11/Nov/04

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Christian Bale aboga por el cambio de géneros en el cine

"Soy partidario de experimentar en el cine, de enredarme con distintos géneros y personajes y probar hasta dónde puedo llegar como actor". Con estas palabras justificó ayer el actor galés Christian Bale su intervención en la película de Brad Anderson El maquinista, sofisticado thriller psicológico, y también en la próxima entrega de Batman, que dirigirá Christopher Nolan (Memento) y cuyos referentes más próximos sitúa en las novelas gráficas de Frank Miller.

(El Preiódico) Durante una entrevista concedida con motivo del próximo estreno de El maquinista, que podrá verse en el festival de Sitges y llegará a las salas (españolas) el 17 de diciembre, Bale se refirió a su forma de trabajar y, en especial, a su experiencia en la película de Anderson: "Llevaba meses que no veía ningún guión que me convenciera. Sin embargo, ya en una primera lectura, me dí cuenta de que éste tenía algo especial. Me gustaba su atmósfera asustadiza y pensé que podía cautivar al público".

La decisión de aceptar la película, producida por Filmax y rodada en el Hospital del Tórax de Terrassa y en varias localizaciones barcelonesas, traía consigo una transformación física radical. Bale tuvo que perder la friolera de 28 kilos para dar vida al protagonista de El maquinista, un empleado de fábrica con un pie en la cordura y otro en el limbo.

"El cambio brutal de imagen era básico para hacer visible el trastorno del personaje. Y aceptarlo era una sugerente invitación a probarme como actor", comentó. Bale quitó hierro a la dificultad de trabajar en ese estado físico. "Está claro que no viví el rodaje igual que mis compañeros. Estaba débil y cansado. Pero, al contrario de lo que puede ocurrirle a otras personas con una delgadez similar, no sufría porque estaba bajo control y era consciente de que mi situación se debía a una elección personal".

Dueño de una filmografía equilibrada, habilidoso al combinar películas de mayor alcance comercial (La mandolina del Capitán Corelli, Shaft) con otras más pequeñas y a menudo más interesantes (American Psycho, La calle de las tentaciones), Bale está llamado a mantener la etiqueta de actor de culto con los proyectos que se trae entre manos.

Por un lado, rueda con Colin Farrell The new world, filme de aventuras que supone el esperado regreso a la dirección de Terrence Malick (La delgada línea roja). "Es, sin duda, uno de los mejores cineastas. Tiene sus propias reglas. Su voluntad es que la interpretación de los actores sea increíblemente natural. Y eso, en teoría algo sencillo, es lo más difícil para el actor".

Por otro lado, el protagonista de Velvet Goldmine es el nuevo Batman en la venidera Batman begins. La nueva traslación a la pantalla de las correrías del mítico superhéroe "no tiene nada que ver —dijo el actor— con las anteriores. Tanto Nolan como yo queríamos evitar los clichés, hacer algo distinto y reinventar al personaje. Los referentes del filme están en las novelas gráficas de Frank Miller, no en las anteriores películas de Batman", añadió.