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Manchas oscuras en la Luna: recuerdo de un cataclismo entre planetas
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Científicos del Southwest Research Institute dicen que las manchas oscuras en la Luna apuntan a la existencia de un cataclismo en las órbitas de los planetas del
Sistema Solar, producido mucho después de su formación.
(Southwest Research Institute SwRI News) Mucha gente ha sentido curiosidad por las manchas oscuras que salpican la Luna. Las misiones Apolo
permitieron saber que se trata de enormes cuencas de impacto que fueron inundadas por lava.
Fue una sorpresa descubrir que estas cuencas se formaron relativamente tarde en la historia del Sistema Solar primitivo, unos 700 millones de años después de la
formación de la Tierra y la Luna. Muchos científicos creen que fueron producidos en una época de intenso bombardeo que sufrieron los planetas, cuya causa es
desconocida y permanece como uno de los secretos más persistentes en la historia del Sistema Solar.
En una serie de tres artículos publicados por la revista Nature, un equipo internacional de científicos planetarios ha propuesto una solución que resuelve
este misterio y explica muchas de las características de los planetas del Sistema Solar exterior.
Según el nuevo modelo, los cuatro planetas gigantes, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, se formaron con una configuración orbital muy compacta, rodeados por
un disco de pequeños objetos compuestos de hielo y roca (conocidos como planetesimales).
Las simulaciones muestran que algunos de estos planetesimales escaparon lentamente del disco debido a la acción gravitatoria de los planetas. Así, los planetas
dispersaron estos objetos más pequeños por todo el Sistema Solar, a veces hacia el Sol, otras en dirección contraria.
Según la tercera ley de Newton, toda acción conlleva un a reacción igual en magnitud y de sentido contrario, por lo que cuando un planeta lanza un planetesimal
hacia las afueras del Sistema Solar, el planeta se desplaza un poquito hacia el Sol, para compensar. Y al revés, cuando el planeta lanza el planetesimal hacia el
Sol, el planeta se aleja de él un poquito.
Las simulaciones numéricas muestran que, en promedio, Júpiter se desplazó en dirección al Sol, mientras que los demás se alejaron. Pero 700 millones de años
después, Saturno se colocó en un punto en el que su período orbital era justo el doble del de Júpiter, lo que provocó que las órbitas de Júpiter y Saturno se
volvieran de repente elípticas. Esto alteró de forma caótica las órbitas de Urano y Neptuno, que se volvieron muy excéntricas.
Los científicos creen que esta alteración de las órbitas de Urano y Neptuno fue la responsable de la época de intenso bombardeo que afectó a los planetas
interiores.
Según las simulaciones, estos planetas penetraron en el disco de planetesimales, dispersando objetos por todo el sistema solar. Muchos de ellos llenaron la Tierra
y la Luna de impactos. Además, desestabilizaron las órbitas de los asteroides, que también contribuyeron al bombardeo. Finalmente, los efectos gravitatorios del
disco de planetesimales hizo que Urano y Neptuno se colocaran en sus órbitas actuales.
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Más información:
Lunar "dark spots" point to an upheaval in planetary orbits long after the formation of the solar system