28/Feb/05
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Trabajo cooperativo de las hormigas sirve de modelo para la creación de redes telemáticas
Marco Dorigo, científico de la Universidad Libre de Bruselas, cree además que permiten diseñar robots capaces de interactuar con el territorio.
(El Tiempo, EFE) El trabajo cooperativo de las hormigas "puede resolvernos muchos problemas de logística y transporte de datos", dice este ingeniero
electrónico italiano.
Dorigo es uno de los grandes expertos mundiales en computación evolutiva o bioinspirada, una ciencia que se basa en la actividad de la naturaleza, en especial
la de los "insectos sociales", para crear algoritmos.
El principal foco de investigación para este científico son las hormigas, unos insectos que, tal como afirma, "difícilmente sobrevivirían en solitario".
Por ello, establecen fuertes lazos comunitarios que les permiten "crear escudos, abrir caminos, beneficiarse del trabajo de otros insectos e incluso construir
puentes artificiales".
Desde hace doce años, Doriga ha centrado su atención en estos insectos por su infalible capacidad de encontrar siempre el camino más rápido.
"Cuando se mueven en solitario en busca de alimento lo hacen al azar, pero dejan un rastro químico (feromona) que sirve de guía para las demás hormigas, y al
final, el camino más corto hacia el alimento es el más transitado y el que contiene más odorífero, así que el resto de la comunidad ya sabe qué senda es la
correcta".
Método aplicado a la ciencia
El ingeniero creó unas "hormigas virtuales", un software basado en algoritmos que mimetizan el comportamiento de esos insectos en busca de comida.
"Estas 'hormigas' rastrean todos los caminos posibles y dejan un rastro sobre el correcto que sirve de cebo para las demás" y consiguen así marcar la ruta
óptima para acceder de un nodo a otro.
"Este programa puede resultar muy útil para las empresas de transportes, puesto que indica a los vehículos cuál es el mejor camino a seguir entre el entramado
de carreteras e indicar rutas alternativas en caso de atascos", señaló Dorigo.
Otra de las posibles aplicaciones que se ha experimentado con éxito es internet donde, según Dorigo, "optimiza el transporte de datos de un punto a otro y evita
los continuos atascos que se producen, desviando información por canales alternativos".
Estos son sólo unos pocos ejemplos en los que pueden intervenir este tipo de algoritmos, ya que la computación "bioinspirada" ha sido aplicada con éxito en
campos tan dispares como el control de redes de distribución de gas, la planificación de tareas o el cálculo de estrategias de mercado.
Creación inspirada
Pero Dorigo ha dado un paso más allá y ha desarrollado un conjunto de "robots enjambre", basado en el comportamiento de insectos sociales como las
hormigas o las abejas, que "son capaces de explorar el terreno por sí solos y actuar en equipo".
El sistema se basa en 35 unidades autónomas y de reducido tamaño que pueden actuar en solitario o unirse como si se tratara de un enjambre de insectos,
utilizando brazos mecánicos que les hace "más flexibles y dinámicos que los robots más grandes y pesados".
La formación en enjambre les permite "transportar objetos pesados, mostrarse más estables en condiciones de terreno adversas e incluso crear puentes
artificiales", y el científico estudiar ahora instalarles un rastro químico para mejorar la comunicación entre unidades.