02/Mar/05

Revista Axxón Axxón en facebook Lectores de Axxón en facebook

Cassini sigue realizando descubrimientos en Saturno

La Tormenta del Dragón y la mejor vista del planeta.

(UV.es, NASA) En una nueva imagen obtenida por la nave Cassini, podemos ver una tormenta, brillante y compleja, que apareció en el hemisferio sur de Saturno a mitad de septiembre de 2004, y que ha supuesto la clave que ha resuelto uno de los misterios de este planeta. Esta formación compleja con brazos y extensiones secundarias justo encima del centro ha sido llamada la "Tormenta del Dragón". Se encuentra en una región del hemisferio sur donde se observan tormentas con mucha frecuencia.

La Tormenta del Dragón se convirtió en una intensa fuente de ondas de radio en julio y septiembre de 2004. Las ondas de radio de la tormenta se asemejan a los cortos brotes de electricidad estática que los rayos generan en la Tierra. Cassini detectó estos impulsos sólo cuando la tormenta se elevaba por encima del horizonte en la cara nocturna del planeta desde el punto de vista de la nave, y se interrumpían cuando la tormenta quedaba expuesta a la luz solar durante el día. Este esquema de encendido/apagado se repitió durante varias semanas, y esta repetición hizo que los científicos se dieran cuenta de que la tormenta y las emisiones de ondas de radio estaban relacionados entre sí. Los científicos han concluído que la Tormenta del Dragón es una tormenta gigante con aparato eléctrico, cuya precipitación genera electricidad, al igual que ocurre con las tormentas en la Tierra. La tormenta podría estar consiguiendo la energía que la alimenta de zonas más profundas de la atmósfera de Saturno.

Entre otros de los descubrimientos más recientes de Cassini hay que señalar, por ejemplo, el hecho de que dos lunas pequeñas, Atlas y Pan, parecen estar compuestas por un material muy poroso, como si se tratase de pilas de escombros, y son similares a las lunas que se encuentran en el anillo F, Prometheus y Pandora. Otro nuevo descubrimiento es el de una diminuta luna, de tan sólo 5 kilómetros de diámetro, recientemente bautizada con el nombre Polydeuces.