11/Nov/04
|
Revista Axxón
Axxón en facebook
Lectores de Axxón en facebook
|
|
Prueban que la contaminación afecta al corazón
Es el resultado de una investigación de científicos estadounidenses. Fue presentado en una sesión científica en Nueva Orleáns.
(La Nación) Un estudio de investigadores estadounidenses demuestra por primera vez lo que hasta ahora era apenas una sospecha: la contaminación
ambiental de las grandes ciudades afecta la salud cardiovascular.
Así lo revela un trabajo realizado por expertos en salud medioambiental y cardiólogos de la Universidad de California del Sur (USC, por sus siglas en inglés),
que se presentó ayer en las sesiones científicas de la American Heart Association, en la ciudad de Nueva Orleáns. Los especialistas hallaron en 798 habitantes
de la zona de Los Angeles una relación directa entre el aumento de las partículas contaminantes que contenía el aire de la ciudad y el engrosamiento de la pared
interna de la arteria carótida (grosor íntima media), un indicador comprobado de aterosclerosis.
"Nuestro estudio en seres humanos es el primero que muestra el efecto crónico que puede tener la contaminación del aire, al aumentar los mecanismos
patofisiológicos subyacentes en un proceso muy silencioso que, con los años, conduce finalmente al desarrollo de afecciones cardiovasculares y a la muerte",
explicó ayer a La Nación el doctor Nino Kuenzli, profesor del Departamento de Salud Ocupacional y Medio Ambiente de la Escuela de Medicina
Keck e investigador principal del estudio.
Según explicó Kuenzli, de confirmarse los resultados del ensayo con más estudios en otras poblaciones, "sería una prueba más de que la contaminación provoca
el proceso crónico del desarrollo de la enfermedad y que no sólo influye en el último estadio en aquellos pacientes ya enfermos por otras causas".
Los resultados del trabajo, que contó con fondos del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud y el Medio Ambiente (Niehs, por su sigla en inglés), fueron
claros: demostraron que existe una relación directa entre el aumento del grosor de la pared arterial y los niveles de contaminación del aire de las zonas de la
ciudad en la que habitaba la población mayor de 40 años analizada.
"Encontramos una asociación entre el grosor íntima media y las partículas ambientales con un diámetro menor de 2,5 micrómetros", dijo el investigador de la
USC. Al inspirarlas, esas partículas (más diminutas que el grosor de un cabello y que en general provienen de los caños de escape de los autos) pueden ingresar
en las vías respiratorias más pequeñas. Por otra parte, la íntima media mide el grado de inflamación arterial, un signo muy importante del proceso de
aterogénesis (acumulación de placas de grasa que impiden el paso normal del flujo sanguíneo).
Al comparar los datos del aire con los resultados de la medición de la pared de la carótida en el cuello de los pacientes mediante ultrasonido, los investigadores
hallaron que por cada aumento de 10 microgramos por metro cúbico de esas partículas, la alteración de la íntima media aumentaba un 5,9 por ciento.
Esto fue más evidente en las mujeres mayores de 60 años, entre las cuales ese aumento del grosor de la pared arterial llegó al 15,7% por cada 10 microgramos
por metro cúbico de crecimiento del nivel de contaminación.
Luego de realizar los ajustes estadísticos correspondientes según edad, estilo de vida, consumo activo o pasivo de tabaco, demografía y factores psicológicos,
el equipo de trabajo concluyó que cada aumento de 10 microgramos por metro cúbico del particulado del aire equivale a un aumento del 3,9 al 4,3% del grosor
de la íntima media.
Como el cigarrillo
Aunque el estudio no explica el mecanismo por el cual se altera la pared arterial con los agentes contaminantes, sí compara sus efectos con los del humo del
cigarrillo.
"Muchos estudios sobre la contaminación ambiental en el campo de las enfermedades respiratorias sugieren que tanto fumar [activamente] como fumar de
manera pasiva son un modelo de acción útil para estudiar los contaminantes del aire -señaló Kuenzli-. De hecho, el humo del tabaco y el de los combustibles
fósiles producen la misma cantidad de esas partículas."
Según el experto, los efectos que observaron fueron similares a los que afectan a los fumadores pasivos. "Muchos trabajos relacionan la contaminación con
eventos cardiovasculares agudos, como el infarto. Algunos demuestran que las personas mueren antes por cardiopatías cuanto mayor es la exposición a la
contaminación durante su vida -dijo-. Aunque aún el riesgo no es de temer, el impacto en la salud pública es inmenso."
Esto es, según Kuenzli, porque el 100% de la población está expuesta y las afecciones cardiovasculares tienen alta prevalencia. "Normas estrictas de aire limpio
contribuirían a una mejor salud con efectos en gran escala", concluyó.