07/Nov/04
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Un hallazgo de fósiles en la Argentina puede cambiar la historia de los dinosaurios
Importante descubrimiento en Ischigualasto-Talampaya, en San Juan y La Rioja. Son restos de cuatro especies de animales. Vivieron hace unos 205
millones de años. Hasta ahora se creía que para esa época estaban totalmente extinguidos.
(Clarín) El hallazgo de cuatro fósiles de vertebrados en el Parque Ischigualasto-Talampaya, en el límite entre San Juan y La Rioja, y en manos de un
equipo conducido por un paleontólogo argentino, promete revolucionar la información que, hasta el momento, se manejaba sobre la evolución de la fauna hacia
fines del período Triásico, hace más de 200 millones de años.
Todo indicaba, hasta ahora, que hacia el final del Triásico había habido una etapa de extinción generalizada que condujo al reinado de los dinosaurios durante el
período siguiente, el Jurásico.
Pero las nuevas piezas encontradas en Ischigualasto-Talampaya contradicen esta tesis y revelan una historia totalmente distinta: que sean restos de vertebrados
que se suponían inexistentes (o extinguidos) hace unos 205 millones de años demuestra que, por aquel entonces, la fauna en esa región fue mucho más diversa
de lo que se creía y que la extinción fue menos masiva de lo que los paleontólogos creían hasta ahora.
Es más, los científicos hasta se animan a hablar de una cierta "continuidad" entre los animales y especies que pisaron esa porción de la Tierra en los períodos
Triásico y Jurásico, una tesis absolutamente revolucionaria que cuestiona algunas de las certezas que defienden desde hace décadas paleontólogos e
historiadores.
El hallazgo, que estuvo en manos del argentino Oscar Alcober (director del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de San Juan) y un grupo de
voluntarios del Instituto Earthwatch, fue publicado en la última edición de la revista científica Science y presentado ayer en un encuentro realizado en la Sociedad
de Paleontología de Vertebrados de Denver, Colorado, Estados Unidos.
Los restos fósiles fueron hallados en una capa sedimentaria en la zona de Los Colorados, en Talampaya y corresponden a un dinosaurio prosaurópodo, dos
ancestros del cocodrilo y un cinodonte, un reptil del tamaño de un ratón que dio origen a los mamíferos. Ayer Alcober presentó un informe de apenas cuatro de
las más de sesenta piezas recogidas por el grupo de científicos.
"Este descubrimiento permite hacernos una idea sobre la diversidad de la fauna terrestre hacia fines del período Triásico. Estamos documentando con gran
precisión qué pasó en esa época, y todo indica que la extinción que se produjo durante la transición del Triásico al Jurásico no fue tan catastrófica en el Sur (en
el prehistórico supercontinente llamado Pangea) como lo fue en el hemisferio norte", comentó Alcober ayer.
El dinosaurio que, de la mano de Alcober, trae noticias hasta nuestros días era un herbívoro de cuello largo y patas macizas, que medía unos cuatro metros de
largo. Estos rasgos son los típicos del prosaurópodo, pero lo novedoso (y lo que vuelve únicos a los restos hallados) es que este animal tenía un cráneo
reducido, una de las "marcas personales" que distinguían a los saurópodos del Jurásico y Cretácico.
"Esta especie revela la increíble diversificación de prosaurópodos que existió hacia el final del período Triásico", explicó Alcober, quien pudo deducir, también,
algunas consideraciones sobre el clima de aquella época. "El clima en la zona era de una estacionalidad muy marcada, en la que se alternaban los períodos de
sequía y de intensa humedad, muy parecido a lo que ocurre hoy en el centro de Africa", señaló.
Siempre se dijo que el período Triásico, que duró desde hace 245 millones de años hasta hace 200 millones de años, había terminado con una extinción
generalizada, ocurrida a partir de un cambio violento de clima en casi todo el planeta, que terminó alterando de manera radical el hábitat de los animales que lo
poblaban. Ese modelo de extinción es que el puede entrar en crisis a partir de este descubrimiento.
Según Alcober, "es posible que las diferencias con la extinción ocurrida en el hemisferio norte respondan a la existencia de cuencas jurásicas en la región". Las
mismas, agregó, habrían sido el "factor que impidió un cambio dramático del clima en la zona".
El Parque Ischigualasto, considerado por la UNESCO Patrimonio Mundial de la Humanidad, es uno de los lugares con rocas de edad triásica más completas
del hemisferio sur y, tal vez, del mundo. Desde 1943, cuando se publicó el hallazgo de los primeros restos fósiles, en manos del doctor Joaquín Frenguelli, la
región ha brindado abundante información sobre la fauna y la flora que habitaban nuestro planeta hace 200 millones de años y más también.
Por eso, desde 1994, un grupo de científicos del Instituto Earthwath colabora con Alcober para extraer de esa región nuevos tesoros arqueológicos que nos
acerquen secretos de aquellos lejanos días.