El 13 de abril del año 2029 tendremos un encuentro muy, muy cercano con un viajero del
que ya hemos hablado en esta revista.
Si planea estar vivo el 13 de abril de 2029, podrá unirse a una fiesta de observación
asteroidal que unirá a tres continentes para dar un vistazo a algo que el mundo nunca ha
visto antes.
En diciembre de 2004, y por un par de días, el asteroide 2004 MN4 ocupó los titulares de
todo el mundo cuando los astrónomos estimaron que tenía una posibilidad en 38 de chocar con
la Tierra en el año 2029.
La amenaza pasó rápidamente cuando se encontraron imágenes viejas que permitieron precisar
su órbita lo suficiente como para garantizar que fallaría su blanco (nosotros).
Ahora, gracias a muy precisas observaciones de radar realizadas los días 27, 29 y 30 de
enero de 2005 los científicos refinaron aún más su trayectoria. Todavía estamos seguros de
que no chocará con la Tierra, pero ciertamente nos salvaremos por un pelo. Y la ocasión
presentará un espectáculo que se ve a simple vista una vez cada mil años.
Paul Chodas, Steve Chesley, Jon Giorgini y Don Yeomans del Programa de Objetos Cercanos a
la Tierra (NEOs = Near Earth Objects) de la NASA calcularon que el asteroide pasará a una
distancia de 4,7 radios terrestres (unos 30.000 kilómetros) de la superficie de nuestro
planeta. Esta es la mitad de la distancia que se había predicho anteriormente (los satélites
geoestacionarios de comunicaciones, por ejemplo, están situados a una altitud de unos
36.000 kilómetros).
El objeto debería alcanzar una magnitud de 3,3 (es decir, similar a la estrella más débil
de la Osa Mayor y, por lo tanto, visible a simple vista) mientras se esté moviendo hacia el
noroeste cruzando el Sextante y Cáncer a una velocidad de 42° por hora.
Europa, Asia y África tendrán los asientos de primera fila. La nueva estimación del diámetro
de 2004 MN4 es de 320 metros, de modo que su esfera aparente será de de 2 segundos de arco,
y se podrá ver con telescopios de aficionados.
Las Américas habrán tenido su mejor visión unas horas antes, mientras el asteroide todavía
estará en camino y tendrá una magnitud de apenas 7 (a simple vista pueden observarse
objetos de magnitud 6 en lugares muy oscuros, y 4 ó 5 en la ciudad con buenas condiciones.
Recordemos que cuanto más alto el número de magnitud, menos luminoso es el objeto). A la
noche siguiente será todavía más débil y estará casi en línea con el Sol.
Las observaciones de radar fueron realizadas por Lance Benner, Mike Nolan, Steve Ostro, y
Jon Giorgini utilizando el gigantesco disco de Arecibo en Puerto Rico.
Alegrémonos de que con esta órbita más precisa todavía siga pasando a la distancia. La
energía de su impacto sería de unos 850 megatones, es decir, 15 veces más poderosa que la
mayor bomba de hidrógeno jamás probada, y unas 60 veces más poderosa que la explosión de
Tunguska en 1908. Según Chodas y sus colegas, "en promedio podríamos esperar que un
asteroide de este tamaño pase tan cerca de la Tierra solamente una vez cada 1.300 años".
De modo que marque su calendario, y si está en el lado equivocado del mundo, planee sus
vacaciones para unirse a la fiesta.
Fuente: Astroseti, Sky & Telescope
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