscura VII (subtitulado, precisamente La Torre Oscura) es la última entrega de esta saga que combina el terror marca King con los vuelos fantásticos estilo Tolkien y atmósfera de western.

El libro acaba de aparecer en Estados Unidos y ya se encumbra en el número dos del ranking de ventas. Si bien la colección no ha logrado la popularidad de sus grandes títulos, como Carrie o El Resplandor, y sólo ha vendido cuatro millones de ejemplares, el escritor confía en el conjunto. "Ahora que los libros están terminados, espero que la gente comprenda que no es peligroso leerlos", dice.

El séptimo volumen llegará al mercado español en 2005. Ahora se acaba de traducir La Torre Oscura V: Lobos del Calla, que estará disponible en Chile en la Feria Internacional del Libro, en noviembre próximo. En este episodio el protagonista —Ronald Deschain, el frío pistolero, que sigue camino a la Torre Oscura— arriba a un pueblo de granjeros que cada año es asaltado por una banda de criminales. Y deberá apretar nuevamente el gatillo.

El accidente que sufrió en 1999, cuando lo atropelló una camioneta conducida por un drogadicto -en lo que parecía un hecho salido de sus novelas- hizo dudar a sus fans y al mismo King, sobre la continuidad de la saga. Con lesiones múltiples, su recuperación fue lenta. "Al comienzo, cuando sucedió, me decía: 'Es verdad, me rompí la cadera, tengo una pierna en pedazos, pero no he estado en peligro'. En cierto sentido era verdad. Pero si me hubiese golpeado algo más de un lado, hubiera quedado paralítico, y si hubiera ido a mayor velocidad, me habría matado. Necesité mucho tiempo para afrontarlo", expresa.

Bryan Smith, el conductor de la camioneta, murió a fines del 2000, de una sobredosis. King se dedicó a exorcizar el fantasma del accidente en su libro El Cazador de Sueños y en el séptimo y último capítulo de La Torre Oscura. "Decidí que quería terminarlo. No deseaba traicionar las ambiciones del joven de 22 años que se proponía escribir la novela popular más larga de todos los tiempos. Y lo he logrado: son dos mil 500 páginas y quizás más. Sabía que era como atravesar el Atlántico sobre una bañera. Pensé: sólo tengo que seguir trabajando porque, si me detengo, no recomenzaré más", relata.

"Nunca trabajé tanto en mi vida y sé, ¡ay!, que el éxito no es total", escribe en el epílogo del séptimo tomo. Ahora que lo ha finalizado y ha vuelto a montar su Harley Davidson, asegura que hará efectiva su tan anunciada jubilación. "Me retiro de todas las estupideces. No deseo otro contrato para un libro", dice.