23/Nov/04

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El satélite argentino SAC-C cumple cuatro años de tarea impecable en el espacio

Es el primer satélite nacional de teleobservación y se lanzó el 21 de noviembre de 2000. Sus imágenes son utilizadas por más de 200 proyectos de investigación Permite la estimación de cosechas, el diseño de cartas geográficas y el monitoreo de emergencias.

(La Nación) El 21 de noviembre de 2000, a las 16.55 de un día como hoy, entraba en órbita el primer satélite argentino de teleobservación. Cuatro años más tarde, su performance no puede ser más impecable: con casi seis mil imágenes del planeta en su haber, el SAC-C es un rotundo éxito.

"Anda al pelo —resume sin vueltas, pero con innegable orgullo, Raúl Colomb, director científico de las misiones satelitales de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales—. Tanto el satélite como la estación terrena de recepción de imágenes satelitales, en Falda del Carmen, Córdoba, marcaron un verdadero hito. Transformaron la actividad de muchas instituciones locales."

El SAC-C, construido íntegramente en el país (en particular, en las instalaciones de Invap, en Bariloche) y lanzado desde la base Vandenberg, de la NASA, transmite diariamente de dos a tres imágenes de recorridos de hasta 5000 kilómetros desde su llegada al espacio.

Sobre nuestro territorio, esa extensión comienza al sur de Brasil, pasa por Paraguay y recorre en toda su extensión la Argentina, hasta las islas del Pacífico sur. A 27.000 kilómetros por hora y 705 km de altura, tarda unos diez minutos en producir esa foto satelital que, una hora después, está disponible en un catálogo de Internet al que cualquiera puede acceder en el sitio www.conae.gov.ar .

Colomb destaca que en la actualidad existen 200 proyectos de investigación que utilizan las imágenes del SAC-C a través de convenios gratuitos.

"El INTA de Salta está haciendo la estimación de las cosechas; el Instituto Geográfico Militar está trazando las cartas geográficas de todo el territorio de la Argentina —cita, a modo de ejemplo—. La información llega a los entes nacionales, los organismos públicos y a interesados del sector productivo. También llegan pedidos de Italia, España, islas Canarias, Estados Unidos, Australia, Chile y Brasil."

Desde 2001, por un acuerdo entre la NASA y la Conae, el SAC-C pasó a integrar la primera constelación de satélites para la observación de la Tierra -llamada Constelación Matutina- junto con el Terra, el EO-1 y el Landsat 7. Todos los aparatos actúan coordinadamente, tomando imágenes de los mismos sitios con una diferencia temporal de entre uno y 30 minutos. De este modo se pueden obtener datos consecutivos de las zonas de interés, una información muy útil para el manejo y monitoreo de emergencias tales como incendios o inundaciones, y para aplicaciones en hidrología, desertificación, geología, ecología, agricultura, etcétera.

Las próximas aventuras

A diez años de vigencia del Plan Espacial Nacional, que el doctor Conrado Varotto está conduciendo con mano férrea, la Conae ya avizora nuevas y más ambiciosas misiones.

Los satélites de observación de la Tierra Saocom 1A y Saocom 1B, actualmente en construcción y con puesta en órbita prevista entre 2007 y 2009, integrarán el Sistema Italo-Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (Siasge), que obtendrá información sobre emergencias naturales como incendios, inundaciones, erupciones volcánicas, terremotos y otros desastres naturales. Los Saocom constituirán una herramienta de avanzada para el Sistema Federal de Emergencias local.

La misión SAC-D Aquarius, con fecha de lanzamiento prevista para 2008, medirá por primera vez la salinidad del mar desde el espacio, detectará focos de alta temperatura en la superficie terrestre (con lo que se obtendrán mapas de riesgo de incendios en el país) y medirá la concentración de hielo marino, especialmente en el territorio antártico.

"En América hay en este momento sólo cuatro países capaces de construir y operar un satélite espacial: Canadá, Estados Unidos, Brasil y la Argentina -dice el doctor Colomb-. Formamos parte del «club espacial» y somos muy bien considerados. Tenemos convenios con todas las agencias espaciales del mundo; asistimos a congresos e inspiramos tanta confianza como para que la NASA ponga en nuestras manos instrumentos de 200 millones de dólares como, por ejemplo, el que llevará el SAC-D, en el que estamos trabajando actualmente. Todo el manejo, la bajada de datos y las maniobras de este satélite se harán desde nuestra estación, en Córdoba."