25/Abr/05

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Arsenal y Laiseca en la Feria del libro de Buenos Aires

El sábado 23 de abril por la tarde, la Fundación Ciudad de Arena convocó a dos escritores del género fantástico, uno argentino y uno español, cuyas particulares historias de vida hacen pensar en que la realidad supera muchas veces la ficción.

(Axxón) Un barco de bandera panameña con un travieso duende a bordo que descomponía los aparatos de navegación, el misterio de la madrileña calle Dos Hermanas, postales sobre la fría supervivencia en las chozas de los cosechadores en Mendoza… Sin lugar a dudas, Alberto Laiseca y León Arsenal son dos que uno quisiera invitar a una reunión de amigos, sólo por el placer de escuchar sus historias.

El sábado pasado, convocados por la Fundación Ciudad de Arena y dentro del marco de la 31° Feria del Libro de Buenos Aires, el centenar de personas que se dio cita en la sala Roberto Arlt pudo disfrutar del contrapunto entre el maestro argentino de la narración Alberto Laiseca y el español (primer ganador del Premio Minotauro de Novela Fantástica con Máscaras de matar) León Arsenal, de visita por estos lares. La idea del encuentro fue desentrañar la variopinta trayectoria de estos auténticos trotamundos, que no sólo han leído, y se han formado y han escrito, sino que también "han vivido".

"Es indudable que no se puede escribir si no se vive primero —comentó Laiseca en su introducción—. Me llamó la atención un libro de Stephen King, a quien admiro mucho. Es alguien a quie los escritores profesionales suelen no valorar, yo sí. Se llama Mientras escribo. Me llamó poderosamente la atención porque dice dos cosas que yo siempre digo: ´Para escribir hay que leer más y escribir más. Pero yo le agrego hay que vivir más. Difícilmente, si uno no se libera de las cadenas que le quieren imponer los otros, se puedan sacar las cosas que uno lleva dentro".

Más contemporizador, Arsenal —que antes de dedicarse a la escritura se desempeñó como marino mercante— dijo: "Coincido con lo que dices de que hay que vivir un poquito para escribir, pero creo que eso es una máxima que siempre se ha repetido una y otra vez aunque sólo sea para poder rozar un poco lo que luego cuentas. Casi todo el mundo ha pasado a lo largo de su vida por peripecias más o menos difíciles y luego el talento de un escritor está en poder extrapolar esas vivencias para narrarlas bien en sus historias. Pero es de suponer que Stephen King no se haya encontrado con muchos fantasmas, exceptuando quizás los fantasmas interiores. Sin embargo es capaz de presentárnoslos a través de se enorme capacidad de fabular, de una forma que nos hace estremecer. Quizás el secreto, tal como dicen los maestros es rodar un poquito y sacar buen provecho de esas experiencias".

Luego de las presentaciones, Gabriel Guralnik —moderador de la charla y presidente de la Fundación Ciudad de Arena, que junto con sus auspiciantes convocó este encuentro— dirigió la conversación hacia un terreno más escabroso: "¿Existen los fantasmas en los barcos?", y fue entonces que entraron en escena mecánicos fantasmas, duendes traviesos y espectros aulladores, invitados por León Arsenal.

Luego, los fantasmas dieron paso a los relatos orales (misterio, humor, ciencia ficción), un terreno en el que Laiseca se siente como en casa. Y luego, claro, llegaron los aplausos.

Alejandro Alonso para Axxón y Garrafex News.