11/Oct/04
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La increíble búsqueda en el Mar Negro de rastros y evidencias del diluvio bíblico
Estudiaron un naufragio y una casa que está sumergida a 100 metros. lo consideran prueba contundente del Diluvio.
(Clarín, AP) Una expedición a Turquía, patrocinada principalmente por la National Geographic, no pudo hallar evidencias contundentes de que
la inundación del Mar Negro haya sido producida por el diluvio bíblico. En cambio, sirvió para poner a punto tecnología de última generación para arqueología
submarina, lo que permitió estudiar una embarcación de hace 1.500 años, muy bien conservada.
El episodio de la Biblia narra una lluvia catastrófica que duró 40 días y 40 noches que provocó una gran inundación. Los expertos aceptan que el Mar Negro se
inundó cuando el nivel creciente de las aguas desbordó el Mediterráneo y colmó el hasta entonces lago de agua dulce. La inundación fue tan pavorosa que elevó
el nivel del agua en 155 metros y sumergió unos 150.000 kilómetros cuadrados de tierra.
Pero los científicos no se ponen de acuerdo en el momento en que ocurrió la inundación, ni con qué rapidez. La mayoría cree que ocurrió hace unos 9.000 años
y que fue gradual. Pero en 1997, los geólogos marinos Walter Pitman y William Ryan, de la Universidad de Columbia, escribieron que la inundación se produjo
hace unos 7.150 años; y que fue tan rápida y extendida, que obligó a los pobladores a desplazarse muy lejos, incluso hasta Europa continental.
Los científicos creyeron que podrían zanjar el debate cuando detectaron, a 100 metros de profundidad, la casa de un agricultor sobre un acantilado frente al
Mar Negro. Había sido construida hace unos 7.500 años, justo antes de que un maremoto anegara kilómetros de costas y convirtiera el lago de agua dulce en
un mar salino.
Pero cuando visitaron los predios sumergidos, en julio y agosto de 2003, se encontraron con que el asentamiento estaba "contaminado" por maderas que habían
flotado hasta allí, frustrando todo intento de fechar las ruinas, y por lo tanto la inundación.
No obstante, la expedición liderada por Robert Ballard, descubridor del Titanic fue exitosa. Ballard elogió el trabajo de "Hércules", una excavadora
submarina que además recogió objetos con pinzas reguladas por sensores para ajustar la presión, y que anticipa una nueva era en arqueología oceánica.
El equipo también usó cámaras de alta definición, una nueva amplitud de banda de Internet y enlaces de satélite para comunicar en vivo la misión a científicos y
escolares.
En otra etapa de la misión se inspeccionó una embarcación comercial de hace 1.500 años que consideran el barco mejor preservado del período bizantino, ya
que las aguas del Mar Negro, desoxigenadas, dejan casi intacto todo lo que queda en el fondo. La embarcación está tan bien preservada, que hasta es visible
una cuerda atada en V sobre el mástil.
Los investigadores observaron que las tablas del barco están revestidas con una sustancia que se supone cera, un indicio de que los mercaderes transportaban
miel, conjeturó Cheryl Ward, arqueóloga marina en la Universidad Estatal de Florida que condujo el estudio del naufragio y otros tres buques hundidos en las
cercanías.