PASADENA.- La NASA ha celebrado con varios actos en su laboratorio de Pasadena, en
California, el primer aniversario de la llegada a Marte del robot 'Spirit', que
inicialmente sólo iba a funcionar durante tres meses.
Desde que aterrizó en el cráter Gusey, el 3 de enero del año pasado, el vehículo explorador
ha recorrido varios kilómetros en busca de señales que ayuden a los científicos a descifrar
si algún día el planeta rojo albergó vida.
El 'Spirit' está acompañado de su robot gemelo 'Opportunity', el segundo vehículo del
Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la agencia espacial estadounidense, con sede
en Pasadena, que se posó en el extremo opuesto del planeta el 24 de enero del año
pasado.
Los científicos de la NASA habían dado a ambos sólo tres meses de vida útil para
transmitir información sobre el planeta, ya que se suponía que el polvo marciano cubriría
sus paneles solares hasta inutilizarlos. Pero el viento de Marte mantuvo relativamente
limpios los paneles y los vehículos recorrieron la superficie marciana mucho más allá de
los plazos previstos.
En su misión, ambos robots transmitieron información sobre la estructura geológica del
planeta y sobre las condiciones de su atmósfera. Y lo que es más importante, constataron
que en su pasado más remoto el planeta albergó agua que dejó su huella sobre la superficie
estratificada y cubierta de minerales que, en la Tierra, sólo se forman en presencia del
líquido.
'Spirit' continúa enviando información valiosa desde las colinas Columbia, una zona de
colinas a más de tres kilómetros de distancia del cráter donde aterrizó.
Un problema de software amenazó la misión del 'Spirit' en las primeras semanas, cuando
se quedó "mudo" durante un tiempo, pero los ingenieros de la NASA consiguieron arreglar el
fallo para que el robot pudiera continuar su andadura.
Desde entonces, el 'Spirit' ha sufrido otros contratiempos, como un problema en una de
sus seis ruedas que, sin embargo, no le impidió continuar avanzando.
"'Spirit' es nuestro robot duro y trabajador", dijo Steven Squyres, uno de los
científicos de la misión, que señaló que mientras que este robot está lleno de polvo y
arañazos, 'Opportunity' parece "recién salido de un escaparate, limpio y bonito".
Matt Golombek, del JPL, dijo por su parte que desde el punto de vista de la ingeniería,
"tienes que quitarte el sombrero. Estos robots estaban diseñados para tres meses y ahora
todavía no está claro cuándo van a parar".
El programa de la NASA para incluye la participación del director de la agencia, Sean
O'Keefe, así como del responsable del JPL y de otros miembros destacados de la misión que
rememoran sus experiencias personales a lo largo de los últimos doce meses.