05/Nov/04
Publicaciones recibidas: Postales desde Oniris, de Alejandro Alonso
¿De qué materia está hecho el universo de los sueños? ¿Podemos manipularlo y utilizarlo a voluntad? ¿Qué podemos hacer con él y en él? Basado en estas premisas, Alejandro Alonso creó Oniris, una suerte de universo paralelo hecho de sueños, al que podemos acceder para interactuar con otros en una red de soñantes. El autor, quien ha dejado de ser una promesa de la literatura fantástica argentina para convertirse en uno de sus más fuertes exponentes, nos presenta un mundo complejo, a través de siete cuentos relacionados entre sí. Allí las diferencias entre ricos y desposeídos se han acentuado muchísimo: la humanidad se ha polarizado. Todo gira alrededor de los distintos enclaves creados por poderosas corporaciones, aisladas unas de otras, y dejando las ciudades que nosotros conocemos abandonadas y en poder de los parias. ¿Qué posibilita que esto sea así? La misma existencia de Oniris. Gran parte de la vida social, espiritual y empresarial se desarrolla allí, en el mundo de los sueños. La corporación tecno-onírica Miami Sorcerer controla el acceso a Oniris mientras otras empresas se suman ofreciendo infinidad de servicios, algunos bordeando o superando el límite de la legalidad. Porque en este universo también hay pesadillas y malas alucinaciones. Por empezar, Oniris es muy adictivo, tanto como para enloquecernos o llevarnos a la muerte. En segundo lugar, hay zonas cercanas al polo norte onírico que están vedadas, y aunque la atracción es muy grande, hay que evitarlas. Tercero, y quizá más importante, en Oniris hay algo más, algo extrahumano e inquietante, que intervendrá y alterará el mundo para siempre. Aunque se trate de un mundo de sueños, éste no es un libro de fantasía. Es un mundo de ciencia ficción, con reglas ajustadas con precisión (cito por ejemplo las Transformadas de Dayar, las que permiten calcular la relación entre los mundos físico y onírico), tecnología que soporta y permite la existencia de Oniris y varios elementos más que hacen creíble y sólida nuestra estadía en ese mundo. Recorriendo las historias que presenta el libro, además, obtenemos un panorama sobre las transformaciones que ha sufrido la sociedad en esta Tierra alternativa, donde llegar al trabajo es dar doce pasos al norte dentro del sueño activo, donde la Internet no existe (¿quién la necesita?) ni las computadoras son tal como las conocemos. Extrapolando, jugando con su creación, Alonso trabaja sobre una visión crítica del mundo que nos toca vivir y la transforma, regalándonos un universo que se expresa naturalmente en nuestro idioma. Porque Oniris, muy al gusto de quien escribe estas líneas, tiene alma latinoamericana. Hay citas y señales que mucho tienen que ver con nuestra idiosincrasia y haber cultural. No es casualidad, sin ir más lejos, que los nodos de recurrencia, algo así como los servidores de esta red de sueños, comiencen sus nombres con Tlön (clara referencia a Borges). Hay mucho más para decir sobre este libro, pero es mejor vencer la resistencia que causa la portada de esta edición (gran pifie o descuido de Equipo Sirius) y sumergirse en sus páginas. Según el autor, no sólo él tiene más historias en este universo, sino que también otros autores han hecho sus aportes a Oniris, y no es de extrañar que haya más visitas a este crudo país de las maravillas. Alonso, ¡sueño ahora! Que así sea. Joaquín de Paggi para Axxón y Garrafex News. Más información:— o — Adelanto del primer capítulo de Postales desde Oniris — o — Postales desde Oniris llega a las librerías españolas Postales desde Oniris en Transversal Fantasía |
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