29/Dic/04

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Geólogos españoles hallan en la Amazonía fósiles del supercontinente Gondwana

(ABC) En la selva amazónica del sureste del Perú, una expedición científica de investigadores españoles ha encontrado fósiles que testimonian el pasado geológico común de Europa y América del Sur hace 470 millones de años, cuando ambas regiones formaban parte de la plataforma marina que rodeaba a un antiguo continente llamado Gondwana. La expedición, liderada por el profesor Juan Carlos Gutiérrez Marco, director del Instituto de Geología Económica, se adentró en la Amazonia para estudiar las rocas y los fósiles marinos del período Ordovícico, descubiertos en el curso bajo del río Inambari. Se trata de una zona de díficil acceso, dominada por los buscadores de oro y madereros y que actualmente vive el conflicto de la erradicación de los cultivos de coca, según informa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Entre los hallazgos de esta expedición destacan fósiles de siete nuevas especies de invertebrados del Ordovícico Inferior, que aún carecen de nombre científico, raros trilobites y braquiópodos que, hasta el presente, únicamente se conocían en rocas contemporáneas del Reino Unido, lo que evidencia unos vínculos paleogeográficos hasta ahora insospechados.

El Instituto de Geología Económica que dirigie el profesor García Marco es un centro mixto del CSIC y de la Universidad Complutense. El objetivo de esta expedición, apoyada por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y en la que participaron investigadores de la Universidad de Cuzco, el Servicio Geológico del Perú y el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), es comparado por su coordinador, Gutiérrez Marco, con la tarea de «remodelar los bordes de las piezas de un gran puzzle, el del mapamundi previo a la última gran orogenia paleozoica, ocurrida hace 325 millones de años». Esta cooperación científica trasatlántica también comprende la formación especializada de geólogos peruanos.

Según informa el CSIC, este equipo multidisciplinar se ha propuesto otros objetivos, como reconstruir las paleotemperaturas y la traza de las corrientes marinas de la época. Dichas corrientes operaban durante el Ordovícico desde Sudamérica hacia África y Europa, y favorecieron las migraciones de los animales marinos, cuyos fósiles se detectan progresivamente en rocas más modernas cuanto más hacia el este actual se encuentren. La configuración de los continentes del pasado acredita, en palabras de Gutiérrez Marco, «una larga historia de suturas y aperturas previas a la definitiva fragmentación y deriva del gran continente Pangea del que surgieron los continentes actuales».